Capítulo 41.
Colin.
De todas las cosas que me puede haber imaginado para el día de hoy esta era la que menos esperaba. De hecho nunca esperé que ella me hiciera esa pregunta.
Nunca y me que en ello estuviera involucrado el idiota, tarado y estúpido e imbécil de su compañero.
Louis.
Desde la última vez que Riley se presentó sobre un escenario no había escuchado su fastidiosa nombre y tal parece que el destino o no sé qué demonio me quiere ver perder la cabeza con lo que ella me acaba de decir.
Sus ojos oscuros no dejan de ver en ningún momento, ella espera una relación de mi parte y ahora mismo no sé cómo reaccionar a esto.
No lo puedo aceptar y no es porque quiera desmostarle al idiota que la pequeña bailarina es mía y que yo gane en esto, es más mi orgullo como hombre.
¿Cómo puedo aceptar esa petición de mi novia?
El ballet es la pasión de Riley y nunca me atrevería a pedirle algo para mi conveniencia que involucre su carrera artística. La conocí siendo bailarina y en el punto más alto de su carrera, nunca le diría algo negativo contra ello y mucho menos le pediría que lo deje por mí porque sé que ella no me pediría con mis carrera, en su lugar recibo su apoyo.
Y es lo que ella espera de ¿No? Que le de todo mi apoyo en esto. Pero como puedo aceptar esto, él solo imaginar una imagen a color en mi cabeza de ese momento hace que quiera ir y buscar a Louis para mandarlo a un mejor lugar.
—Amor…
Niego borrando esa imagen de mi cabeza. Voy a tener pesadilla con eso.
—No Riley— contestó. —. No aceptare eso.
—sé que es incómodo para ti, para ambos— se corrige ella misma. —, pero es parte de la presentación amor y ni siquiera va significar algo entre nosotros.
Bufo. Para ella puede que no signifique nada, pero para el maldito idiota será como probar el cielo sin antes yo haberlo matado.
—No— sigo firme en mi respuesta. —. ¿Cómo pretendes que voy a estar feliz con esto capricho?. ¿Acaso te escuchaste?
—sí.
Aleja el plato con su almuerzo lejos de ella y me veo haciendo lo mismo. El poder que tiene el maldito francés, quitarme el apetito en segundos.
—¿Y estás conforme con eso?
—No.
—¡Pues no tienes que hacerlo!— me altero al responder. —. Todos los números de ballet que quieras amor, pero omite esa parte.
—Isabelle lo pidió.
—Isabelle que se joda.
—¡Colin!
—¡¿Qué?! Es la verdad— respiro antes de seguir. No voy a discutir con mi novia por el maldito del francés.
—Es mi instructora de baile y no puedo ignorarla Colin— su voz es baja al hablar. —, y ese número siempre ha sido mi sueño. Me encanta la historia de Romeo y Julieta.
Joder no eso. Me mira como una niña chiquita pidiendo un dulce el cual se le ha negado.
Me levanto de mi asiento y camino hasta llegar a ella, hace poco que llego de sus ensayos de ballet y hace poco que me dio es horrible noticia.
¿Cómo es posible que tenga que dejar que ella bese a Louis solo porque es parte de una presentación?
Alzó su rostro encontrándome con sus ojos cristalizados.
—Yo si tú Romeo y tu mi Julieta. No necesitas de es francés para eso Riley.
Sonríe al escucharme, me inclino hasta ella y la beso despacio, sus suaves labios me reciben y odio saber que posiblemente el idiota de bailarín tendrá el privilegio de besarla, eso es solo mío y de nadie más.
Tomo su cintura alzándola hasta dejarla sobre la mesa en la cual intentábamos comer, pero que no se pudo. Sigo besándola sin detenerme. Si ella aceptara que él ponga sus labios sobre los suyos debo de asegurarme de que en su vida no reciba besos como los míos para que siempre termine deseándome a mí.
—¿Que haremos?
Suspiro dejando mi cabeza pegada a la suya.
No puedo dejar que el maldito de Louis bese a Riley.
—¿Tú lo quieres?— preguntó con temor, temor a que quiera besar a Louis y peor aún que le guste ser besada por él. Carajos nunca he sido inseguro en estos temas y ahora un maldito francés me hace dudar de mis habilidades. —. ¿Quieres besar a Louis? ¿No te sentirás incomoda capricho? Ahora estás conmigo.
Ella suspira alejando algunos mechones de cabello de mi frente.
—No es como si fuera la primera vez Colin, yo…
—¿Como si no fuera la primera vez?— repito esa parte de sus palabras. —. ¿Ya has besado a Louis?
—Colin…
—Contesta Riley— la detengo antes de que siga. —. ¿Has besado a Louis?
Está por hacerlo y vuelvo a detenerla.
—Ni se te ocurra decir que son por las presentaciones— aclaró antes de que ella vea eso como opción. —. Ha pasado mucho desde que te conozco Riley y he visto todas tus presentaciones en ese tiempo y nunca he visto que hayas besado al idiota.
—Es mi compañero y es lo normal. Es solo un beso.
¿Un beso?, ¿solo un beso?
!Carajos! ¿Cómo me quito la imagen de Louis besando a mi novia? Ahora mismo quisiera tener Alzheimer y poder olvidar esto con rapidez.
—Tu compañero y todo lo que quieras Riley, pero ¿Lo bésate estando conmigo?, ¿Siendo mi novia?
Baja la mirada a sus manos sobre sus piernas. No contesta y no necesito esperar más para saberlo. Ella beso a Louis estando conmigo, ¿Pero qué diablos le pasa?, ¿Mis beso no son suficientes para ella?
Me alejo de toda ella, doy pasos hacia tras sin detenerme, solo cuando una de las paredes se interpone en mi camino deteniéndome.
Ella baja de la mesa con agilidad y llega hasta mi en cortos segundos. Toma mi rostro en su pequeña mano haciéndola que la mira.
—Amor— me llama con suavidad.
Cierro mis ojos con fuerza. Mataré a ese maldito bailarín y luego mandaré su cuerpo por partes a su asquerosa Francia.
—¿Cuando lo hiciste?— preguntó en un hilo de voz.
—Eso ya no importa.
—¡Para mi si joder!— gritó perdiendo la paciencia. —. Me interesa saber cuando mi novia se besa con otros estando conmigo.
No contesta manteniéndose en silencio. Esa confección de su parte está haciendo que termine por perder la poca paciencia que me queda.
—¿Te gusto?