Amor a alta velocidad (run1)

Capitulo 44

Canción para escuchar: Tuyo Mora

Capítulo 44.


Riley.

Paso mi dedo por toda la superficie superior de su nariz perfilada. Es perfecta. Peinó sus cejas con cuidado de no ir a despertarlo aún quedan unos minutos para que su día como piloto comience y quiero que descanse lo suficiente.

El descanso es importante para él.

No llevo mucho despierta, lo hice hace algunos minutos y decidí contemplar a mi novio dormir.

Ayer me contó mucho sobre su madre, sus gustos, cualidades, sus pasatiempos favoritos. Él aún la extraña y no la olvida, en o mucho menos. Si hermano quería demasiado a su madre y mi chico por igual.

Pongo mi mentó en su pecho viéndolo dormir tranquilamente, la cadena con el circuito reluce en su pecho desnudo me voy unos segundo pensando en cómo llegamos hasta este punto. Puedo acostumbrarme a esto, acompañarlo en cada una de sus carreras.

—Buenos días amor— susurro bajo dejando un corto beso en sus labios al ver que el reloj marca la hora indicada para que él despierte.

No recibo respuesta de su parte, lo único que tengo es la pesada, pero calmada respiración que suelta. Sonrió aunque él no se percaté del gesto lo hago. Vuelvo a dejar otro beso y sigo sin respuestas.

—Amor— un beso más. —, vamos debes despertar.

Repito la acción deteniéndome al ver que solo finge estar durmiendo para recibir mis besos.

—Colín— mi llamado es calmado y delicado.

—No— dice negando.

—¿No?— preguntó. —. ¿Porque no Colín?

Su mano encuentra un mechón de mi cabello con el cual entretenerse aun dormido.

—No me digas Colín— pide en un susurro.

—Pero ese es tu nombre, Colin— vuelve a negar. —. ¿Porque no quieres que te llame Colin?

Abre sus ojos encontrándose con los míos de frente conéctalos de inmediato, deja mi cabello para acariciar mi mejilla.

—Mi nombre es Colin y para otras personas soy Colin, pero para ti no soy Colin— explica con su voz dormida.

—¿Para mí no eres Colin?— alzó una de mis cejas al entender.

—No— respire la palabra de dos letras.

—Haber ¿Entonces quien eres para mi Colin?— sostengo su mirada en la mía.

La sonrisa que crece en su rostro me roba la atención por los próximos segundos.

—Para ti capricho soy solo amor— dice sin prisa. —, nada de Colín.

Ríos bajo contra su pecho debido al escucharlo exigirme que lo llame amor. Me levanto sobre mis ambas rodilla subiéndome a su cuerpo desnudo bajo el mío. Yo estoy igual y al él no parece molestarle en lo absoluto.

—Okey amor, ya es hora de levantarse.

Chilló con fuerza culpa de rápido movimiento que hace.

—¡Colin!— exclamó con sorpresa. Vuelvo a estar igual que hace un momento tendida en la enorme cama, la única diferencia es que ahora Colin está sobre mi cuerpo sin aplastarme. Se abre espacio en medio de mis piernas sin mi permiso.

Sus ojos suben un momento a los míos.

—Haré que me digas amor y que no se te olvide que esa es la manera correcta de llamarme.

Limpio la comisura de sus labios borrando el rastro de mí de ella, aún falta una hora y media para que corra y me aseguro que podría acompañarme a desayunar. Mónica habla con Olivia y Alessandro sobre temas que no estoy al tanto por está desayunado a mi piloto.

—Tienes problemas serios con la miel caprichos— se queja cuando dejo otro trozo de fresa cubierta de miel en su boca.

Sonrió dejando un beso en sus labios. Se remueve conmigo sobre sus piernas.

—¿No te gusta la miel amor?— preguntó.

—Me gustas tú— contesta y me besa profundizándolo esta vez.

Ambos rompemos el beso reprimiendo la risa al escuchar a alessandro quejarse de nuestro momento íntimo detrás de nosotros.

—¿No deberías de estar revisando tu hombro o tu monoplaza?— le pregunta Ales molesto.

—¿Y tú no deberías de estar atendiendo tus asuntos y dejarme a mí en paz con los míos?— le contesta Colin devuelta.

Lo golpeó con suavidad en el pecho por lo que acaba de decir. Llevan todo el día
Peleando por la mínima cosa.

—Me estoy haciendo cargo de mis asuntos Prescott, por si no lo has notado— responde mirándome con obviedad.

Colin me pega más a su cuerpo y no solo eso me besa en los labios para molestar más a alessandro.

Rompo el beso y lo miro con los ojos expandido al cien para que pare esto con ales.

—Ya detente amor.

Niega.

—Te complazco en lo que quieras capricho, meno en esto— pega su frente a la mía. —. No puedo dejar de besarte.

—¿No?

—Ni un segundo.

En vez de responder tiemblo levemente al escucharlo detrás nuestro y no solo a él sino que a la zanahoria también.

—Perderé mi trabajo luego de esto— habla Michael de primero.

Todos nos quedamos en silencio al escucharlo, evito mirarlo en todo momento mientras estoy en las piernas de Colin. No lo había visto hoy y estaba aliviada por ello, pero ahora que lo tengo frente a mí todo ese alivio se fue al diablo.

Aún no olvido ni su nota pidiendo verme a solas en la ópera, ni su comentario fuera de lugar y mucho menos la manera en la que me sigue viendo. Anoche quise hablarlo con Colin, pero él me contó sobre su madre y parte de su infancia, no quise arruinar ese momento por culpa de Michael, él no lo merece.

Lo haré después de que termine la carrera en Mónaco, el chico de las carreras necesita está más concentrado que nunca y yo no quiero que pase algo peor que la última vez, eso jamás me lo perdonaría. Mañana al terminar la carrera le diré todo lo que Michael ha dicho y hecho conmigo.

Puedo soportar un día más.

—Que bueno que eres consciente de ello Michael— contesta Mónica con desagrado. —. ¿Qué hace ella aquí? ¿Porque la trajiste? ¿Acaso quiere meter en un escándalo a mis pilotos y dañar mi trabajo?

Mónica suelta pregunta tras pregunta sin darle el tiempo necesario para que él o la modelo conteste.

—Contesta Michael. ¿Te volviste loco?— dice exasperada.

—Descuida Mónica, nunca te di problemas y no pienso dártelo de ninguna manera— Jessica responde por Michael. —, solo quería pasar a saludar y tu compañero de trabajo me acompañó.

Mónica rueda los ojos al escucharla. No sé qué también quedó la relación de la agente de publicidad de Colin con la modelo, pero de lejos se ve que no quedó muy bien parada.

—Ya saludaste, ya lárgate— Alessandro interviene molesto en contra de la modelo.

Jessica sonríe mirándolo al lado de Olivia, a esta no la mira muy feliz.

—Si fuera otra persona me sorprendería de tu carácter, pero como te conozco a la perfección querido no me sorprende tu trato— su cabello rojo es acomodado por ella misma detrás de su espalda. —. Y te agradecería Alessandro que dejes de joder todas mis eventos aquí en Italia, sabes perfectamente cómo llamar mi atención y de esa manera no es.

Todas las miradas recaen en Olivia, está la mira con odio y si no fuera porque ya la conozco y he tratado con ella diría que esa mirada está cargada de dolor también.

Alessandro está por contestar y es interrumpido por Olivia. Nadie escucha lo que le dice a centímetros de sus labios solo vemos como Ales asiente bajo el hechizo que le brinda el ser mirado por sus ojos y termina besándola. La modelo los mira desde su posición con fastidio.

—No es por nada Alessandro pero ya estoy empezando a dudar de tu hombría y control de macho alfa.

La modelo sigue en su plan de querer molestar a la pareja frente a nosotros, lo cual no le resulta porque es ignorada por ambos.

—Quiero hablar un momento contigo Colin— dice girándose hacia nosotros, al igual que lo hace con Olivia lo hace conmigo. Me mira con todo el odio de su vida. —. A sola.

—No— Colin y yo respondemos al tiempo.

—Que tierno, la pareja ideal— se burla. —, levántate, tengo una propuesta que no puedes negar.

La exigencia es clara en su pedido. Como pasó hace rato con Olivia todas las mirada recaen sobre mí.

Colin ríe seco detrás mío haciendo que su cuerpo vibre por ello, me acomodo mejor sobre sus piernas sin dejar de mirar a la modelo.

—sea lo que tengas no me interesa— dice con calma. —, nada que tenga que ver contigo me interesa.

Jessica sé que un minuto silencio sosteniéndole la mirada al chico de las carreras, sus ojos se mueven a mí varias veces, pero no se detiene a mirarme.

—Escuché a unos pilotos planear algo contra ti en la carrera— habla haciendo que mi corazón se salte un latido con rapidez. — y como odiaría que algo te suceda cariño prefería hablar contigo.

—Si tanto te preocupa dilo delante de todos y así todos estamos al tanto ¿No?

Intervengo en la conversación ganándome una mirada de puro odio por parte de Jessica, no me importa que me vea así ya que al parecer mira a doto el mundo de esa manera. Yo también odiaría que le pase algo a Colin otra vez, pero dejarlo ir con ella no es una opción que tengo tampoco.

—¿No acabas de escuchar lo que dije?— su mirada cargada de odio recae en mi. —. Quiero hablar con él no contigo niña.

—Pues no lo harás, porque él no se moverá de aquí y mucho menos para ir hablar contigo.

—¿Y quién se lo prohíbe?— una de sus cejas se alza.

—¿Tu quién crees?— cruzó mis brazos frente a mi pecho sosteniéndole la mirada todo el rato.

—¿Le harás caso a una niña?— mira a Colin detrás mío. —. Una que no sabe lo que te conviene y lo serio que es esto.

—Lo siento pero mi novia ya habló, no me moveré de aquí.

Sonrío satisfecha al escucharlo decir que no se moverá porque yo lo dije, un beso por parte de Colin llega a mi mejilla, la modelo no se inmuta ante lo que pasa frente de ella manteniéndose en silencio. No sé qué hace aquí, nadie la quiere ni la necesita, pero parece estar empeñada en querer fastidiar a todo el mundo.

—¿Sabes lo linda y sexy que te vez sobre mis piernas hablado de esa manera capricho?— la punta de mi nariz acaricia mi mejilla despacio.

Niego volteando mi rostro hacia él de él, sus palabras fueron bajas y nadie la escucho sólo yo.

—No.

—Claro que no lo sabes, me estás poniendo loco y no estás enterada de ello.

Acepto el beso que deja en mis labios complacida aún saben a miel y fresas por lo que comía antes de que llegara la tal zanahoria a arruinar este momento de pura tranquilidad.

—¿Entonces esa será tu última palabra?— sigue de pies frente a nosotros. —, ¿vas a arriesgar tu vida u tu seguridad por una niña?




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