Capítulo 51.
Riley.
Es timbre del departamento de Colin suena y voy a abrirlo por él, hace unos minuto decidió tomar un baño. Abro y veo a Enzo frente a mí, paso saliva por mi garganta debatiendo en sí debería decir hola o no. La últimas vez que lo vi fue cuando busco a Trueno en mi departamento y me pidió que me alejara de él.
Nos miramos varios segundos a los ojos sin pronunciar palabras. El muevo su mirada unos segundo dentro del departamento y creo que es buscando a su hermano así que me hago aún lado para que pueda pasar.
Lo hace y se asesora mejor de que Colin no se encuentre aquí.
—Iré a buscar a tu hermano…
Toma mi mano deteniéndome de caminar hacia la habitación de Colin. Logró soltarme de su agarre y me alejo varios pasos de su presencia, me hace sentir nerviosa.
—¿Puedo hablar un segundo contigo?— su voz sale calmada y casi suplicante.
No respondo y no es porque no quiera, es más por no saber qué decir. El en Mónaco dejó claro sus puntos conmigo y hace varios días me hizo saber que no me quería ni cerca de él ni de trueno. Así que no sé qué tan bien sea hablar con él ahora.
—Yo creo que lo mejor es esperar a tu hermano y que converses con él— dijo negándole su petición. —. Colin no tarda en bajar para llevarme a la academia.
Mueve su cabeza aceptando lo que dijo.
Los minutos pasan y él no aparta la mirada de mí en ningún segundo, yo trato de mirar cualquier parte de la sala del departamento para no mirar a su hermano frente mío.
—Necesito tu ayuda Riley— dice. Provoca que lo mire con sorpresa.
—Yo… tu hermano baja pronto…
—A mi no me interesa mi hermano Riley, no ahora— me detiene de hablar. —, Trueno ha enfermado desde que me lo lleve de tu casa y necesito que tú te hagas presente en esto.
Mi corazón se quiebra al escuchar lo que le pasa a Trueno. Lo más poblarme es que Enzo me eche la culpa de ello.
—Yo lo cuide como Colin dijo, no me salte sus comidas ni entrenamientos. Le di toda mi atención mientras estuvo conmigo— bajo la mirada de él.
Trueno no pudo haber enfermado en mis manos.
—No dijo que lo cuidaras mal Riley, lo hiciste bien.
—¿Entonces?— preguntó con rapidez y muy preocupa.
No quiero tratar con Enzo pero trueno me importa mucho.
—¿Quiero que lo visites?— no lo pide, lo exige.
—Dejaste en claro que me alejara de él Enzo y no quiero provocar más problemas entre tu hermano y tú.
Me escucha, abre y cierra su boca tratando de pronunciar algo que le cuesta. Cierra los ojos apretando sus puños cerrados a los lados de su cuerpo.
—¿Eso es un no?
—Tu… no me quieres cerca de el Enzo y respeto tu decisión. Trueno te pertenece y…
—Y ahora te necesita. Más a ti que a mí.
Respiro hondo. Deseo vera trueno.
—No quiero causar problemas…
—Haré cualquier cosa que me pidas a cambio Riley. Si quieres quedarte con él después de esto lo aceptaré o si quieres que no vuelva a dirigirte la palabra más nunca en la vida también lo haré. Pero por favor ven conmigo a visitar a trueno y al menos sacar la duda de que sufre por qué lo aleje de ti.
Se oye arrepentido y se nota arrepentido, trueno tiene una parte de su dueño y esta sufre como está ahora.
—Ya hablamos de esto Enzo— Colón aparece entrando en la conversación.
—¿Ella es la que decide no?— pregunta si hermano.
—Ella siempre es la que decide, pero fuiste claro cuando buscaste a Trueno y yo fui claro contigo. No y no te acerques a mi novia Enzo no lo voy a repetir.
Enzo no responde volviendo a mirarme, busca una respuesta en mi rostro y no sé qué darle yo si muero por ver a trueno y más ahora que sé que está enfermo y me necesita, pero no quiero ser la lucha de dos hermanos.
—Por favor Riley…
Enzo intenta acercase a mí y Colin se interpone entre ambos.
—Vete de mi casa Enzo.
No hay palabras por parte de Enzo solo se gira y volviendo a salir de departamento.
—Es Trueno Colin, yo quiero verlo.
—Enzo no necesita eso capricho…
—Pero trueno si— lo miro a los ojos. —. Enzo lo hizo mal, pero Trueno me necesita Colin.
…
Respiro muy profundo antes de abrir la puerta de la oficina de Isabella, pidió verme en privado desde que llegue a la academia para mis prácticas. No vi a Louis en las prácticas de hoy y pienso que no vino. No quedó muy bien luego que Colin casi lo matará a golpes.
Giro el pomo armándome de valor para entrar a la oficina de Isabel le, los ojos azules idénticos a los de su hija Olivia recaen en mí al entrar, me sonríe con agrado.
—Puedes tomar asiento maya— pide y hasta ahora me percato de la presencia de Louis en el lugar.
Doy algunos pasos hasta estar cerca de su escrito, no me acerco a Louis en ningún momento.
—Prefiero quedarme de pies gracias.
Asiente y mueve sus ojos de mí hacia mi ex compañero.
—¿Quieres explicarme maya como fue que pasaron las cosas entre tu novio y tu compañero?— lanza la pregunta.
Mantengo mi cuerpo recto con mis manos entrelazadas delante de mí. Isabelle odia que nadie tenga una posición profesional delante de ella.
—Quiero disculparme por lo que Colin hizo— miró in momento a Louis frente de mi. —. Pero estuvo en todo su derecho de hacerlo, no lo veo bien que lo golpeara a ese punto, pero él no respetó lo que le pedí acerca del beso e intentó agredirme cuando le reclamé.
Isabella alza una de sus rubias cejas hacías Louis.
—Se te olvidó mencionar ese detalle Louis— le reprocha la información que le doy.
—Fue un mal entendido, no iba a golpearla.
—¿Que no lo ibas hacer?—pregunto indignada.
Si Ales o Colin no llegaban a tiempo el hubiera hecho lo que pesaban.
—No— se levanta llegando hasta mí y retrocedo hasta estar lo más alejada de él que pueda. —, tu maldito novio entendió mal todo lo que pasa y me golpeó sin razón.
—Tú también lo provocaste, dijiste que Me habías besado solo con la intención de hacer que él reaccionara y te dejara así— señaló su cara llena de moretones.
Los dos nos miramos fijamente sin pestañear o apartar la mirada.
—Veo que esto es un problema más allá de la academia, Maya…
—No volveré hacer un número con él.
Louis frunce su ceño al escucharme e isabelle toma una poción en su asiento más profesional.
—¿Sabes lo que dices cierto?— pregunta.
Louis llega hasta mi intentado tocar mi brazo, me muevo con rapidez para que no lo haga. No quiero que en su vida vuelva a ponerme un dedo encima.
—Piénsalo con calma Riley— ignoro la voz de Louis y me acerco al escritorio de isabelle.
—Me comprometo a buscar otra pareja de baile para mí si me lo pides isabelle, pero que quede claro que no volveré hacer nada con Louis y si tengo que buscar otra academia no tengo problema en ello.
La mirada de mi instructora nunca deja la mía, pestañea con total delicadeza ignorando los problemas que pasan en esta oficina, Olivia llega a mis pensamientos porque ella y su mamá no se llevan mucho de actitud.
—No puedes abandonar ahora maya, hay presentación prevista con ustedes como protagonista.
Niego en respuesta.
—No volveré a pisar un escenario con un compañero que no respeta mis decisiones y mucho menos controla su ira a mi alrededor.
Isabelle tarda un momento en contestar, creo que hasta su ojo izquierdo ha comenzado un leve temblor por mis palabras. Lo más probable es que hoy empieza mi búsqueda para otra academia de ballet.
—¿Crees encontrar un compañero que si este a tu nivel en poco tiempo?
—Si— respondo sin dudar.
—Bien Maya y Louis, no hay más que hablar— isabelle contrae sus labios.
Sé que esta decisión le molesta. Louis y yo nos entendimos por muchos años sobre el escenario y somos una de las primeras opciones cada vez que hay un número en pareja, ambos cometimos pocos errores estando junto, pero este es irrevocable y ella no puede cambiar eso.
Salgo de la oficina y segundos después escucho la voz de Louis decir mi nombre, no volteo a verlo por qué no voy a volver a dirigirle la palabra más nunca en mi vida. Él se hizo cargo de que me comportara de esta manera.
Abandonó la academia encontrándome a Colin estacionado fuera. Quedamos en almorzar juntos hoy. Por esta semana me he quedado en su departamento y a pesar de que volví a su departamento como él me pido no hemos ido más allá de un beso, Colin sigue respetando mi espacio. Hablamos la primera noche sobre nosotros y me aseguro que esperaría a que yo quisiera volver a estar con él nuevamente.
Ha sido difícil. Sí, estoy todo el tiempo con y solo pienso en tenerlo para mi, pasamos mucho tiempo juntos lo cual es genial y horrible a la vez. Anoche conversábamos mientras devorábamos nuestra cena y en cuestiones de segundo teníamos nuestros labios pegados al otro.
Él ha soportado todo este tiempo y no sé cómo lo hace yo estoy muriendo porque su toque vuela a quemar en mi piel y no sé cómo pedirlo. Yo fui la que pidió no involucrar nuestros cuerpos en esto hasta que él y sus hermanos estén de acuerdo otra vez.
Estoy sufriendo las consecuencias de mi propia decisión.
—¿No pensé que vinieras Colin?— me detengo frente a él.
Dijo que estaría en las oficinas de Ferrari trabajando y viendo nuevas estrategias, la temporada está finalizando y él y Ales debe de hacer muchas cosas antes de que finalice por completo.
—No quiero perder tiempo contigo capricho— deja un beso en medio de mi frente. Se ha vuelto su costumbre. —, además Mónica nos dejó escaparnos.
—Mónica siempre es un amor.
Colin.