Cómo dormir?
Dione
¿Cómo se atreve a llamarme ladrona?
La furia corre por mis venas. Un apuesto —y maleducado— desconocido me llama ladrona. ¡Vaya forma de hablar! ¿Qué se piensa? ¿Qué haré ahora? Ya era tarde y decidí apagar su celular. Por más que quisiera, no podía llamarlo: no tenía crédito, y ¿cómo cargarlo si no sé el número?
Es hora de dormir... pero, ¿cómo dormir cuando mi corazón late a mil por hora y el sonido de su voz retumba todavía en mí? Su voz…
Me quedé helada al escucharla. ¿Qué decir cuando sabés que detrás del teléfono está ese bombón llamándote?
Sí, ese bombón que se llama Demir.
¿Cómo dormir? La verdad, ¿cómo?, si un intruso peculiar, bello y sexy me despojó de mi paz. Me robó el sueño con una sola llamada.
Mañana tendré que llamarlo… o escribirle. Pero, ¿qué le digo? Empezamos con el pie izquierdo. No, con el pie torcido. Pienso mientras me acomodo en la almohada, agarro mi viejo MP3 y me pongo algunos lentos para relajarme. Me dejo llevar por la melodía de David Bisbal, "No amanece", y así, entre sus notas y mis pensamientos, dormi profundamente.
Jueves 13 de enero
La luz del sol se filtra por la persiana y me despierta. Miro el reloj: son las 8:00 a.m.
Temprano para mí. Me levanto, medio haragana, y enciendo el celular de Demir. Veo varios mensajes: seguro que son de sus amigos preocupados.
Recojo mi pelo con un rodete y sigo con la misma bata con la que me acosté. Me calzó las pantuflas para no sentir el piso frío, a pesar del verano, y voy directo a la cocina. En la heladera hay una nota pegada:
> Hija, me fui a trabajar. En la heladera hay leche, y las tostadas están en el mueble. Besos. TKM — Mamá ♡
Bueno… parece que estaré sola todo el día. Solo me queda hacer una cosa:
¡Juntada de amigas!
Preguntas y nervios al ataque
Dione
Después de desayunar, como no tenía mi celular, escribí en Facebook:
> “¡ESTOY SIN CELULAR, CHICAS! ¡VENGAN A CASA!”
Una hora después, el timbre sonó como si quisieran tirarlo abajo. Era obvio que eran ellas. Corrí a abrir, y ahí estaban Calu y Nila, alteradas, nerviosas y llenas de preguntas.
—¡Holaaaaaaa! —gritaron al unísono.
CALU: —¿¡Qué ha pasado aquí, Dione!?
NILA: —¡Sí! ¡Decinos! ¿Qué pasó?
Me reí nerviosa.
—Pues... debo contarles algo —dije con tono tímido, dejando un poco de suspenso.
—¿Cómo les explico? No es que perdí el celular… sé perfectamente quién lo tiene.
Pero... no puede devolvérmelo. Al menos por ahora.
CALU: —¿¡Quéeeee!?
NILA: —¿Cómo que sabés quién lo tiene...?
CALU: —¿Es hombre o mujer?
—¿Se acuerdan de nuestro viaje?
NILA y CALU: —¡Sí!-avientan con la cabeza.
—Bueno… la última noche, cuando fuimos a cenar... fue ahí.
Esa noche lo perdí. Bah, en realidad, me equivoqué.
Cuando fui al tocador, choqué con un chico y, sin darme cuenta, tomé su celular y él tomó el mío. Eran el mismo modelo. Y recién me di cuenta del cambio cuando llegué acá.
CALU: —O sea... ¡que sí es un hombre!
NILA: —¡Es verdad! ¡Chocaste con un chico esa noche!
CALU: —Y ahora él tiene tu celular...
Risas generales.
Yo me reí también, aunque algo nerviosa.
Tapaba mi rostro como niña tonta entre tantas risas.
—Bueno, eso no es todo… Él me llamó, y yo le corté. Me dio un ataque de nervios.
¡Es que es un chico lindo… sexy…! Me quedé muda y... clic, le corté. Me puse de todos los colores existentes...¿pueden imaginarse ?
Mis amigas se largaron a reír con fuerza, y yo me puse aún más colorada y tensa por su risa burlona, en ese instante quería huir al pasado y no vivir este vergonzoso momento frente a mis amigas.
CALU: —¿¡Es apuesto!? ¡Dinos!
NILA: —¿Tenés fotos? ¿Cómo se llama?
—Sí, es muy apuesto. Miren, tiene fotos en su celular. Se llama Demir. Es muy lindo... aunque un poco maleducado.
NILA: —¿Por qué maleducado? ¿Qué pasó después?
—Bueno... me escribió después de esa llamada. Le dije que no podía devolverle el celular por el momento, porque estoy acá en Mar del Plata...
Y él, en lugar de entender, ¡me llamó ladrona! Yo me enojé, obviamente. Así que no le volví a escribir. Recibió más mensajes, seguro de sus amigos, pero no tengo cómo comunicarme. No sé su número aun , y por el eso les escribí a ustedes por Facebook.
CALU: —¡Mirá, changa! ¡Te pasan todas! Un chico guapo y sexy te escribe, ¡y vos te enojás!
—¿Qué pensás hacer ahora?
En ese momento no tenía respuesta alguna para Calu,mi mente estaba de cabezas con todo lo sucedido.