CAPITULO 10

Viernes por la mañana
Demir
Suena el despertador. Miro de reojo: 9:00 a.m.
Dios… qué dolor de cabeza.
Siento la boca seca, los ojos pesados. ¿Qué habrá pasado anoche?
Solo tengo vagos recuerdos: música fuerte, tragos, luces de colores…
Y una rubia hermosa.
Sé que bailé con ella.
Pero… no me acuerdo ni de su nombre. Qué horror. ¿Cómo pude?
Me siento en la cama con dificultad y veo una nota doblada sobre la mesita de luz.
La abro. Mi estómago da un vuelco.
> ¡Gracias por una hermosa noche!
♥ Romy
PD: Llamame
260-619-5897
Fantasmas del pasado
Dione
¿Cómo se atreve a venir?
No tiene cara. Después de haberme engañado, de mentirme sin pestañear... ¿cómo tiene el descaro de presentarse?
Cómo quisiera borrar ese tiempo. Sí, ese tiempo donde todo parecía perfecto.
Donde éramos felices.Todo tenía su ritmo, su momento, su magia... hasta que él lo arruinó, con esa atorranta de la calle.
No sé por qué pierdo mi tiempo recordando el pasado.Volver a ese dolor no me hace bien. Basta.
Respiro hondo.
Volvamos a la realidad. Buscaré un lugar donde aprender bachata. Algo que nos saque a mis amigas y a mí de la rutina. Va a ser divertido y tendremos mucho para charlar de eso...ja ja.Haré unas compras para esta noche. Aún tengo tiempo, son las 17:25 .
La tarde está hermosa para salir en la bicicleta, disfrutar del aire fresco y el atardecer. Entre góndolas y esquivando carritos, salgo del supermercado después de un largo rato en la fila del super.
Tampoco encontré ningún lugar donde enseñen bachata. Qué bronca.
Ya empieza a refrescar y anochece. El tránsito es un caos y no me deja avanzar rápido,tengo que calmarme después de todo ese ruido entre bocinas y autos,tomaré un descanso al llegar a casa.
Finalmente estoy a una cuadra de casa,parece que hay alguien esperando afuera que no logro distinguir,me baje de la bicicleta y camine esa cuadra.
No...
Era lo que me faltaba para terminar el día.Mi padre.Con una sonrisa dibujada. Como si nada. (La gente indeseable no deja de aparecer)
—¿Es en serio? ¿Qué hacés acá? —le lanzó, sin filtros.
Joel—¿Ese es el modo de recibir a tu padre?
—Hace tiempo dejaste de serlo —le escupo con rabia contenida—. ¿O ya olvidaste lo que hiciste? Nos abandonaste. Yo tenía 15 años. Te fuiste sin mirar atrás.¿Qué querés ahora?
Joel—Es evidente que aún estás molesta. Pero con tu madre ya hablamos de este tema… ¿No podés olvidarlo?
—¿Olvidarlo?Vete.Vete de aquí ahora mismo. Y no vuelvas.
Entró, furiosa. Pero también... rota.
Cierro la puerta de un portazo, dejó la bicicleta en el rincón, guardo las bolsas como puedo y subo las escaleras sin mirar atrás.
Solo quiero descansar,llegar a mi cama y dormir,si,dormir olvidare este día...Lo necesito.
Y ahí, sin quererlo,dejó caer todas esas lágrimas que tenía guardadas.
Esas que duelen,esas que no sanan con el tiempo.
Recordar así…solo vuelve a abrir esa herida que nunca terminó de cerrar.
10 años atrás...
Me veo de niña.
Llorando.
Los veo discutir, pelear…
Y solo lloro.
Papá se va, enojado, dando un portazo.
Mamá se encierra en la habitación.
La llamó, entre sollozos, con la garganta rota de dolor.
No me responde.
Vuelvo a llamarla, más fuerte, más desesperada…
Nada.
Me secó las lágrimas con la manga de mi buso y abro la puerta.
Y ahí está.En el suelo.Sangre en sus muñecas.
Los ojos cerrados.No responde.
—¡¡¡Despierta hija... despierta!!!
Abro los ojos, aturdida, empapada en sudor.
Solo fue un mal sueño.Un recuerdo.Uno de esos que nunca se borran.
Abrazo fuerte a mi mamá, buscando algo de paz en ese presente que todavía me cuesta creer que esta conmigo....
—¿Hija? ¿Estás bien? ¿Qué te ocurre?
—Solo fue una pesadilla, ma... una pesadilla.
—Bueno, tranquila… tus amigas están abajo, esperándote.
—Gracias, ma. Enseguida bajo… Primero tomaré una ducha.
Todavía estoy en shock. Hace años que no me sentía así.Tan mal.Tan rota.
Bajo el agua caliente, los recuerdos me invaden de nuevo.Las imágenes.La sangre.
Los gritos.El silencio.Me empiezo a marear.
Oscuridad.Despierto.Todo blanco.
Un zumbido en los oídos.
La cabeza me late como si fuera a explotar.
Escucho una voz.
—No te muevas, Dione. —dice el doctor con voz firme pero amable—. Te desmayaste y te diste un fuerte golpe en la cabeza.
Tranquila, voy a avisarle a tu madre que despertaste.
Trate de acomodarme en esa camilla ,solo frío sentía en mi cuerpo y un fuerte dolor en mi cabeza, trataba de entender que pasó.
Poco después entra mamá, con los ojos enrojecidos y el alma en la cara,su preocupación se notaba.
—Hija… ¿cómo te sientes? Te desmayaste en la ducha.
—Me duele la cabeza, mucho. Solo recuerdo que estaba bajo el agua… me mareé.¿Qué pasó después?
—Estaba con tus amigas abajo, y como vi que tardabas, subí a buscarte.
Te llamé y no contestabas…
Te encontré en la ducha, inconsciente.Llamé a la ambulancia enseguida.Tus amigas están afuera, quieren verte. ¿Cómo estás ahora?
—Ya te dije, me duele la cabeza… y tengo hambre.
—Le avisaré a las chicas que pasen.Preguntaré al doctor o a la enfermera si podés comer algo. Ya vuelvo.
—Ok…
—Nila entra primera, casi corriendo.
—¡¡Amigaaaa!! ¿Estás bien? ¿Qué te dijo el doctor?
Calu la sigue de cerca.
—Sí, contanos… ¿Qué fue lo que pasó?
—Estaba en la ducha y me mareé. No recuerdo más nada. Solo este dolor de cabeza.
Y el doctor todavía no me dijo nada...
Calu frunce el ceño algo preocupada también.
—Dione… Dinos la verdad. Somos tus amigas.
Nila asiente, seria.
—Sí. Tu mamá nos dijo que despertaste aturdida y transpirando. ¿Qué pasó en realidad?
—Solo fue una pesadilla. Mamá siempre exagera. Dormí muy tapada, eso es todo.
Calu no se convence.
—¿Qué soñaste para despertar así? Decinos.
—Fue solo un mal momento del pasado… nada importante. Chicas, de verdad, no es nada.
—Enfermera:
—Permiso. Chicas, tendrán que salir. Le haremos unos estudios.
—Vayan, después hablamos —les digo—. Avísenle a mi mamá, por favor.
Calu me toma la mano antes de irse.
—De acuerdo. Te queremos. Hasta luego.