CAPITULO 15

Demir
Qué cansancio... esta vez me excedí corriendo.No queda otra: a bañarse. Eso me va a relajar y, con suerte, acomodar esta cabeza que parece una ensalada rusa... demasiados pensamientos, demasiados sentimientos nuevos.
No sé si son buenos.No sé si son correctos.Pero ahí están...
Dione me preocupa. No saber cuál es su situación me pone mal, intranquilo, desesperado…
Y yo no soy así.Recién son las 12 del mediodía...¿Qué hago? ¿La llamo ahora?
Mejor espero un rato más.
Tal vez sigue en el médico, será mejor que no moleste con mis preguntas estúpidas,y seguramente este con sus padres.
Dione
Qué horror tenerlo aquí...
Ahora, haciéndose el padre correcto y compasivo, cuando nunca lo fue...debería ocuparse de su familia y dejarme tranquila,no lo necesito.
¡Y encima habló con Demir!
Necesito saber qué se dijeron, pero no me animo a llamarlo.Ya debe saber, por este cretino, que estuve en el hospital.
—Hija… ¿por qué le hablaste así a tu padre? ¿Qué te hizo?
Mi madre esta más preocupada de lo que quisiera, maldita seas Joel.
—Mamá, no quiero que venga a hacerse el padre ejemplar ahora. Vos sabés bien que él
ya no existe para mí. No hay vuelta atrás. Todo va a seguir igual.Y estoy así… por su culpa.Si tan solo no hubiera aparecido esa noche… yo estaría bien.
¿Por qué aparece ahora?
Estuve bien todos estos años sin él…
(No puedo evitar llorar... siento tanta bronca, tanto odio.)
—Hija… Sea como sea, sigue siendo tu padre. Si no querés verlo porque te hace mal, lo entiendo… pero nunca dejará de serlo. Esté o no presente.No llores, hija. Tenés que ser fuerte. Aprender a olvidar… y a perdonar.
—Eso nunca.
Jamás perdonaré su abandono.Jamás.
(Suena el teléfono... miro la pantalla.)
Es Demir.
—Hola…
—Hola, Dione… disculpá que te llame, pero…
—No es un buen momento para hablar. Más tarde hablamos. Chau.
Demir
Me cortó.
No me dejó decirle nada.
Se la escuchaba mal… su voz, su respiración…
Estaba mal. Pude sentirlo.
¿Habrán discutido por mí?¿estaba llorando?
Espero que no.Pero… ya me siento demasiado culpable por haber atendido esa llamada.
Realmente...
Siento que llamé en el peor momento.
Dione no estaba bien.¿Será que su padre le dijo que hablara conmigo?No sé...No puede estar así solo porque atendí el teléfono y era él.¿Será que no tiene buena relación con su padre?Eso explicaría por qué no lo tiene agendado en su celular.
Qué mal todo…Será mejor que cene ya es algo tarde.Ya hice demasiado esfuerzo hoy.
Dione
—Mamá… esto no ha terminado. Dile que se vaya…
—Está bien, hija. Si eso querés, eso haré.
Rina:—Joel, vete por favor. Dione no está bien, y el doctor dijo que debe estar tranquila y relajada.
Joel:—Es mi hija. Quiero saber cómo está. Me preocupa… y aun así no me habla.
Nunca va a perdonarme…
Estuve llamando a su celular y me atendió un tal Demir. ¿Sabés quién es? ¿Es su novio?
Rina:—Mirá… ella no te ha perdonado. Y vos no podés exigirle que te hable.Si no quiere, no lo va a hacer.En cuanto a Demir, ella es grande y sabe perfectamente lo que hace o deja de hacer. Ya no tiene cinco años.Tenés que entenderlo: ella decidirá cuándo hablarte.Ahora, por favor, andate.
Joel:—Está bien… me voy.
Pero hablale, por favor… decile que se cuide…
Y que la quiero. Chau.
Qué mal me siento...Mi cabeza va a explotar.
No puedo creer que le corté el teléfono a Demir.Me siento tan culpable... Me desquité con él, y él no tenía nada que ver.Le voy a mandar un mensaje...
-“Hola Demir. Disculpa por haber cortado. Lo siento mucho. No quise ser maleducada, pero estaba mal... y justo llamaste.
Disculpame.