amor a la medida

La maquina

La pequeña Crystal se ha convertido en una hermosa mujer de ojos Marrones y mirada profunda, es una persona optimista y decidida de lo que quiere en su vida, ella hace mucho tiempo se dio cuenta que las matemáticas no eran lo suyo y que escribir ensayos tampoco, ella sabía que la moda era algo para ella, lo sentía.

-Tal vez no tenga un cuerpo perfecto como una modelo, pero si tengo una  mente perfecta para diseñar ropa- se dijo así misma mientras acariciaba la tela recién comprada con la que planeaba hacerse un lindo vestido, le hecho una mirada a su cuaderno y tomo un lápiz comenzó a trazar líneas tanto como su imaginación le ayudo, unos minutos más tarde levanto el cuaderno y sonrió, a ella le gustaba y eso era lo que importaba, se levantó de la mesa cogió la tela y camino hacia una vieja máquina de coser, cuando Crystal era una niña había visto por primera vez en casa de su abuela una máquina de coser y a su abuela utilizándola, siempre le había llamado la atención el pedal, ella quería jugar con el pedal pero nunca se atrevía, años más tarde su abuela falleció y su tía Cami se quedó con la vieja máquina sin darle ninguna utilidad, Crystal quería esa máquina, ella se imaginaba todos los diseños que podría crear en ella, pero no se atrevía a pedírsela a su tía porque no era una tía tan amigable, así que se planteó en su mente que la compraría, si ella iba a comprar la máquina de coser  de su abuela y así nadie le podría reprochar nada fue así como Crystal ahorro cada centavo que llegaba a ella y además ayudaba a cuidar el niño de su vecina quien jugaba muy bien con bebé Derick, su vecina siempre muy agradecida con Crystal porque así podría ir a ponerse al día de los chismes de los demás le pagaba muy bien a la joven.

Fue así como al cabo de tres meses Crystal junto una cantidad considerable de dinero y fue a hablar directamente con Tía Cami, ella era una mujer muy hermosa pero ella no podía tener hijos y eso la mantenía de mal humor casi todo el tiempo, Crystal no imaginaba como Tío Bob la aguantaba pero le daba pesar que en su casa hicieran falta las risas y llantos que un bebé otorga Crystal los compadecía y por eso siempre trataba de ayudar en lo que podía al llegar a casa de Tía Cami está la saludo con una sonrisa y Crystal suspiro aliviada al parecer estaba de buen humor.

-Tía Cami el motivo de mi visita es hacerte una propuesta- dijo la joven muy segura.

- te escucho-

-Recuerdas la vieja máquina de coser de la abuela-

-Si Crystal la recuerdo, está en el ático-

-yo quería…comprártela Tía-

…-pero Crystal es un recuerdo de mamá yo no puedo-…

Crystal bajo la mirada y se vio los dedos ella estaba triste y de pronto también nerviosa o desilusionada ella no sabía lo que sabía era que ella quería esa máquina la quería en serio.

La tía al ver triste a su única sobrina lo pensó un momento luego suspiro y dijo:

-Está bien Crystal puedes llevártela después de todo a tu abuela le hubiera encantado saber, que alguien heredo su gusto por crear moda, y no te preocupes por el dinero no permitiré que me des nada, solo cuídala y disfrútala recuerda a mamá cuando la uses- dijo su tía y se levantó rápidamente yéndose a su habitación.

Desde ese día Crystal había tenido la vieja máquina de coser de su abuela en su casa y a su disposición, pero ella aun no sabía coser así que se conectó a internet y busco una academia cercana en donde ella pudiera aprender lo esencial, encontró una cerca de su antigua escuela averiguo los costos y vio que con lo que tenía gracias a que su tía no le cobro le alcanzaba para unos meses, ya después ella se encargaría de ver como conseguía lo demás se inscribió y así comenzó su proceso de aprendizaje con entusiasmo.

Meses más tarde ella estaba sentada frente a la vieja máquina de su abuela con una hermosa tela en las manos y un hermoso diseño que poner en práctica, ella recordó a su abuela y continuación comenzó la labor planteada a medida que ella cosía, cortaba y pedaleaba veía como la hermosa tela iba tomando forma, el tiempo pasaba volando, la música instrumental la relajaba y la mantenía calmada, Crystal tenía una habilidad increíble y además era muy rápida ella finalizaba sus diseños en menos de lo planeado en estos momentos ella estaba levantando la tela que se había convertido en un hermoso vestido color Carmesí a ella le encantaba ese color, lo siguiente era tallárselo ella fue a su habitación y se lo probo, era un vestido manga larga pero con un escote en la espalda no demasiado extravagante, Crystal tenía una cintura de avispa o por lo menos eso decía su mamá, su vestido era de cuello alto y dejaba ver sus hermosas piernas torneadas y bronceadas pues le llegaba a la mitad de la pierna, Ni tan corto, ni tan largo pensó y sonrió al espejo, -está hecho- se dijo, volvió la cara hacia el reloj que colgaba en la pared de su habitación y vio que iban a dar las cinco, ya no tenía tiempo de cambiarse su hermanito Derick saldría de la escuela pronto y ella debía recogerlo, se pasó las manos por su largo y brillante cabello negro y se lo recogió en una coleta alta, aplico brillo en sus labios y perfume en su cuello, se puso sus zapatos de piso negros, se dio una mirada en el espejo y negó con la cabeza, -esos zapatos no- se dijo, y miro unas plataformas no tan extravagantes pero si llamativas, se las puso y le gustó mucho más la nueva combinación, cogió su móvil lo metió dentro de su bolsa y salió disparada como un rayo hacia la escuela de Derick.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.