amor a la medida

La Cena

Iban a dar las siete, y Lucas a diferencia de otros hombres no tardaba solo cinco minutos en estar listo, este tardaba un poco más, -no es que sea metrosexual- se dijo así mismo –solamente la presentación ante todo, sobre todo si hay chicas alrededor- la cena con su padre seria a las ocho y treinta  en el canelón el Restaurante favorito de Benjamín, Lucas no sabía de que se trataría pero su padre había dicho que eran nuevas ideas para modas Thomson, porque que Lucas se acordara no había salido en escándalos de la prensa últimamente y había mantenido un bajo perfil con las mujeres con las que había compartido la cama, luego de una ducha con agua fría Lucas escoge su atuendo algo un poco más sencillo que el esmoquin que uso en el evento, esta vez toma una camisa de botones que no termina de abotonar dejando un poco al descubierto sus bien formados pectorales, un pantalón azul y unas zapatillas negras, el restaurante es más sencillo así que deja de lado la corbata, coge uno de sus Rolex se lo coloca, -seguiremos con el cabello- se dice, pone un poco de gel y decide peinarlo por un lado a manera de chico bueno ya que la cena es con su padre guardara sus trucos de conquista para más tarde, se rocía de loción y está listo toma las llaves de su auto y le echa un vistazo a su reloj son las ocho menos un cuarto tiene buen tiempo para llegar sale en busca de su auto esta vez se llevara el Ferrari se sube en él y al momento se enciende la radio, están hablando de algo relacionado a oportunidades laborales así que Lucas lleva su dedo hacia la pantalla digital y selecciona otra emisora la canción Yellow de Coldplay suena y la deja, comienza su recorrido, escuchando las suaves notas de la canción y algo dentro de él se mueve porque a pesar de tener a muchas chicas babeando por él ninguna lo ama, ninguna le ha dedicado canciones o escrito una carta jamás, -Claro con la fama de Don juan que te cargas Lucas ¿Qué quieres que te compongan versos? Por favor- se dice a sí mismo, pero lo cierto es que a Lucas solamente le había dado amor su padre y él aunque no lo dijera sentía los vacíos en su corazón él sabía que algún día se tendría que casar, pero la fidelidad no era algo en lo que él fuera realmente bueno, Lucas nunca había tenido siquiera una relación formal en su vida, era algo que veía lejano y desconocido sabía que si se casaba algún día seria porque le convendría a modas Thomson y nada más porque el sentimiento al que se le conoce como Amor él no lo conocía, tampoco había amado a ninguna mujer ni siquiera de joven aquellos solo habían sido caprichos de un Capullo caprichoso, -¿Qué se sentirá amar y ser amado?- dijo en voz alta mientras estaba a punto de estacionar su auto, se bajó con esa pregunta en su cabeza y camino hacia la entrada del canelón.

*****

Benjamín se encontraba sentado tomando una copa de vino escoces de la reserva 1980 y le había pedido a Lucas una copa también, Lucas se aproxima por detrás y le cubre los ojos con las manos como lo hacía cuando era solo un Crio de no más de ocho años Benjamín sonríe su pequeño ha llegado.

-por fin llegas muchacho- le dice con una sonrisa

Luego de saludarlo Lucas mira su reloj son las ocho treinta.

-Justo a tiempo padre- responde.

-mesero- llama Benjamín.

-Señor- responde el mesero con una sonrisa de amabilidad.

-tráiganos la carta por favor- pide Benjamín

-Aquí tienen señores- dice el mesero dejándole una carta a cada uno – y déjenme ofrecerles la especialidad del día, Salmón Marinado con especias exóticas-

Lucas ve con recelo a su padre y su padre entiende la mirada de Lucas

-danos un minuto mientras vemos la carta- dice benjamín

-con gusto señor- dice el mesero y se marcha.

-¿marinado con especias exóticas? ¿Qué clase de especias pueden ser exóticas acaso constituyeron el polvo del Sahara como una especia?- dice Lucas mientras ríe divertido.

- Este restaurante es mi favorito hijo porque aquí veníamos con tu madre y porque siempre preparan la mejor pasta, los nuevos platillos del menú no son lo que lo hace mi restaurante favorito sino, los recuerdos que estas paredes albergan-.

El restaurante era elegante no demasiado extravagante pero Benjamín tenía razón tenía años de existir, del techo colgaban grandes candeleros que brindaban una luz un poco tenue, el piso era de color vino, las paredes de color pastel y en la segunda planta tocaban música clásica había una pequeña pista de baile ahí es donde benjamín le había contado a Lucas que llevaba a bailar a su madre. El restaurante también era reservado y conocían a Benjamín desde hace muchos años es por eso que el canelón era el lugar de Benjamín Thomson.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.