Habían pasado dos semanas perfectas para Crystal todo en su trabajo salió de lo mejor, cada día había encontrado en su silla una rosa de diferente color con una dedicatoria de Lucas al parecer si hablaba en serio acerca de enamorarla, los textos diarios no podían faltar Lucas había salido del país por dos semanas Crystal tenía dos semanas sin ver a su Crush, porque eso era para ella un amor imposible aunque él de una y mil maneras le dijera que podía ser todo lo posible que ella quisiera, aquella noche cuando ella recordó su historia con el Innombrable sintió que no podría jamás superar aquella traumante relación, pero había sido Lucas quien con sus detalles estaba logrando que ella terminara de cerrar sus heridas, era sábado y Crystal saldría a las doce tenía planeado ir de compras porque quería un par de zapatos que había visto el jueves en el centro comercial aparte de eso con su primer salario quería ayudar a pagar algunas cuentas en su casa para sorprender a su madre, Crystal estaba terminando de dibujar su ultimo diseño del día Cuando de pronto escucho que tocaron la puerta, -Toc, Toc-, quien será se preguntó a si misma –adelante- dijo la joven, cuando vio abrirse la puerta y vio entrar un gran oso de peluche con globitos en forma de corazón, estaba hermoso era una coneja una muy grande pero adorable, y lo que estaba detrás de ella era lo mejor, un Lucas se escondía detrás de aquel gran obsequio –Susto!, grito Lucas con cara de niño feliz, crystal estaba de pie detrás de su escritorio con las manos en la boca y sin poder creer que toda aquella cursilería saliera de Lucas Thomson él corazón se le estaba derritiendo de ternura -¿Qué es todo esto? Pregunto la joven con los ojos muy brillantes –Hoy no es mi cumpleaños Lucas dijo ella, -Hola mi princesa- dijo él mientras se acercaba y ponía los obsequios en una silla luego se dirigió a ella con una mirada de necesidad y la abrazo aspiro de su aroma, y ella sabía, la iba a besar y ella quería que la besara, cuando él levanto la vista vio por un segundo aquellos provocativos labios respiro hondo y trato de reprimir las ganas que tenia de comérsela habían sido dos semanas duras lejos de ella, ni por un momento había salido de su mente, su dulce y tierna Crystal, tampoco su encantadora y sexy presencia y la manera en que ella lo alteraba con una mirada le encantaba, se controló y le dio un casto beso en la frente mientras la abrazaba le decía al oído lo mucho que la había extrañado.
-Sabes Crystal, te necesitaba tanto, he pensado que una rosa diaria no es suficiente para hacerte sentir lo especial que eres para mí, y rumbo al aeropuerto he pasado por una tienda de obsequios y esa conejita me conquisto desde que la vi, tiene los ojos tan grandes como tú-.
Era lo más tierno que un hombre tan grande y musculoso y bien formado un Semi-dios podría decir.
-Oh, Lucas las rosas me han encantado nadie me había dado tanta importancia como tú, que aunque no estabas en el país siempre estabas tan al pendiente de mi día y de todo lo que acontecía en él, eres perfecto-, dijo ella mientras se paraba de puntitas y depositaba un beso en su mejía.
Ese beso era la razón que lo hizo aguantar ese terrible viaje esa horrible distancia, ese largo tiempo sin ver el brillo en esos grandes ojos que lo traían loco, sin duda alguna era la mujer de sus sueños.
-y dígame señorita ¿qué ara después de salir del trabajo?
Crystal lo piensa por un segundo mientras juega con sus dedos, -Nada- suelta la hermosa joven poniendo cara de inocencia.
-pues ya está iremos a almorzar y luego al cine ¿te parece? A lo mejor te suene muy de jovencitos, pero es lo que he visto en las películas que se hace, nunca lo he hecho con nadie Mi dulce niña.
Crystal ríe en sus adentros, es un niño, un completo niño intentando tener una cita, nuestra primera cita…-claro que no, me parece una grandiosa idea me gusta el cine y me gusta la buena compañía.
-entonces cariño son las 10:00am déjame ir a mi casa a dejar las maletas, me daré una ducha y me cambiare y pasare por ti a las 12:00md ¿te parece?
-Estaré lista a las 12:00md Lucas, aunque no me siento vestida para la ocasión-
-entonces te parece si paso por ti y te llevo a tu casa a que te cambies-
-Me encantaría Lucas-
-me daré prisa entonces, mi pequeña princesa-, Lucas se acerca y besa la Mejía de Crystal esta le devuelve el gesto con una de esas sonrisas que llenan de paz a Lucas y entonces él se marcha.
Crystal está emocionada, después de meses ella tendrá una cita una de verdad solo ellos dos compartiendo tiempo, hablando de cualquier locura, lejos del trabajo de compañeros acosadores de diseñadoras envidiosas solo él y ella, -verlo después de dos semanas, me encanto pude darme cuenta de lo mucho que lo echaba de menos.