Pensé que sería fácil.
Una chica de pueblo, endeudada hasta el cuello, firmando un contrato sin leer las letras pequeñas. Lo lógico era suponer que sería amable, obediente y algo mansa, pero me equivoqué.
Andrea tiene más carácter que una tormenta en el desierto, y una lengua tan filosa como su puntería con la chancla. No solo no se dejó domar, sino que se me subió al lomo y me obligó a ver el mundo al revés.
Grita, discute, se burla y me reta como si no le importara nada. Quizás por eso no puedo dejar de mirarla, porque cuando la subí a mi camioneta para que trabajara en mi rancho y así saldara las deudas de su familia, pensé que le estaba haciendo un favor.
Pero ahora no estoy tan seguro de quién le hizo el favor a quién.
Solo sé que su alma latina me envuelve con un poderoso hechizo que me tiene deseoso por sus besos.
#113 en Novela romántica
#47 en Chick lit
amistad amor comedia, vaquero rancho oportunidades, mujer fuerte y empoderada
Editado: 13.08.2025