Alicia observó el mensaje de reojo, pero guardó su móvil en el bolsillo y analizó la escena. Todo esto le resultaba raro; Tiana ayer se escuchaba bien.
—Tiana, ¿qué ocurre? —dijo Alicia mientras se le acercaba.
—Él... creo que me engaña —dijo Tiana sollozando.
Ya no era sorpresa. Bueno, Nicky siempre fue un tipo inmaduro.
—Ah, ¿y por qué lo dices? —preguntó Alicia, fingiendo sorpresa.
—Es que al parecer lo vieron con otra y ha actuado extraño —dijo Tiana mientras se secaba las lágrimas.
—Pero no estás segura —dijo Liam mientras le acariciaba la cabeza—. Corazón, no debes llevarte por la primera impresión.
—Es cierto —dijo una de las chicas—. Lo podrías investigar.
—No veo muy seguro hacer eso —comentó la otra.
—Pues si necesitas ayuda en eso —dijo Alicia—, yo me ofrezco junto a Liam.
Alicia solo lo decía por decir algo; la verdad es que le parecería tortuoso investigar a Nicky.
—¿En serio, Ali? —dijo Tiana.
Liam veía lo que se venía, así que miró con cara de "Di que no".
—Claro, no me molestaría —dijo Alicia.
—Entonces, ¿podrían husmear el casillero de Nicky? —pidió Tiana.
Alicia perdió la sonrisa. Los casilleros que hablaba Tiana eran para los del equipo de básquet del instituto. Si quería husmear en el casillero, debería entrar a un salón aparte y asegurarse de que no habría nadie. Sería muy tortuoso, más cuando los chicos llegaban impregnados de sudor y fuertes perfumes.
—¿Qué? —dijo Alicia sorprendida.
—Sí, y si notas algo raro me lo dices —dijo Tiana mientras tomaba las manos de Alicia—. Por favor, Ali, no quiero vivir con esta zozobra.
—Está bien, iré con Liam —dijo Alicia—. Pero necesito que me ayuden a que nadie se dé cuenta de que entré. Es decir, distraigan a todos para que alguien pueda entrar.
—¿Estás segura? —dijo Liam.
—Sí, claro —contestó Alicia—. ¿Qué malo podría pasar?
Alicia y los demás generaron un plan. Durante el recreo, nadie rondaba los salones porque estaba prohibido. Como se encontraban en un salón, debían ser precavidos. El plan era el siguiente: Tiana y las otras dos chicas estarían en diferentes pasillos para vigilar que nadie se dirigiera al salón. Liam esperaría afuera mientras Alicia revisaba el casillero. Tenían una ventaja: las llaves del casillero.
El plan comenzó. Por suerte, el salón estaba abierto. Alicia entró y localizó rápidamente el casillero, no solo porque tenía su nombre, sino también por el gran estampado de su banda favorita. Introdujo la llave y escuchó un "clic" al abrir. Curiosamente, el casillero era lo suficientemente grande como para que cupiera una persona; medía aproximadamente dos metros de alto, un metro de ancho y un metro de profundidad. Alicia observó todo. Parecía el contenido de un chico normal. Tomó un cuaderno, al parecer su agenda, y comenzó a hojearlo. No había nada extraño, solo indicaciones del día:
Lunes:
Examen de química
Básquet
Salida
Tarea de matemáticas
Llegar temprano a casa
"Tiana solo exagera", pensó Alicia. Pero al fondo encontró una caja negra de madera. La tomó y la abrió. Sus ojos se abrieron de par en par: había fotos de chicas recortadas, labiales usados o eso parecía.
—¡Qué mierda! —murmuró Alicia.
Foto tras foto, posiblemente de varias chicas del instituto. Encontró una de Tiana con una X en el rostro. Detrás de las fotos había diferentes fechas. Encontró una foto de una chica que no parecía del instituto, con una fecha reciente: "Martes XX-X-XXXX". Había también un número. Alicia sacó rápidamente su móvil y lo anotó. Quiso seguir husmeando hasta que llegó un mensaje a su bandeja de entrada: "Rápido, escóndete. Algo salió mal, al parecer se adelantaron".
Alicia cerró la caja y la colocó en su lugar. Cerró el casillero de manera rápida, observó su entorno y escuchó voces acercándose. Sin pensarlo, se metió en un casillero y ajustó la puerta para que no se cerrara con seguro. Al instante, entraron los chicos de básquet. Reconoció la voz de Nicky y los escuchó quejarse del partido de práctica. Alicia silenció su móvil y le escribió a Liam: "¿Qué hago ahora?".
pensarían que era una pervertida tratando de espiar a los chicos mientras se cambiaban, pero no tan siniestro como lo que había encontrado en esa caja guardada por Nicky.
—Chicos, deberían mejorar sus habilidades —dijo Nicky con un tono de liderazgo—. No podemos llegar al partido así.
Alicia se tapó la nariz. El olor a sudor mezclado con perfume era insoportable. Escribió a Liam, pero este no contestaba. Se sentía vulnerable, sucia, escondida como una delincuente. Escuchó pasos acercándose al casillero y su mente se nubló, temiendo lo peor.
—Hey, Velasco, te he notado pensativo por esa chica —dijo Nicky, apoyando un brazo en los hombros de Velasco—. Ya déjala.
—No —respondió Velasco, seco.
—Uhh, bueno. ¿No crees que es novia de Liam? —continuó Nicky con burla—. No sé, hermano, siempre andan juntos y...
—Ella dijo que solo son amigos —replicó Velasco, apartando el brazo de Nicky—. No me molestes. No estoy de ánimo.
—Bueh, Velasco, ya es demasiado —dijo Nicky, visiblemente molesto—. ¿Crees que no me di cuenta?
—¿De qué? —preguntó Velasco, arqueando una ceja.
—Te metiste a ese programa ambientalista solo por ella —dijo Nicky con tono de fastidio.
Alicia, escondida, quedó sorprendida al escuchar esa confesión, pero su preocupación mayor era no ser descubierta. El calor en el casillero era sofocante, y justo cuando pensó que no podría más, llegó un mensaje de Liam: "Ali, dame dos minutos. Resiste".
—No sé, ¿y qué? ¿Es tu problema que me haya metido por ella? —respondió Velasco con seriedad—. No te metas en mis asuntos.
Velasco se acercó más al casillero.
—Hey, hey, hey. No seas ridículo poniéndote así por una chica —dijo Nicky, irritado.
Alicia sintió un escalofrío al escuchar los pasos tan cerca. Rezó en silencio para desaparecer.