Hoy como un día cualquiera me levanto para ir al colegio, la misma hora, la misma rutina, siempre siendo lo mismo todos los días, pero algo sentía que iba hacer de diferente hoy… ¿pero que era?
Bueno no puse atención a ello y fui al colegio, claro llegué tarde como siempre a pesar de que me levanto temprano pero que da, siempre pierdo el bus de ida, bueno me toca caminar me dije ¡que son cuatro cuadras no, así que a caminar se ha dicho! una vez cuando llegué al colegio había alguien que era importante para mí, pero esa persona no lo sabía y esa persona no sólo era mi compañero sino que también era mi mejor amigo Arthur, mi confidente de hace tanto tiempo, él siempre me trato como su amiga, hasta como una hermana, pero yo no quería, yo quería ser más que eso, quería que me viera como una mujer, por eso siempre estaba bien arreglada hacía de todo par que se fijara en mi pero jamás funcionó por más que lo intentaba.
En la hora de receso siempre pasamos juntos y cuando me acerque a él para ir al comedor me dijo que tenía planes con alguien más que lo perdonara por no acompañarme, me dolió porque no íbamos a estar juntos. En el comedor estaba sola sentada porque a mí no me interesaba tener más amigos solo me importaba el, con el me bastaba y ya no necesitaba a alguien más, la hora del receso acabó, la clase ya empezaba y Arthur no llegaba él siempre era puntual, era una persona bien dedicado a los estudios, por eso me extrañaba que aún no haya llegado y jamás llego, las clases acabaron pero yo estaba preocupada por el que le habría pasado por qué no llegó, en donde se metió.
Los nervios me tenían de punta no sabía que hacer llame a mi madre para decirle que iba a llegar tarde a clases que tenía que hacer un trabajo, una vez que colgué fui directo a la casa de Artur con su mochila camino a su casa me decía a mí misma que por favor Arthur este en su casa una y otra vez hasta que llegue pero tenía miedo de tocar la puerta y de enterarme de una mala noticia pero me arme de valor y toque la puerta, alguien abrió la puerta…
¡ERA ARTHUR! Emocionada lo abrace, pero él se extrañó que lo abrasara tan aliviada, entramos a su casa, su madre no se encontraba ni su padre, solo estábamos los dos además era hijo único, le pregunte por qué no llegaste a clases después del receso que pasó si tu jamás falta, así estés muy enfermo. El solo me miro y con una sonrisa la que me dejaba cautivada me dijo que quería sentir por primera vez que era fugarse de clases hacer una travesura, yo en bobada por su sonrisa y sin preguntar ni cuestionar le creí sin saber que algo andaba mal que el me ocultaba algo, pero no me fije bien, vi mi reloj y era demasiado tarde mi madre si iba a preocupar por mí ya que desde el colegio hasta la casa de Arthur había una gran distancia más o menos una media hora y desde su casa a la mía una hora, cogí mi mochila me despedí de Arthur y me fui corriendo a mi casa pero en el momento que salí de la casa de Arthur sentí una gran punzada en el corazón regrese a mirar atrás donde Arthur y tenía una mirada triste, al llegar a mi casa salude a mi madre, actué como siempre pero aun sentía que algo me oprimía el corazón y no dejaba de recordar la mirada de Artur esa mirada triste y solitaria
Esa misma noche tuve una pesadilla donde Arthur me gritaba que lo ayudara que no lo deje solo, desperté gritando su nombre ¡ARTHUR! Sudando frío mi madre llego a mi cuarto preocupada por mí, se acercó y me abrazo diciéndome que me tranquilizar que no tenga miedo que solo fue una pesadilla, se quedó conmigo hasta que me dormí al otro día mi madre me pregunto cuál fue la pesadilla que tuve, pero yo no me acordaba solo sentía que era algo muy malo, pero no sabía que era.
Quería ver a Arthur, pero no podía ya que hoy no había clases así que me tocaba esperar hasta el día lunes para verlo, siempre en las tardes cuando no teníamos clases nos llamábamos y nos quedamos hasta ciertas horas de la noche charlando, pero ese día no podía contactarme con él. Día lunes llego, pero él no asistió a clases ni en la semana, fui a su casa y nadie me habría, no había nadie en casa yo estaba muy preocupada no sabía nada de él, tampoco contestaba mis llamadas. Pasaron los días y desinteresada llegue al colegio cuando dirigí mi mirada hacia el asiento de Arthur sabiendo que no habría nadie pero no estaba allí sentado como si nada hubiera pasado yo enojada y llorando corrí hacia él lo pegue le grite lo insulte mientras yo me estaba muriendo de la preocupación no te contactabas conmigo para decirme que si te encuentras bien que no me preocupara que si estabas mal que este contigo como tu amiga para apoyarte pero ni lo hiciste lloraba a gritos el me abrazo y me pidió disculpas por hacerle preocupase con una voz fría me dijo que eran asuntos de él que yo no debía y no debo meterme por esos motivos no se contactó conmigo, cogió y se sentó mientras yo me quede hay alado de el con un sensación rara como si nunca lo hubiese conocido.
La clase estaba por comenzar la profesora con quien nos tocaba ya iba a entrar al salón así que me senté en mi puesto.
Al terminar la clase el salió muy rápido del salón desesperadamente, yo me había dado cuenta que durante toda la clase no estaba poniendo atención estaba perdido en sus pensamientos hasta me di cuenta que por unos segundos puso una mirada de horror como si hubiera visto a alguien por la ventana eso fue unos segundos antes de acabar la hora, pero no sabía que vio o a quién vio mire por la ventana solo vi a un chico alejarse no se si fue a él o no, pero lo que si estaba segura el salió tras el a encontrase o encontrarlo por lo que no dude en salir tras de él pero era ya demasiado tarde ya no lo alcance ni siquiera vi por donde se fue, de lo que si estaba segura era de que después de hacer lo que tenía que hacer iba a su casa pero antes de que él llegue yo iba a estar esperándolo a la entrada de su casa, después de una media hora el llego y me vio pero me miro con una mirada de ira, enojo hasta odio y no sabía que le sucedió, ¿Qué tienes? ¿Te paso algo?
Gritando me dijo que no me metiera, no seas curiosa, que no me preocupe por lo que no me importa, entrando a su casa con una voz llena de resentimiento mesclada con enojo y odio me dijo… No te vuelvas a cercar a mí no necesito de tu lastima y perdóname por gritarte, pero eso es lo mejor, vi su espalda mientras la puerta se cerraba quedándome con un sentimiento llena de dolor y tristeza, porque me grito porque me dijo todo eso mientras mis las lágrimas caían por mi mejilla que fue lo que hice, intentaba recordar todo pero no encontré nada en mi cabeza de regreso a mi casa fui directo a mi habitación sin saludar a nadie no quería hablar ya que si lo hacía empezaría de a llorar y no quería recordar nada de lo que me paso no quería sentirme un estorbo para la persona que más quería, la persona más importante para mi vida
Mirando al techo comencé a recordar todos los momentos que pasé con Arthur, cuando me cuidaba, cuando estaba enferma, cuando hacíamos bromas todo cada detalle sin pasar nada, comencé a llorar hasta quedarme dormida al otro día me levante con fiebre mi madre me pidió permiso en el colegio ese día no fui a clases, tenía la esperanza que Arthur llegaría por mi preocupado pero no, nunca llego ni siquiera me llamo por saber cómo me encontraba o pedir disculpas por no venir a verme nada hasta mi madre se extrañó que no llegara, recordando mi madre con una sonrisa contaba que la última vez que me enfermo el llego corriendo hasta tumbando la puerta a verme, hasta se cayó de las escaleras por verme, riendo decía que jamás se alejó de mi me miro pero se preocupó ya que tenía una mirada triste reteniendo mis lagrimas se acercó y me abrazo diciéndome a la oreja acariciando mi cabello… no te preocupes cariño talvez no pudo venir porque ha de estar ocupado en el colegio recuerda que tienen pruebas, y si es verdad estábamos en exámenes pero con una voz temblorosa le dije porque no ha llamado entonces, con una cálida sonrisa mi madre me dijo que mañana va a venir muy preocupado ya lo veras, en el fondo de mi corazón sabía que eso no pasaría y así fue jamás llego, mi madre llamo para saber si le ha pasado algo pero jamás contesto como si ni siquiera quisiera saber nada de mi como si nunca lo hubiera conocido, como si todo lo que vivimos haya sido un sueño hermoso un sueño. Pensé que aún seguía enojado conmigo por lo de la última vez, en ese momento me odiaba por haber ido a su casa ¡¿Por qué lo hice, por qué?! Me gritaba en mi cabeza.
No debía ser muy curiosa ni meterme en su vida, debe comprender que hay cosas que no debo mezclarme
Bueno me recupere y comencé asistir de nuevo no sabía con qué cara verlo si aún seguía enojado conmigo…pero debía enfrentarlo no quería seguir así, sin verlo lo extrañaba demasiado era la primera vez que estábamos muy distantes, muy separados desde que nos conocimos y sentía un vacío grande en mi corazón.
Ese día, apenada entre al salón me imagine la cara del lleno de ira, molesto.
Pero en el fondo de mi corazón quería que todo lo que había vivido sea solo una pesadilla una horrible pesadilla, no quería que me esté pasando esto no lo quería, quería que el llegara corriendo y me abrazara que me diga que no ha podido ir a verme ya que estaba muy ocupado que por eso motivo no ha podido ir a visitarme.
Bueno todo lo que quería era solo lo que deseaba en el fondo de mi corazón, que nada sucedió, pero en el momento que me vio me ignoro como si no me conociera, cuando nuestras miradas se cruzaron no había esa chispa en su hermosa mirada como siempre me ve, si no, había una mirada como si no estuviera en su corazón no había nadie en ella, no miraba a nadie
¡Mi corazón ya no podía resistir un dolor más ya no aguantaba otro más yo no lo podía resistir!
Fui directo hacia el para preguntarle ¿por qué me está ignorando? ¿porque lo hace? que le había hecho quería explicaciones, en el momento que me acerque él ni siquiera me escuchaba no sabía si lo hacía apropósito o solamente no me escuchaba porque estaba bien metido en la conversación con nuestros compañeros, mi corazón ya no lo soportaba sentía como se me despejaba, se hacía trisas hasta quedar en polvo sin resistirlo le grite con una voz fuerte, entre cortada.
- ¡te odio, te odio...!
El me miro y con una sonrisa y con unos ojos apagados, tristes me dijo.
-es lo mejor desde ahora ya no somos amigos- después de una pausa sin mirarme a la cara dijo con una voz bien baja “ADIOS”
Me quede petrificada, paralizada con la mente en blanco mientras veía como se alegaba de mí.
La licenciada llego y detrás de ella Arthur, fue directo a su asiento (no me atreví a verlo a la cara) las clases transcurrían con normalidad como siempre, pero para mí no, no sabía si para Arthur era igual con nervios y miedo de verlo volteé para verlo y cuando lo vi sus ajos estaban rojos me asusté no sabía que le estaba pasando, si estaba enfermo o si ha estado llorando.
Las clases terminaron yo quería hablar con él, no quería que las cosas terminaran así, no debía ser algo, lo tenía que hacer. Al acercarme a él
-Arthur necesitamos hablar
-No hay nada de qué hablar- me decía mientras guardaba sus cosas
-No necesitamos hablar- mientras alzaba mi voz
Cogió su mochila y la dejo a un lado con disgusto y se sentó
-Haber dime lo que tengas que decir pero que sea rápido porque me tengo que ir no tengo toda la tarde, sin mencionar que en la mañana me habías dicho que me odiabas, que te falto de decirme algo más, que acaso también me quieres ver muerto
No lo creía lo que me estaba diciendo que esas palabras estén saliendo de él mi mejor amigo mis ojos se estaban llenado de lágrimas me limpie antes de que salieran y respire profundo
-Arthur como llegamos a esto, ¿cómo fue que paso con nosotros?, nuestra amistad todo lo que vivimos juntos.
Él no me decía nada solo estaba ahí sentado escuchándome mientras que detrás de él, el sol se escondía haciendo que los últimos rayos reflejaran sus cabellos dorados una hermosa vista, yo seguía hablando
-Qué fue lo que hice mal dímelo para corregírmelo dímelo- pero él no me decía nada solo estaba ahí- ¡AHÍ SENTADO! Me enfurecí y le grité con una voz desesperada
- ¡ARTHUR, PERO RESPONDE ME DESESPERAS DIME ALGO PARA CORREGIRLO NO SOLO TE QUEDES AHÍ SIN DECIR NADA! Bajando la voz entre cortada: por favor Arthur no quiero alegarme de ti quiero regresar a como éramos antes por favor
Arthur se levantó cogió su mochila y se fue dejándome ahí, me senté y con mi mano me cubría la cara mientras caían mis lagrimas por mis mejillas, el ambiente estaba triste oscuro desolado, después de calmarme me fui a mi casa camino a ella decía en mi mete que es lo que ha pasado, hoy ya no me iba a importar nada de él, que hoy iba a ser el fin de nuestra amistad quería dejar todo a un lado
-Mami ya llegué-mi madre me recibió con una mirada triste me estaba asustando
-Hija mía siéntate tenemos que hablar
-Mami que pasa me estas asustando
-Primero siéntate y después te lo dijo
Me senté y ella se sentó a lado mío, algo andaba mal estaba muy preocupada y con miedo le dije
-Le paso algo a mi papi- mirándola tristemente
-No mi amor a tu padre no le ha pasado nada afortunadamente- después de una pausa-de quien te voy hablar es de Arthur
Cuando escuche eso sentí un escalofrío que recorría mi cuerpo, me levante
-No mami si es de él, no quiero saber nada entre nosotros ya no hay nada de nada, nuestra amistada se acabó ahora me voy a mi habitación tengo mucha tarea que hacer- pero dentro de mi mente y mi corazón si quería saber lo que le pasaba, me levante y me dirigía a mi habitación
-Sus padres fallecieron-me dijo mi madre mientras le daba la espalda
Yo me quede paralizada sin poder moverme mi mente se quedó en blanco no sabía que hacer ni que decir.
-No sé qué paso con ustedes, pero sí sé que te preocupas de él y ahora más que nada te necesita
Yo voltee de una y diciendo: pero mami que le han ocurrido a los padres de Arthur, como fallecieron, ¿cómo fue el accidente? y sobre todo como esta él, mientras me decía en mi mente que “tonta soy como va a estar si no desbastado por lo ocurrido, tengo que verlo”, pero como iba hacerlo con que cara después de lo ocurrido de hoy en la mañana, ¡No!, tengo que verlo ahora más que nunca me necesita debo hacerlo y acompañarlo en estos momentos muy cruciales que está viviendo
Salí de mi casa a toda prisa sin despedirme de mi madre, al llegar a la casa de Arthur, había demasiada gente acompañando en el velorio de sus padres, pero lo que me tenía muy preocupada es que no encontraba y no le veía por ningún lado ¿en dónde está Arthur?
No sabía por dónde buscar, busque por todos lados, en la sala, la cocina y en la oficina donde realizaba su trabajo su padre y el último lugar que me faltaba revisar para saber en dónde podría estar era su cuarto, entre a su cuarto y estaba ahí sentado a un lado de la cama con una expresión triste y como si había llorado por muchas horas, sin decir nada me acerque desde atrás y lo abrace el miraba hacia un escritorio que estaba enfrente de él y sobre ella se encontraba una foto en ella se encontraba sus padres y un niño pequeño ese niño era Arthur. El comenzó a contarme la historia sobre la foto.
Ese día era mi cumpleaños yo cumplía siete años mi padre salió temprano para celebrarlo conmigo yo estaba muy emocionada y como tú sabes mi padre es un adicto al trabajo.
Bueno si es verdad era una persona adicta al trabajo le respondí, el después de un suspiro siguió contando, bueno mi madre y yo lo estábamos esperando el llego y me trajo un enorme regalo era un juego que estaba esperando con ansias, después de festejar en mi casa fuimos al parque de diversiones donde fue tomada la foto ese día se convirtió en el día más importante para mí ya que era la primera vez que lo celebramos en familia y como sabes soy hijo único, yo no sabía que decirle, no sabía cómo consolarlo solo lo abrazaba y después de un rato bajamos sin decir nada para ir directo a la funeraria ese día llovió y se convirtió en el día más largo.
Al llegar a la casa de él le pregunté en donde se va a quedar si tenía un familiar con el que podía quedarse si no le ofrecí que podía que darse en mi casa hasta encontrar un lugar o con quien quedarse
-No te preocupes yo me las voy arreglar- me dijo y se marchó yo tenía pensado ir al otro día a su casa ya que estoy muy preocupada por él y fui a verlo pero al momento en que llegue a su casa no había nada y por casualidad paso la vecina y me dijo: disculpa niña si buscas a la familia Pérez ahora ya no viven aquí se mudaron hoy en la madrugada y se fue diciéndome por último que ya no siga llamando ya que nadie me iba abrir y sí el apellido de Arthur es Pérez pero lo que no creía es que se haya mudado y con quién, porque no me dijo que ya tenía con que quedarse.
DOS AÑOS DESPUES…
Ya ha pasado un largo tiempo desde la última vez que lo vi, hoy aparte de cumplir dos años desde que ya no nos vemos también es nuestra graduación y no sé si Arthur también se gradúa hoy pero espero que si… y también deseo poder volver a verlo pero eso va hacer difícil ya que en dos días me voy a mudar a la cuidad por motivo de que mi padre lo ascendieron de trabajo y para ello debemos mudarnos, para mi va hacer difícil sepárame de mis compañeros sobre todo sepárame de mi lugar natal en donde viví momentos maravillosos sobre todo con Arthur claro no podemos negar que hubieron momentos complicados entre nosotros incluida la despedida.
Después de que Arthur se mudó me había enterado de cosas muy traumáticas y no sé cómo lo haya pasado debía ser muy difícil para él, me sentía y aún me siento muy decepcionada por no haber sido de ayuda para él, solo me importaba mi bienestar y no me fije en cómo se lo estaba pasando ¿Por qué no me di cuenta, por qué? Pasaron muchas cosas durante este tiempo. Hice nuevos amigos, lo decía con una sonrisa de asombro mientras caminaba, pero aún no me olvidaba de mi frustración a pesar del tiempo que había transcurrido jamás me iba a olvidar por no haber sido de ayuda para él, sobre todo la decepción no me dejaba desde el día que me entere de esas cosas sobre todo me duelo recordar.
Ocurrió dos meses después de que se mudó, después del accidente de sus padres, yo aún no me recuraba de todo lo que ha pasado, sobre todo me encontraba muy sola y siempre me lo repetía cuando pensaba en él con tristeza ¿por qué se fue sin decirme nada? ¿por qué no se despidió? ¿en dónde estará, se encontrará bien, como estará?
Pero debía seguir con mi vida normal, debía seguir con mis estudios sobre todo para no preocupar a mis padres aunque ya lo estaban por mi comportamiento por eso debía disimular lo más que pueda, asistí a clases como siempre para que nadie se dé cuenta pero alguien de mi curso se percató que no me encontraba bien y se acercó para preguntarme que era lo que me pasaba, se encontraba a mi izquierda de mi asiento yo alce la mirada y era Maximiliano, me sorprendió que me dirigiera la palabra ya que no nos a tocada realizar un trabajo juntos para tener una oportunidad de poder plantear una conversación, ya que yo no era muy sociable en cambio Arthur era todo lo contrario el hacía amigos tan fácil, él se llevaba muy bien con Maximiliano siempre pasaban juntos también con tres chicos más
-Bueno me vas a decir si te encuentras bien- me volvió a repetir ya que yo me había quedad perdida en mis pensamientos
-Si estoy bien- le respondí
-Bueno si no me quieres contar no hay problema, claro no tienes por qué contarme después de todo no nos llevamos bien
Yo me quede hay sin decir nada
-Bueno me voy- retirándose después de uno pasos regreso y me dijo- a por cierto has sabido algo de Arthur, yo no he sabido nada de él y pensaba que talvez tu sepas algo
-No, no he sabido nada de él
Después de eso se volvió a despedir y se fue. Ese mismo día antes de ir a casa pase por la casa de Arthur para saber algo de él pero no, no logre averiguar nada de él, pero en el momento que me estaba retirando del lugar alce la miranda antes de eso y en una habitación de su casa estaba unas luces encendidas ya que era el atardecer, yo sin importarme nada entre de una corriendo hacía esa habitación y lo que me sorprendió en ese momento era que la puerta principal no estaba asegurada pero no puse atención ya que lo que pensaba en ese momento era de que si era Arthur mejor quería que sea Arthur, pero al momento que entre en la habitación no era él si no una persona de mayor edad desconocido, jamás lo había visto ni en el pueblo, él se me acerco y me pregunto ¿conoces a la familia Pérez? Yo no sabía que responder por lo que no lo conocía y no sabía si era familiar de ellos ¿usted los conoces, que es para ellos?
-En realidad solo conozco a su hijo
Yo muy desesperadamente le pregunte ¡SABE ALGO DE ÉL! ¿EN DÓNDE ESTÁ?
-No te puedo decir en donde esta, pero no te preocupes se encuentra en buenas manos
-Pero ¿quién es usted?
-Disculpa por no presentarme soy Fernando López- me dijo mientras me entregaba su tarjeta de presentación- soy el abogado del joven Arthur Pérez
- ¿su abogado? ¿pero por qué? Le respondí preocupada
Él después de una larga pausa me respondió: no te preocupes no es nada malo no ha pasado nada, bueno te dejo tengo asuntos que resolver.
Yo después salí de la casa, pero no me encontraba tranquila algo andaba mal lo presentía, el abogado me dejo algo preocupada e iba aumentando cuando comenzaba a recordar todo lo que ha pasado desde el primer día que actuó raro. Yo no podía quedarme así necesitaba averiguarlo no podía quedarme sin hacer nada sobre todo si se trataba de él, pero iba a necesitar ayuda y él que me podía ayudar era Maximiliano él era en quien podía contar en estos momentos.
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Editado: 25.10.2019