Amor a prueba de todo.

Capitulo 13. La cruda.

Natalia.

En cuanto bajamos todos nos voltearon a ver y su mamá se paró para servirnos el desayuno. Desayunamos y salimos de la casa.

-¿Te vas a quedar con tu familia Nico?.

-Mmmm... ¿Tú qué vas a hacer?.

-Ir a mi casa, darme una ducha y ver películas.

-¿Puedo ir contigo?.

-Claro.

-Pero primero llévame a mi casa para tomar algunas cosas que necesito.

-Vale.

Esta vez maneje yo, llegamos a su casa y lo espere afuera, seguia tratando de recordar que pasó anoche, pero era imposible, tal vez después lo recordaré.

Cuando el salió traía una mochila que se veía que iba muy llena de cosas.

-Oye, solo vas a mi casa un rato, no es como que te vallas a mudar.

-¿Ah sí?, Crei que iba a dormir allá.

-Pues...- no pude decir más por qué me besó, literalmente me callo a besos.

En todo el camino no deje de pensar en que dirían mis padres y como si los hubiera invocado mamá me estaba llamando, me orille para apagar la moto y contestar.

-¿Que paso?, ¿Por qué nos detuvimos- le mostré el celular y asintió.

-¿Que paso mamá?.

-Hija... Tu padre y yo debemos hacer un viaje hoy, ¿Podrás quedarte sola?.

-Por supuesto que si, puedo estar sola, ¿Cuando regresan?.

-Un mes o tal vez dos.

-Vaya, está bien, no olviden depositar dinero suficiente para comida.

-Claro, ahora te dejo, adiós.

-Adiós.

En cuanto corte la llamada Nico tenía la mirada juguetona, pero decidí ignorarla, hasta que hablo.

-¿Asi que tenemos casa sola eh?- yo solo puse los ojos en blanco y le respondí.

-Si, pero no te hagas ilusiones- ahora el puso los ojos en blanco con una sonrisa juguetona.

-¿Cuánto tiempo estarán fuera?.

-Un mes o tal vez dos- en cuanto termine de decir eso sus ojos me brillaron.

-Un mes o dos- repitió sonriendo lo suficiente como para que sus perfectos oyuelos se marcaran.

-Si, eso dije, ahora sube a la moto o te vas a pie dije subiendo en la moto.

El se subió tardamos al rededor de 5 minutos en llegar.

-Un mes o dos- dijo Nico entrando en la casa.

-Deja de repetir eso.

-Es que vaya... Yo solo traje ropa para 3 días y mi uniforme, no traje ropa para un mes o dos.

-¿Que?, ¿Planeas quedarte hasta que regresen mis padres?- pregunté sorprendida.

-Si, eso acabo de decir- dijo muy tranquilo.

-Bien, vamos a hacer un trato.

-No, no y no, hacer tratos contigo es como hacer tratos con el mismo demonio.

-Vamos, no va a ser tan malo- dije con una sonrisa inocente que se creyó.

-Dilo y lo pensaré.

-Bien, yo te doy hospedaje hasta que lleguen mis padres y a cambio tu me cuidaras de Javier por si trata de hacerme algo, ¿Te parece?.

-Okey, trato- dijo no muy convencido.

-Pues hagamos la comida- dije plantando un beso en su mejilla.

-Va.

Tratamos de cocinar, pero lo que habíamos hecho salió del asco, por lo que optamos por pedir delivery.

Cenamos mientras mirábamos una película de terror, luego subimos a mi recamara a dormir.



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En el texto hay: amor adolescente.

Editado: 27.05.2020

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