Nathalia.
Los días a su lado eran los mejores, cada día sentía que mis sentimientos hacia él se hacían más grandes.
Todo iba bien hasta que escuche algo que no quería escuchar. Al principio pase sin querer por dónde Nico y Ana estaban hablando, lo único que logré escuchar era que Ana le gritó "NICO ESTAS ENAMORADO" no podía creer lo que escuchaba, nadie podía domar al grandioso Nicolás, el lo había dicho, después sin darme cuenta había caminado lejos, decidí volver a dónde estaban Nico y Ana, para ver si podía descubrir algo más sobre el supuesto enamoramiento de Nico, no lo creía hasta que lo escuché salir de su boca dijo "No le digas a nadie que estoy enamorado" eso me dejó destrozada, no quería verlo.
Trate de salir de la escuela, pero el conserje no me dejó, dijo que soy una chica genio, por lo cual debería tomar todas mis clases, cuando el recreo termino tome la decisión de no dirigirle la mirada. Y así fue, no lo mire para nada.
Para cuándo terminó la jornada escolar salí corriendo de la escuela, aún no le había contado a nadie lo que había pasado así que solo huí por qué sabía que si me quedaba ahí iba a derrumbarme. Llegué a mi casa y me rompi a llorar. Tiempo después el timbre sonó, sabía que era el por los mensajes que me mandó.
No conteste los mensajes.
-¿Por que estuviste llorando?- me preguntó muy preocupado.
-Nada, solo entra en la casa, no hagas ruido y dejame seguir llorando- le dije sin ánimos.
-Por supuesto que no te dejare seguir llorando, por favor, dime qué pasó- hizo una pausa y luego continuo- ¿Fue Javier?, Te juro que si te hizo algo lo voy a matar.
-No Nico, no fue Javier- dije volteandome por qué sabía que no sería capaz de seguir evitando su mirada.
-¿Entonces?, ¿Quien ha sido capaz de lastimarte?.
-Yo misma- dije con un nudo enorme en la garganta.
-Explícate bien.
-No, ahora mis no no quiero hablar con nadie, hicimos un trato y no lo pienso romper, así que a pesar de que no me siento bien puedes estar aquí, lo que más quisiera es estar sola, pero soy una persona de palabra, por favor no subas a mi cuarto a intentar saber lo que me pasa. Por favor- cuando dije el último por favor antes de marcharme a mi cuarto las lágrimas amenazaron con regresar por suerte en frente de él solo se me escapó una lágrima, entre a mi cuarto y comence a llorar desconsolada hasta que me quedé dormida.
Tiempo después se escuchó que tocaron la puerta, no abrí pero él entro con un sándwich en la mano.
-Despierta- comenzó a moverme y yo abrí los ojos.
-¿Que?- dije al la vez que sentía como el nudo en la garganta regresaba.
-¿Ya me vas a decir que te pasó?.
-Eres tan insistente- dije poniendo los ojos en blanco.
-Dilo soy insistente con las personas que quiero- dijo sonrojándose.
-Pues nada, no me pasa nada- se me ocurrió una brillante idea.
-Por favor, confía en mí- dijo y decidí mentirle para que me dejara en paz.
-Lo que pasa es que... Hoy se estrenó una película de mi libro favorito y pues salí rápido para verla, solo alcance a ver por la tele el final y el final me hizo llorar.
-¿Que película era?- ¡Mierda! Buena pregunta imbécil.
-Bueno en realidad no se estrenó hoy... Hoy la pasaron por televisión abierta.
-¿Y que película era?- me miraba en busca de una respuesta y se me ocurrió decirle de una de mis películas favoritas y mandarle indirectas al respecto.
-La película se llama After.
-No la he visto, ¿Que tal su la vemos en Netflix? Hoy es noche de películas.
-Claro- dije con la sonrisa más falsa que logré hacer.