Amor

¿SOLO UNA CENA?

Entrando a casa, mamá se encontraba poniendo la mesa, ella llevaba puesto un vestido color verde jade  mangas tres cuartos que le daba hasta las rodillas, tenía un discreto cuello tipo ojal, se le ceñía en la parte superior y terminaba con la falda en “a”, lo había combinado con unos zapatos de punta color blanco  con taco número tres, se  veía muy bonita, su maquillaje era natural pero había resaltado sus grandes ojos marrones claros, la salude con un beso en la mejilla y  le dije que se veía muy pero muy guapa, ella me sonrió y se ruborizo, le hice presente el saludo de Joaquín y subí a mi habitación,  deje mis cosas las cuales traje en la mochila de Marce en la silla que está cerca de escritorio,  me descambie y me envolví en mi toalla con la intención de ir a tomar una ducha cuando estaba bajando al baño recordé que antes tenía que encontrar entre mis cosas una mochila para el día de mañana en el que tenía que devolver la que me habían prestado, no encontré una que no estuviera con cosas así que decidí usar la que llevaba a mis competencias. Una vez ya bañada opte por ponerme unos jeans negros y una cafarena rosada de mangas largas así evitaba que vieran mis raspones y me hicieran preguntas que no quería responder, combine lo que llevaba puesto con unos botines marrones de gamuza y me hice una coleta. Bajé y mamá estaba en la cocina, me pidió que le ayudara con algunas cosas cuando tocaron la puerta, era el señor Tanaka él se veía elegante aunque siempre se vestía muy bien, hoy llevaba puesto un pantalón  de vestir color negro y una camisa blanca con delgadas líneas plomas, zapatos y blazer del mismo color que su pantalón, había traído una bolsa con dos botellas de refresco de guanábana que era el sabor preferido de mamá y una torta pequeña de tres leche mi favorita,   después de los saludos correspondientes nos dirigimos al comedor ayude a mamá a llevar los platos de comida a la mesa, cuando estaba todo listo empezamos con la cena entre preguntas y comentarios agradables; al término de esta, mamá y yo recogimos los servicios, mientras el señor Tanaka nos esperaba sentado en el sofá grande de la sala, cuando terminamos mamá me dio para llevar los platos y cubiertos para el postre mientras ella levaba infusiones digestivas, estando en la sala mamá se sentó junto a nuestro invitado y yo en el sofá individual a esperar lo que tenían que decirme.

  • Cariño, sé que debes estar muy impaciente por saber el motivo de esta cena – empieza a decir mi madre.
  • Dijiste que tenían algo importante que decirme – respondo imprudente, haciendo sonrojar a mi madre y reír a nuestro invitado.   

 

Él se había sentado con las piernas cruzadas (derecha encima de la izquierda), tenía el dorso de su mano izquierda en su pierna derecha mientras la mano derecha encima de la izquierda.

 

  • Tienes razón Camila – dice calmadamente y sonriendo el señor Tanaka - tenemos algo importante que comunicarte- continua con su español masticado sin dejar de sonreír.

Cuando el señor Tanaka sonreía y hablaba me hacía recordar al maestro Miyagi de karate kid, quien se le veía tan tranquilo en su actuar, solo le faltaba decir pulir y enserar.

  • Lo que tu madre y yo queremos comunicarte – mira a mi madre sin dejar de sonreír – es que… - se detiene para tomar la mano de mamá – ella y yo nos vamos a casar – termina soltando la bomba esperada, mientras los miro sonriendo me hago una imagen mental de cómo sería vivir con una persona que no conozco bien y que solo hemos cruzado palabras de saludo, totalmente difícil.
  • Como ya sabes cariño – continua mi madre -  Kenji y yo llevamos dos años saliendo juntos, y gracias a ese tiempo es que hemos llegado a conocernos y deseamos compartir nuestras vidas en matrimonio – expresa como haciéndome entender o queriendo ser aprobados.
  • Entiendo que puede ser difícil el pensar que tienes que vivir con una persona a quien no has tratado mucho – expresa el novio – pero trataré de que mi presencia sea lo menos conflictiva para ti, hasta que juntos lleguemos a acostumbrarnos a ser una familia – sonríe, mientras me mira fijamente y yo muda.

 

Debo admitir que, aunque sospechaba que esa era la noticia el escucharla y confirmar mi sospecha hizo un corto circuito en mi sistema nervioso, como bien lo dijo el señor Tanaka iba a ser totalmente difícil el no ser solo mi madre y yo en esta casa.

 

  • Cariño, ¿tienes algún problema con nuestra decisión? - pregunta mi madre – ¿deseas que retrasemos nuestros planes hasta que te hagas a la idea?

 

Cuando mi madre me pregunto todo esto, estaba tentada a decir  que sí, que quería que dejaran todos sus planes  hasta que tenga treinta años y pueda irme de esta casa, o mejor que sigan con su relación como hasta ahora… pero no debía de pensar solo en mí, también era la felicidad de mi madre quien había estado sola en cuestión de pareja todo este tiempo, así que no podía ser egoísta con ella, además el señor Tanaka  se le veía que era un buen hombre, era totalmente trabajador, discreto, sereno y ayudaba a muchas personas en el pueblo cada que lo necesitaban, tanto así que querían elegirlo alcalde pero como era japonés no podían.




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