Amor

TONTA, TONTA CAMILA

Terminamos de hacer la tarea y cocinamos algo rápido para almorzar antes irnos al centro con Jorge como habíamos quedado, después de bañarnos, cambiarnos y maquillarnos llamé a mamá desde el teléfono de casa para avisarle que saldría, le dejé diciendo con quienes iba a ir, a donde y por qué, a lo que ella me regañó por no haberle dicho anoche pero después me dijo que me cuidara y que tomara el dinero que estaba en la repisa de la cocina donde siempre ponía su guardadito. Esperamos viendo televisión a que sean las tres de la tarde ya que a esa hora dijo Jorge que nos recogería, tocan la puerta y Marce sale corriendo abrir.

  • ¿¡Y ustedes que hacen aquí!?  - pregunta con las manos en la cintura.
  • Yo, vivo aquí – responde Kento tratando de entrar.
  • Yo, vine con él – responde Joaquín señalando a Kento.
  • Y yo los invite a que nos acompañen a comprar – dice Jorge sonriendo como todo un ángel.
  • ¿¡Ellos también van con nosotros!? – me acerco a la puerta.
  • Sí – responde Jorge - ¡Hey chicas, anímense! Si encontramos rápido lo que queremos podemos ir al cine ¿Qué dicen?
  • ¿¡Cine!? -  dijimos las dos al mismo tiempo - ¡está bien, vámonos!  - digo mientras salimos.

 

Tomamos el bus que nos llevaba a la ciudad los cinco nos sentamos en el asiento del último donde cabíamos perfectamente, ya en el centro caminamos por varios lugares preguntado y comparando precios, entre chacota y risas encontramos un lugar donde los precios eran cómodos para nuestro bolsillo así que compramos lo que necesitábamos, ya teniendo todo fuimos con dirección al cine, nos repartimos el peso de las bolsas entre los cinco para sentirnos más livianos al caminar. Cuando llegamos al cine compramos boletos para una comedia romántica, haciendo chanchita nos alcanzaba justo para comprar un combo para dos y uno para tres así que empezamos a decidir quién comía con quién, marce y yo sugerimos que ellos tres comieran juntos… dieron un grito al cielo en negativa y cuando dije que yo comería con Jorge, Kento dijo muy serio ¡no!  ¡Tú comerás conmigo!, haciendo que acepte por presión de los chicos puesto la película estaba a punto de empezar, así que me senté a lado del japonés presumido mientras Marcela se sentó en medio de Joaquín y Jorge, ¡qué envidia! El sueño de toda adolescente es sentarse en medio de dos chicos guapos comiendo con ellos palomitas de maíz como si estuviera en una cita con ellos dos. La película comenzó y el cine obviamente oscureció. Empiezo a comer las palomitas de maíz y Kento me alcanza papel higiénico para limpiarme las manos después de comer, cuando agarro el vaso de gaseosa para beber Kento me lo recibe para ponerlo en la bandeja donde tenemos las palomitas, la película estaba súper graciosa, el cine estallaba en risas, disimuladamente de vez en cuando volteaba a ver a Kento quien se reía a carcajadas de la peli, nunca lo había visto reír de esa manera y se ve relindo, pensé que no iba a entender ese tipo de humor pero veo que el andar de arriba para abajo con Joaquín lo está ayudando mucho a adaptarse. Cuando en la peli el protagonista toma de la cintura a la chica que le gusta y acerca sus labios para besarla, poco a poco para no perderme el momento meto la mano para agarrar palomitas…  rozando con las de Kento quien agarra mi mano y me mira sonriendo tiernamente, en ese momento fue tal mi sorpresa que tontamente no sabía qué hacer y creo que él se dio cuenta porque me la soltó inmediatamente y dejó de mirarme, después de lo sucedido no volví a comer palomitas bueno no quedaban muchas tampoco. Al salir del cine fuimos al paradero a tomar el bus de regreso íbamos riendo recordando las escenas graciosas de la peli, Kento también reía así que todo estaba bien, volvimos a sentarnos los cinco en la parte de atrás del bus, al llegar al pueblo nos despedimos de Jorge quien bajo antes que nosotros, llegamos al albergue y nos despedimos de los chicos, en el trayecto hacia la casa el japonesito presumido se mantuvo en silencio mientras yo intentaba inútilmente hacerlo sonreír recordando de nuevo las escenas graciosas de la peli. Al llegar a casa los esposos aún no habían llegado, Kento dejó lo que habíamos comprado en el sofá de la sala y se fue directo a su habitación diciendo muy serio buenas noches voy a descansar, sin darme tregua a responderle o preguntarle algo, al ver su actitud la curiosidad me mataba así que después de pensarlo mucho decido ir a su habitación, toco la puerta dos veces.

  • Adelante – escucho su voz - ¿que deseas? – pregunta fríamente.
  • ¿Te encuentras bien? – entro dejando la puerta abierta.
  • Sí, porque la pregunta – me mira seriamente desde su mesa de estudio donde estaba situado.
  • Es que… desde que venimos del cine… estas… como enojado.
  • ¿Enojado?  No, ¿Por qué? ¿debería de estarlo? – levanta una ceja.
  • No. Supongo que no – sonrío desencajada.
  • ¿Entonces? – ladea su cabeza mirándome fijamente cruzando los brazos, hubo un corto silencio que me pareció eterno – buenas noches – se levanta de la silla señalándome la salida
  • Si. Buenas noches – cierro la puerta sin entender lo que le ocurría.




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