Amor

INJUSTICIA (parte dos)

 

Señores, - expresa el juez que detuvo la ceremonia - hemos recibido una nota… donde dice que uno de los deportistas que han ganado en natación, ha sido visto tomando una sustancia prohibida para deportistas.

Eso es ridículo – expresa el director del deportista que le ganó a Marcela.

Debe ser una mala broma, de algún mal alumno – secunda el director Campos.

Broma o no, – espeta el representante de la selección – debemos de cerciorarnos que esta nota no sea verdad.

¿Y que sugiere? – pregunta el juez.

Tenemos un equipo especializado en estos casos, - responde el representante - que, si los llamo ahora, máximo en dos horas estarán con todo lo necesitan para dejar esto claro, recuerden que nosotros como selección debemos de mantener los más alejado posible a los malos elementos.

Estoy de acuerdo con eso. – sentenció el juez, mientras los directores se miraban entre sí, quedándose mudos pensando que todo se debía a una mala broma.

Al salir de la conferencia el juez comunicó a los presentes que la ceremonia de premiación se postergaría por tres horas, se escucharon apabullos y silbidos de desconformidad. El asombro de los deportistas era totalmente notorio puesto no entendían lo que estaba pasando y nadie les dijo ni una sola palabra de lo ocurrido, muchos de los que asistieron como espectadores se retiraron del lugar. Dos horas pasaron y los especialistas llegaron, hacieron pasar a cada uno de los nadadores en especial a los que habían ganado para hacerle el antidoping correspondiente, media hora después tenían los resultados.

Camila fue llamada ante los jueces del campeonato, el representante de la selección y los demás directores, como era menor de edad, Kento entró con ella representando a su familia, junto al entrenador.

Hemos encontrado en tu orina… restos de un producto, que ningún deportista debería consumir – habla el de la selección.

¿Qué tipo de producto? – pregunta el entrenador.

Una droga que acelera el rendimiento del deportista… pero a la vez degenera el sistema nervioso de este.

¡Imposible! – defiende el entrenador, mientras Camila se encuentra sin caer en cuenta todo lo acarreaba esta situación – esta jovencita es una promesa para la natación nacional, si usted revisa sus logros deportivos se dará cuenta de ello.

Sí, eso puede ser cierto, – responde el representante – pero las pruebas no mienten.

Esto no tiene sentido, - vuelve a remeter el entrenador - ella ha participado en varios campeonatos oficiales y si revisa sus exámenes antidoping se dará cuenta que siempre salieron negativo, entonces dígame que ganaría ella administrándose esa droga en un campeonato que no era tan indispensable.

Íbamos a estar aquí, ¿no es así?, - los mira fijamente - para una novata desesperada por ser tomada en cuenta por la selección, y vaya que pensaba poner su nombre entre las beneficiadas para ser deportista calificada, puede haber tomado una equivocada y lamentable decisión.

Se equivoca, yo no me he administrado ninguna droga, – interviene la afectada – si he ganado este campeonato es gracias al empeño que le he puesto a mis entrenamientos.

¡Vuelvo a repetir señorita!, las pruebas dicen lo contrario y como testigos de que todo se ha hecho con trasparencia tenemos a los jueces y directores aquí presentes.    

¡Yo no he hecho trampa! Señor usted debe de creerme, se lo juro no me he administrado ninguna droga, por favor señor créame – suelta lágrimas al decir esto, mientras en un rincón escondida Ivanna sonreía triunfadora.

Todo está dicho, usted queda suspendida para participar en cualquier campeonato oficial.

¿¡Qué!? No me puede hacer esto… por favor señor, no me puede hacer esto. – reclama Camila, mientras el representante se disponía a retirarse.

¿¡Y si usted se equivoca ¡?– espeta Kento haciendo virarse al representante.

¿Quién es usted? – mira fijamente al japones que no le bajaba la mirada.

Él es el hermano de la deportista – interviene el entrenador.

¿Deportista? – señala con su voz en tono de mofa - ¿Qué me decía? Si yo me equivoco, no puedo equivocarme las pruebas hablan por mí.

Puede que las pruebas hayan salido positivas…- responde muy seguro - pero eso no quiere decir que Camila sea una mala deportistas, - la mira cariñosamente - soy testigo de cuanto se esfuerza entrenando, no solo en la piscina sino también fuera de ella, he podido ver cómo es capaz de venir a entrenar incluso poniendo en riesgo su propia integridad viniendo enferma, – sonríe – dígame si eso la hace una mala deportista. Me cortaría una mano proclamando que ella es un ser humano integro.

Cuidado y te puedes quedar manco. Mira muchacho, - lo señala mirándolo neutral - es posible que el cariño de hermano te ciegue, pero tú no paras con ella las veinticuatro horas al día, ni estas en su cabeza como saber qué cosas anda pensando, además yo no estoy diciendo nada que las pruebas no hayan dicho ya.        




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