Amor Bajo Llave

Capítulo 4:¡Era mucho peor!

Ella seguía observándome visiblemente sorprendida, tan sorprendida como estaban los demás, tan sorprendida como lo estaba yo. Vi como con un gesto teatral se colocó su mano en su mejilla derecha, justo donde le había dado la bofetada., la primera que había obsequiado en mi vida.

Nunca antes en toda mi existencia había agredido a alguien, pero al verla todo lo que me había hecho en el pasado había salido a flote en mi memoria. No pude evitar recordarlo, ella había hecho de mi vida un auténtico infierno y solo verla me llenaba de furia.

—¡Vaya, Neythan nos había dicho que estabas muy nerviosa, parece que no exagero, porque no me acompañas a buscar un poco de café!. Por favor Irina perdónala, ¡fue un exabrupto producto de su nerviosismo! —Alegó apresuradamente mi madre mientras me llevaba prácticamente a rastras a la cocina ante las miradas de todos y ¿una sonrisa burlona de ella?, ¿sería posible?

Me sentía rabiar internamente a más no poder, abofetearla era lo menos que se merecía, pero nunca debí hacerlo y menos públicamente, después de todo una dama nunca pierde la compostura.

—¿Se puede saber que te tomaste hoy? ¿Es que has perdido el buen juicio? ¿Por tu abuela santa, cómo pudiste pegarle a una invitada de tu marido? Neythan nos dijo estabas nerviosa, pero sin importar lo que haya pasado nada justifica que te comportes como una..., ay no se ni siquiera como decirlo.

—¡Mamá yo! —Intente decirle, pero ella me frenó en seco

—¡Pero nada, sé perfectamente porque lo hiciste, pero recuerda tú eras una dama!

Vi como después de sus sabías palabras, ayudaba a Clouse a llevar el café que nadie solicitó al comedor mientras yo me sentía morir, asfixiada, esposada por unas malditas normas donde debía fingir todo para ser considerada como educada. Irina sutilmente en el pasado había hecho de todo para impedir mi boda, se había burlado de mí he infundido muchísimas inseguridades, me había humillado públicamente besando a mi novio enfrente de mí bajo el pretexto absurdo de besar al novio en la boda para buena suerte.

 

Aún podía sentir todas las emociones intensas que se habían apoderado de mi piel en ese entonces, así como los murmullos sorpresivos que habían sido emitidos en respuesta de su atrevimiento. Esa costumbre era tan obsoleta que casi era solo un recuerdo, pero la muy "dama" no había perdido ocasión de hacer uso de ella. Lo más indignante, lo peor de todo había sido que había tenido que tragarme por completo cada una de mis emociones, así como el deseo intenso de despedazarla que se había apoderado de mí por completo para hacer como si nada hubiera sucedido, como si el hombre que recién se había convertido en mi esposo no hubiera sido besado por la mujer que muy educadamente pedía a gritos tener cualquier tipo de relación con él…

Conté mentalmente hasta el infinito y luego salí al comedor, puse mi cara ensayada por años de "aquí no ha pasado nada" y le di la cordial bienvenida a mí sorpresa. Todo continuó aparentemente normal, pero la tensión y mi incomodidad se habían apoderado tanto del ambiente que se podía palpar con suma facilidad. Después de media hora mis padres se fueron, quedando nosotros tres.

Fue justo en ese momento, cuando descubrí que mi incomodidad aun podía aumentar, sobre todo cuando Neythan me miró fijamente para luego decir.

—¿Y bien Aidenis, no crees que debas decirle nada a Irina? —Dijo esto en un tono completamente dominante, como un padre cuando regaña a su pequeña.

—¡Ohh, no, no es necesario, entiendo a veces la presión es mucha para... algunas! —Contestó Irina en un tono muy fingido de preocupación y con una mini sonrisa que gritaba a los cuatro vientos"te volví a ganar".

De repente la tensión que de por sí ya estaba elevada se sentía muy espesa en el ambiente, y todo se volvió una intensa red de miradas, Neythan esperaba que yo llevara a cabo su orden e Irina ansiaba escuchar que le ofreciera mis disculpas, bien que ambos se quedaran esperando, no le daría gusto a ninguno de los dos, así que, en lugar de pronunciar la disculpa, de mis labios lo único que salió fue lo siguiente.

—¡Estoy un poco agotada, iré a descansar, Irina quedas en tu casa! —Acto seguido subí a mi habitación, en parte había dicho la verdad, mi alma estaba plenamente agotada, cansada de amar sin ser ni siquiera tener la más remota esperanza de ser correspondida, cansada de la esclavitud social a la cual me encontraba sometida, a la cual tal vez estuviera atada de por vida.

Cerré la pueda de mi habitación, como si temiera que Neythan me siguiera en este momento, no quería verlo. A veces no podía llegar a entender lo tonto que podía ser, de seguro la había invitado porque la muy... me había ofrecido su amistad sincera frente a él, eso sin contar que la ahijada de su padre.

 

Minutos después escuché el ruido de un auto en marcha y por instinto supe que Irina se había marchado, solté todo el aire que estaba conteniendo en mis pulmones de forma inconsciente. La verdad no había sido buena idea dejar a mi esposo con una mujer que vendería su alma al diablo con tal de tener la más mínima oportunidad con él. Cerré los ojos por unos segundos intentando relajar mi mente y darle descanso del momento tan intenso que había vivido. Dudaba mucho pudiera dormir, como al parecer era mi mejor opción, pero milagrosamente lo había logrado y un sueño profundo se había apoderado de mí.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.