Amor Bajo Llave

Capítulo 5: ¡No era Neythan!

 

No podía determinar con exactitud, el tiempo en que mis ojos continuaron haciendo conexión con aquellos pares de ojos que me observaban completamente atemorizados. 

Era totalmente increíble lo que estaba contemplando. Cerré mis ojos por unos segundos como si me costará mantenerlos aún abiertos y de esta forma continuar viendo la infamia que tenía en frente de mí. Los volví abrir lentamente, como si por arte de magia, todo lo que había visto pudiera desvanecerse, esfumarse como el humo, como si solo hubiera sido una ilusión, solo una falsa ilusión, pero no lo era, era la más pura realidad.

Los ojos femeninos que sobre mí estaban posados, cambiaron de dirección cuando su dueña se dispuso para salir apresuradamente del despacho, mientras yo me encontraba de lleno una vez más con sus ojos, con los ojos de mí... padre.

Espere que me dijera algo, que tratará de disculparse por lo que acababa de hacer, sin embargo, no pronunció palabra alguna para su defensa. En lugar de ello, sólo se limitó a encogerse de hombros, como si serle infiel a su esposa fuera lo más normal y correcto del mundo.

Después de unos segundos, que parecieron interminables, abrió su boca, pero de sus labios no salieron disculpas o explicación alguna, solo salieron palabras que terminaron de sorprenderme aún más de lo que ya lo estaba.

—¡Ah, hija que milagro verte por aquí, justo decidí hacerle una visita a tu esposo, pero ya me voy, por cierto, estas bellísimas! —Acto seguido se fue, como si absolutamente nada hubiera pasado. Unos minutos antes una profunda tristeza y un desasosiego intenso se había apoderado de todo mi ser al pensar que Neythan me era infiel, pero ahora que sabía la verdad en cierta forma era peor. ¿Por qué? La presencia de otra mujer al menos justificaría su indiferencia, aunque heriría aún más mi maltrecho corazón. Por otro lado, ahora conocía un lado de mi padre que nunca imaginé que tuviera y que no me agradaba para nada.

Siempre había visto a mi padre como un hombre correcto, intachable, un hombre de familia que nunca haría nada para lastimar a los suyos, pero ahora la venda se me había caído de los ojos estrepitosamente. Ahora me sentía entre la espada y la pared. ¿Qué se supone que debía hacer? ¿Dejar a mi madre en su ignominia y permitir que siguiera creyendo que su matrimonio era perfecto? ¿Decirle la verdad y ver como el matrimonio de mis padres se iba a pique? Si callaba traicionaba a mi madre y si hablaba, el traicionado sería mi padre.

 

Estaba debatiéndome internamente sobre cuál sería la decisión que debía tomar, cuando Neythan entró y de repente todos mis pensamientos me abandonaron por completo dejando mi mente en blanco.

Supe el momento exacto en que noto mi vestimenta inusual, su mirada se había oscurecido instantáneamente y por primera vez ocurrió algo que nunca pensé que pasaría, al menos no a él, pero estaba sucediendo, vi cómo me observaba con ¿Admiración? ¿Deseo? Por primera vez no lo sentí tan frío ni tan lejanos, sobre todo cuando insistía en devorarme con la boca literalmente abierta.

Y si, pese a que tenía una gran decisión que tomar en ese momento, no me importó nada excepto el hombre que tenía enfrente y que cuya mirada intensa hacía que un muy agradable frío recorriera mi cuerpo.

Los segundos en que tardó observándome en silencio, me parecieron el doble de una eternidad, pero por primera vez dicho silencio torturador no me molestó, porque sencillamente no hacían faltas las palabras, cada parpadeo, el aumento leve de su ritmo cardíaco, la forma en cómo había tragado saliva sin contar que parecía un bebé recién nacido clamando por leche materna por la forma en que estaba mirando mi discreto escote, con lo anteriormente descrito, me dijo todo lo que necesitaba escuchar, lo que con gran desespero anhelaba escuchar.

Seguí muy atenta el movimiento de sus labios cuando vi que hizo ademanes de pronunciar palabra, lo seguí tan de cerca como un depredador a su presa, por fin escucharía un halago de su parte, al menos eso había pensado, hasta que lo escuche decir.

—¿Estamos invitados a alguna fiesta que se me haya olvidado? —Después de sus palabras sentí como un fuerte cubo de agua helada rozara todo mi cuerpo. ¿En serio había escuchado de forma correcta? Duré unos segundos en mi estupefacción hasta que recordé las palabras de la señora Kres.

"Al principio será difícil deberás educarlo como un niño y darte nalgadas con guantes de seda cuando sea necesario, no te quedes callada, contéstale, pero astutamente, llévalo a tu terreno"

Recordar esas palabras fueron como una especie de fórmula mágica, no podía rendirme y menos cuando acababa de iniciar, así que lo mire y le sonríe sutilmente antes de contestarle.

—No hemos sido invitados a ninguna fiesta, pero podemos preparar una e invitar a los demás, pero eso será para después, hoy vine a comer contigo

—¿A comer? —Me demandó como si de repente, tuviera dos cabezas en lugar de una.

—¡Si! ¿Qué tiene de malo que una fémina desee almorzar con su esposo?

 

 

Unos días después

 

 

Varios días habían pasado desde que mi misión de “Neythan serás mío si o si" estaba en marcha. Parecía increíble, pero me había convertido en una especie de acosadora fatal, pero todo era con la firme intención de por fin vivir y disfrutar mi matrimonio al máximo.




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