Amada.
Cariñosa regresas, te vas y no recuerdo amor.
Te veo pasar cada mañana, cada tarde, cada noche. Todo el día.
Te espero donde nunca quisiste ir, anhelo tu dictamen donde ruego por una respuesta de amor
Bienvenida, entra. Siéntate
Nunca te vayas que si te vas esta casa... tu casa, se derrumba.
Pasada las cuatro de la tarde y no estas
Que voy hacer contigo, te amo pero en ocasiones te me pierdes en el vacío
Incomoda y constelada amor
Tengo que hallarte amor, tengo que amarte
Amarte y despedirme al tiempo, buscarte y perderme luego al encontrarte.
¿Tú crees que pueda vivir sin tal dictamen?
Amapolas bailando tango contigo están, mientras escapas de mi espalda
Me paseo por tus ojos, te reflejas en mi voz
Te amor y no, me odias y no
Te busco de nuevo y te encuentro, que idiota siempre estuviste aquí
Estuviste entre mis labios, el reflejo de tus ojos en los míos.
Estuviste al lado de mi cama cada mañana, cada tarde, cada noche.
No recuerdo tu nombre amor, pero recuerdo tus sentimientos
Recuerdo los que estos causan en mí, lo que despierta en mí
Recuerdo esos ojos achinados llenos de insomnio selectivo que suplicaban amor, calor de amor cada noche.
Recuerdo una voz dulce... lunática voz despechada, sedienta de amor
Después de esto entrare en cuarentena con la palabra amor ya es mucho por hoy
Posdata:
Te quiero, te quiero.