Amor complejo

Capítulo 2

Estos días han sido un poco complejos ya que he estado teniendo las famosas citas. El primer día salí con un tipo que era algo alto y muy musculoso Pero cuando llegue a la cita resulta que era muy bajito y feo. Después salí con otro que tenía 26 años y nos citamos en un parque Pero todo fue un completo desastre ya que el tipo no pago nada todo lo tuve que pagar yo. Entonces estoy es un fracaso total.

La verdad no debí haber descargado está aplicación.

Por ahora estoy hablando con un tipo llamado Gilberto. El ha sido muy buena persona pero siempre me insiste en que nos veamos, o que le dé mi número de teléfono. Y la verdad por todas estas experiencias con las citas,es mejor que no se lo de.

Es el medio día y acabo de terminar de almorzar. Así que como no tengo nada más que hacer me dirigi a mi habitación a seguir hablando con Gilberto. Me senté, prendí el computador y me dirigi a la aplicación. Cuando estaba ingresando me dí cuenta que tenía una notificación. Fue a revisar y resulta que era una solicitud de chat de un tipo llamado William Miller y mire su foto y por Dios. Quedé paralizada ante semejante hombre era alto, tenía una espalda ancha y grande un cabello negro y una mirada tan profunda que sentí que si lo tenía al frente se iba a llevar una parte de mi.

Asi que le acepte la solicitud y el me había escrito que como estaba y diciendo si podíamos hablar un rato yo comencé a escribirle que si que habláramos un rato y pues me presenté. Aunque no me contesto decidí darle tiempo.

Paso una hora y no me había contestado yo ya estaba harta de esperar así que apague la computadora y decidí irme a jugar con mis hermanos. Iba caminando dirigiendome a mi habitación hasta que me tope con mi madre, la mire y sentí una irá llenar todo mi cuerpo y la sangre hirviendo en mi ser.

-¿Porque llevas puestos mis tacones favoritos? No ves que son nuevos y me los regaló Laura. Le dije con mucha irá.

Pero de repente sentí mi cara arder y sentí el sabor de hierro en mi boca. Mi madre otra vez me había cacheteado.

-A mi no me ha les en ese tono hija de puta y si, tengo tus tacones y que no me importa lo que opines además a mí me quedan espectacular en cambio a ti te quedan tan mal que pareces pie grande. Pero que se puede esperar de ti si eres un total fracaso. Dijo mi madre.

Yo no podía responder ya que tenía un nudo en la garganta tan grande que no podía respirar. Esos zapatos me los había regalado Laura para mí cumpleaños y era lo único que alguien me había regalado. Los había mantenido escondidos en una parte del armario para que mi madre no se los probará Pero como era de esperarse los encontró.

Simplemente levanté la cabeza la mire fijamente a los ojos y le dije:

-No tienes derecho a ponerte mis cosas ya me has roto varias prendas por tu gordura y no te es suficiente como para ir a ponerte mis zapatos.

Apenas dije esto sentí otro lado de mi cara arder una vez más me había pegado.

-No digas estupideces imbécil a demás tu eres bien fea jajajaja no sirves para nada y solo eres un bulto de mierda al que todo el mundo puede hacer lo que se le antoje, así que quítate que me voy al bar y quiero que toda esta casa esté reluciente y mi cena hecha o sino volveré a tomar el lazo de caballo y te daré con el y recuerda no importa lo que grites y digas tus palabras no tiene importancia. Dijo mi madre y con esto me empujó hacia un lado y se fue.

Apenas quede sola las lágrimas corrieron por mi cara pero no grite no habría la boca nada. Solo me quedé quieta sintiendo el dolor en mis mejillas y el rostro mojado. Sin más me limpie las lágrimas camine al baño y moje mi rostro con agua y lo seque con una toalla para limpiar la sangre de mi labio.

Después de esto me dirigi al cuarto de mis hermanos y nos pusimos a jugar. Pero mientras jugábamos las palabras de mi madre estaban resonando en mi cabeza. Sentí que cada una de sus palabras era una puñalada en mi corazón y autoestima. Me sacudí la cabeza intentando borrar eso y me concentre en jugar con mis hermanos.

Estuve con ellos una hora jugando hasta que estábamos viendo una película y se quedaron dormidos. Me levanté apague el televisor y me dirigi a la cocina a empezar a hacer la cena ya que no demoraba mi madre y padrastro en volver. Hice arroz con un poco de pollo y una ensalada porque no había más que hacer. Mi padrastro casi todo el dinero se lo gastaba en tragos y no daba para las cosas de la casa. Casi siempre era mi madre que a veces se la pasaba en trabajos simples para ganarse dinero y poder comer algo. Aunque de esto siempre se quejaba.

Me quite los guantes y fui a mi habitación a descansar un poco hasta que me quedé dormida.

Dormia plácidamente hasta que escuche unos gritos me levanté de golpe y decidí ir a ver qué pasaba. Cuando salí de mi habitación ví que en la sala estaba mi madre llorando y mi padrastro con una botella de cerveza en la mano y claro mis hermanos estaban en una esquina aterrorizados y llorando en silencio del miedo.

-¿Que está pasando aquí? Pregunté.

Pero de repente mi padrastro camino hacia mi me tomo del pelo y me arrastró a la esquina donde estaban mis hermanos. Le gritaba que me soltará pero el nunca lo hizo.

-Que te importa hija de puta. Haste allá y no te metas en lo que no te importa. Dijo mi padrastro.

-Si me importa ya que estás aterrorizando a mis hermanos y estás siendo otra vez el indigente y grosero creyendo que puede hacer lo que se le da la gana. Le grite a mi padrastro.

Pero mi padrastro otra vez se dirigió a mi me tomo por el cuello y me empujó contra una pared haciéndome caer.

-Callate pedazo de mierda que tú no eres nadie para venir a hablarme de esa manera. Dijo mi padrastro.

Mi madre lloraba hasta que le dijo.

-Amor ya no sigas más ven y vamos a dormir.

Dicho esto mi padrastro le tiró la botella de vidrio a mi madre haciéndola caer por el golpe. Su cabeza estaba sangrando.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.