Amor comprado

Capítulo 9

Lety:
—No sé cómo se ha atrevido a intentar llamarme así, se tenía bien merecida esa cachetada. Voy bajando las escaleras cuando hacía mi corre un pequeño rubio de enormes y curiosos ojos azules y redondos como platos, pero muy preciosos. De repente vuelvo a escuchar esa voz tierna y dulce que me dice: ¡doctora Lety !, mientras me abraza y yo me fundo en ese momento tan especial y bonito. Ahora lo recuerdo, había olvidado su nombre, pero no sus ojos, su vocecita, sus manitas que sujetaban las mías en esa cama de hospital. Es una de las alegrías de mi profesión, cuando un pequeñito logra tomar fuerzas y salir adelante de algo tan terrible como la leucemia, más que médico y paciente nos hicimos amigos y cómplices. Recuerdo que estaba con su padre un hombre muy agradable que era policía o algo así. Sin darme de cuenta de lo que le ha sucedido pregunto inmediatamente por su padre al pequeño.

—doctora mi padre ya no está, él se ha ido al cielo—murmura dejando caer la voz lentamente.

—lo siento mucho, mi niño…

—no lo sientas doc., estoy bien mi tío me cuida bien y juntos haremos que papá esté muy orgulloso de nosotros y ahora que sé que se va a casar con una mujer tan bonita y buena me siento el niño más afortunado del mundo—dice y vuelve a abrazarme.

—yo solo lo abrazo fuerte y pienso en la gran capacidad que tiene este pequeño de seguir adelante con todo lo que le ha tocado vivir y en cómo haré para alejarlo de Sebastián y la mala influencia que pueda ser para él, porque de que lo ama no me queda duda por la forma en que lo mira tan especial, pero eso no quita que es muy peligroso y no está capacitado para cuidar de un niño. No puedo evitar derramar alguna lágrima de alegría por volverlo a ver, pero seco mis ojos prontamente para que no vaya a pensar que me he puesto triste…y en ese momento dando un paso atrás Caleb empieza su ronda de preguntas que para mí resultan tan incómodas.

—¿Dónde conociste a mi tío?, ¿Cuándo se casan? ¿Tendrán hijos? ¿Viviremos aquí?

—Entonces Sebastián me toma por la cintura y dirigiéndose al pequeño le comenta:ya es hora de cenar mi detective, luego te presto a mi chica para que le hagas las preguntas que desees. Luego mira al joven sentado a la mesa y me dice: este es mi primo Samuel.

—mucho gusto, le extiendo la mano y él deja una suave caricia en ella la cual no parece agradarle a Sebastián.

—el gusto es mío—responde Samuel —mi primo es el más afortunado del mundo por tener a su lado una mujer tan preciosa…

—¡Bueno a comer!,ya basta de presentaciones—exclama Sebastián algo enfadado.

—Nos sentamos a cenar y quiero pensar que eso que acabo de presenciar no fueron celos porque eso no tendría explicación. Pasados los minutos, cuando miro a Caleb no puedo evitar recordar una frase de mi abuela que decía:¡si la vida te da limones, pues a hacer limonada! Nunca había entendido qué me quería decir y ahora creo que lo entiendo. Antes pensé que todo esto era una maldición, pero nada ha Sido así, las cosas pasan por una razón, por una fuerza que se escapa más allá de nuestras mentes. Quisas esta fue mi oportunidad de saber quién era realmente Alejandro, de ayudar a mi hermano, de probar mi capacidad de enfrentar al mundo y lo mejor de todo si yo no hubiera llegado hasta aquí ¿Quién salvaría a este niño?…
Terminada la cena Sebastián da la noticia de que en tres días nos casamos y me besa descaradamente la mejilla frente a todos, yo me quedo muda, esto es una locura, pero que sea todo por un bien mayor de lo malo que tenga que soportar. Luego Samuel se despide y Alejandro me invita a conocer la habitación de Caleb. Es muy preciosa, llena de juguetes y fotografías a las que el pequeño parece tenerles mucho cariño, pues están muy bien cuidadas. Caleb y Sebastián comienzan a jugar y correr por toda la inmensa habitación parecen dos niños y yo me dejo llevar por la diversión del momento y me uno a su juego. Terminamos muy exhausto, pero Sebastián no se marcha hasta que le Lee un cuento que no sé Caleb, pero yo sí me duermo de lo aburrido, supongo que el niño ha de quererle mucho, pues lo mira con gran amor y no suelta su mano hasta que se queda dormido.
Sebastián:
—no sé cómo le hace, pero está mujer no ha dejado de sonreír en toda la cena, yo pensé que lo arruinaría todo, pero parece que encontré a la perfecta actriz. Con el niño jugó hasta cansarse y me alegra que lo quiera tanto, sé que quedará en buenas manos cuando tenga que salir a hacer algún trabajo para mi padre y pensando en él mi teléfono suena precisamente en ese momento y se trata de él que me llama para pedir vernos mañana en la noche para mi primer trabajo o prueba, a ver de Lo que soy capaz y pienso demostrarle a lo que estoy dispuesto.
Lety:
—subo muy agotada a la habitación, hoy ha Sido un día lleno de sorpresas, pero me siento feliz de haber vuelto a ver a Caleb, verlo saludable otra vez y ver cuánto a creído. Me doy otra ducha, pues la noche está muy calurosa y cuando salgo a cambiarme un escalofrío recorre mi cuerpo y nuevamente sin siquiera darme tiempo a pedir ayuda alguien cubre mi boca con un paño dejándome inconsciente.




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