Lety.
—El timbre vuelve a sonar, parece que hoy es día para visitas y mis ojos se abren como platos al descubrir tras la puerta a mi hermano y a Sofía— ¿qué hacen aquí?—digo tartamudeando y casi sin saber cómo reaccionar.
—pues eres mi hermana ¿No puedo hacerte la visita? O¿Es que estás aquí en contra de tu voluntad?—cuestiona Lorenzo —¿Cómo vas a pensar eso hermano?, soy muy feliz aquí, es solo que no me esperaba que me hicieran visita sorpresa, pero qué hacen en la puerta todavía pasen y los presento—digo mientras los abrazo conteniendo mi dolor y mi postura a fin de que no se percate de mi herida.
—les presentó a Sebastián, él es mi prometido—Sofía extiende la mano, Lorenzo no.
—¿Quién eres y por qué mi hermana recibió una herida de bala?—cuestiona enojado.
—hermano—inquiero
—no te preocupes Lety, si yo estuviera en su lugar haría lo mismo. Lorenzo es un placer conocerte, pues mi novia te ama mucho al igual que puedo percibir que la amas tú a ella y eso me agrada. Lo de la bala fue un accidente y aquí Lety está siendo muy bien atendida y bueno no espero que me aceptes fácilmente, pero puedes estar seguro de que nunca le haría daño a tu hermana.
—hasta yo por poco me creí lo que acaba de decir este, pero estoy feliz haya logrado contener un poco a mi hermano¿quién le contaría? Seguro ese imbécil de Alejandro, me las va a pagar. Estoy feliz de volver a verlos y mi felicidad aumenta cuando Sebastián les ofrece quedarse en la habitación de invitados todo el tiempo que quieran, así tendré a Sofi cerca y podré velar por Conversamos mucho hasta que la noche nos alcanza, Sebastián y Caleb están juntos, el seguro le hace una historia para que duerma y Lorenzo ya descansa.
—ahora si estamos solas—inquiere Sofía—ya yo sé que este te tiene amenazada, a mí me dijeron que si hablaba con alguien te harían daño— cuéntame por favor, dime que no te ha tocado y que esa bala no te la dio él.
—No amiga, está bala fue por salvar a Caleb—le cuento la verdad y toda la historia desde un principio.
—entonces, a ver si entendí, te casas, él logra tener la herencia de su madre, cuidad de Caleb en lo que él arregla par de asuntos y luego él paga la operación de Lorenzo y se divorcian yo todos felices¿No?
—exacto—le confirmo
—espero todo sea tan simple como lo has pintado.
—bueno ahora tengo a mi amiga, la que de artes marciales para protegerme—reímos y conversamos, pero unos pequeños golpes en la puerta interrumpen nuestra conversación. Me levanto y luego de abrir veo a Caleb junto a Sebastián.
—el niño no puede dormir, dice que tiene miedo y que solo podrá hacerlo contigo—dice él.
—¿puedo tía?—pregunta el pequeño corriendo a mis brazos.
—claro que puedes mi niño, vente para acá.
—bueno yo me voy a mi habitación—añade Sofía y se despide.
—yo también me voy —coincide Sebastián—me llaman a lo más mínimo.
—estando solos ya en la habitación pregunto al chico si ya su tío le ha leído su cuento para esta noche, pero el pequeño se quejaba
—es que mi tío es muy malo haciendo historias tía, ¿Me harías tú una?—pregunta.
—solo si me das un beso—reclamo—te haré una historia que me hacían de pequeña, verás que bonita. Luego de recibir mi beso le relato la historia y a él parece encantarle, pero al final el sueño le gana y queda rendido en mis brazos. Acaricio su cabello y puedo notar ahora que le tengo tan cerca lo mucho que se parece a su tío. Han pasado algunas horas y no logro conciliar el sueño, con lo que pasó la última vez tengo miedo de todo y más por el pequeño, abro la puerta para tomar un poco de agua cuando veo ahí recostado a Sebastián, no se ha ido a dormir porque quiere cuidarnos, pero el agotamiento lo ha hecho dormirse, la noche se ha puesto muy fría así que tomo una manta y suavemente la colocó sobre su cuerpo y vuelvo a entrar para intentar descansar.
¿Qué estoy haciendo? me pregunto a mí misma. ¿Por qué he de tener compasión de un hombre que ha matado a un chófer inocente?. En cuanto se realice la operación de mi hermano huiré lo más lejos posible con ambos y no permitiré que nadie les haga daño—pienso y logro quedarme dormida hasta que alguien nos levanta con un desayuno delicioso, se trata de Sofía quien me dice
—¡amiga por fin tengo empleo!, ha surgido el tema entre Sebastián y yo, y le he contado lo bien que se me da cocinar así que me ha contratado como nueva cocinera, ya que la que quedó en venir nunca se presentó.
—y ¿Cuándo sucedió todo esto?—pregunto inquieta y desconcertada.
—amiga¿qué hora crees que es?
—miro mi reloj y puedo percatarme lo mucho que hemos dormido Caleb y yo. Nos levantamos, yo con ayuda, y desayunamos como nunca antes, a Caleb le ha encantado lo que Sofía ha preparado y en los siguientes días Sofía y yo cuidamos muy bien de él y de Lorenzo. Pasan los días y la mansión se mantiene tranquila, mi herida ya ha sanado, Loren estable, Sofi cocinando y Sebastián muy ausente, hasta donde logró enterarme se reúne con su padre y me da terror imaginar lo que hacen, pues de lo poco que he logrado escuchar o sacarle a María es un hombre terrible y yo mantengo mi idea de alejar a Caleb de Sebastián aunque todavía no sé cómo lograrlo.