Sebastián.
—poco a poco he logrado ganarme algo de la confianza de mi padre, he descargado armamento y drogas. Cuando se sienta bien confiado voy a quitarle todo. No quiero verlo entre rejas, quiero verlo miserable, sin un peso. Sé que tuvo que ver algo con la muerte de mi hermano y de mi madre, necesito convencerme, tenerlo cerca y buscar pruebas, quiero que me suplique por su vida.
— Saúl, ya tengo la primera pista del principio de nuestro trabajo. Pasa por casa más tarde y recoge un viejo teléfono que mi padre tenía muy escondido en una gaveta de su escritorio, he puesto uno exactamente igual, lo desbloqueas, copias la información y luego lo colocamos de la misma manera.
—ok, señor, en 30 minutos estoy allá y hacemos el trabajo.
—Me dirijo a casa y no estoy de muy buen humor. Al llegar veo a Lety distraída y no la veo con Caleb sino con el idiota de mi primo que últimamente hace demasiadas visitas, están riendo. Me siento muy enojado así que la tomo por el brazo y llevándola contra la pared le reclamo.
—acaso te traje a esta casa para que hicieras chistes con mi primo? ¿Por qué no estás con Caleb?
—¡Eres un insensible!—grita ella y una lágrima se le escapa.
—responde mi pregunta—le reclamo.
—yo estoy jugando a las escondidas con Caleb, mientras él y Sofí se esconden yo esperaba aquí y tu primo llegó ahora y nos reíamos porque Caleb se ha escondido en el mismo sitio una y otra vez. ¿Contento?—dice y se va a buscar a Caleb secando sus lágrimas a ese sitio donde yo me escondía antes con él y su padre nunca lograba encontrarnos.
—Lo siento—intento decir, pero ya se ha marchado. Saul llega y le entrego el móvil, lo que dice que tardará unos días porque todo está en claves y cifrado.
—bien , amigo, hazlo lo más pronto posible y entrégame el trabajo en mis manos por favor.
—a! Y mañana es mi boda, en cuanto esté realizada, contacta con los abogados y resuelve todo el papeleo de la herencia.
—¿y ya la novia lo sabe?—pregunta él.
—enseguida le diré—digo sonriendo con cinismo. En cuanto Caleb se queda dormido como hace cada día por el mediodía, subo a la habitación con una gran caja y la colocó sobre la cama frente a ella
— ¿qué es?—pregunta ella.
—Si quieres saberlo primero tendrás que pedirme disculpas.
—¿Disculpas yo? ¡Jamás!, fuiste tú el que llegó como un toro fajando y destrozando todo.
— así me gusta, que tengas tu orgullo. Ahora ve a decirle a tu hermano y a Sofi que mañana es nuestra boda.
—¿mañana?—pregunta inquieta—no me habías avisado. Pero muy bien salgamos de esto pronto.
— más te vale no echarte para atrás mañana y dejarme en ridículo o tu hermanito será el que pague las consecuencias.
—ahórrate las amenazas, yo cumplo mi palabra siempre y no te preocupes haré pensar a todos que somos los novios más felices del mundo.
Llega el día y Loren me besa y da muchas bendiciones, él en estos días dice que percibe el buen corazón de Sebastián, el pobre no se imagina. Lorenzo no irá a la boda, es demasiado lejos y demasiado esfuerzo para él así que se quedará junto a María. La caja que dejó sobre la cama tenía un hermoso vestido y joyas muy preciosas, al menos cumplió la promesa de que el vestido sería hermoso. Sofi me ayuda con el peinado y yo casi arruinó mi maquillaje con mis lágrimas.
—no llores amiga, arruinaras tu rostro
—no puedo creer que es la segunda vez que uso un vestido como este y no seré feliz, creo que nunca me casaré realmente.
—no digas eso, tu príncipe está por ahí en alguna parte, seguro junto con el mío y por eso no han aparecido, pero ya verás, ahora sal y disfruta aunque sea una farsa, no importa. Tu casi marido es muy guapo y estás bella, hoy serás la envidia de muchas así que aprovecha. Luego de la boda no vendrás a casa, él me ha encargado cuidar de Caleb por 3 días para que parezca una luna de miel real y la prensa no haga comentarios, recuerda que su familia es gente importante.
—tienes razón, no voy a dejar que nadie me robé la felicidad, de todos modos esto es temporal y es por el bien de dos personas muy relevante y especiales para mí Caleb y Lorenzo.
—hablando de eso ¿Qué pasará con el niño? Cuando te vayas se quedará solo con ese asesino.
—no pienso permitir eso, en cuanto mi hermano se recupere nos iremos lejos con el niño y empezaremos una nueva vida.
—¿Sabes amiga? Cuesta creer que Sebastián sea tan cruel, es que lo veo jugar con el niño y lo trata con tanto amor, y ha sido muy generoso con nosotros. Creo que al final te puedes terminar enamorando de él.
— estás loca, jamás podría sentir algo por alguien así.
—pero debes admitir que es muy pero muy guapo y fuerte.
—pero yo no me enamoro de cada hombre guapo que conozco, pienso que a la que le gusta es a ti.
—no, nunca me fijaría de esa manera en el novio de mi amiga, lo que sí te digo es que aproveches, el tipo está guapo y aún eres virgen con 28 años, aprovechas y resuelves ese problemita— insinúa ella.
—es que para mí eso no es ningún problema, quiero entregar mi cuerpo solo cuando ya haya entregado mi corazón al hombre que ame y lo merezca—digo sosteniendo mi actitud positiva a solo una hora de mi boda con Sebastián.