Lety.
—tic, Tac,toc—suena el reloj que no dejo de mirar. A solo unos minutos de mi boda todo parece recordarme el fastidioso día de mi boda con Alejandro. Un auto nos lleva de camino al lujoso lugar de ceremonia y yo me pregunto si está vez alguien me asaltará también. Al llegar todo está realmente hermoso y hay muchísimas personas. Lamentablemente, la primera persona que logro reconocer es a Alejandro y no tengo idea de quién lo pudo haber invitado si para mí no es bienvenido o quizás si tengo idea. Alguien abre la puerta del auto y salgo a lo cual las personas no dejan de observarme, claro si este vestido es realmente llamativo. Puedo observar como Sebastián me mira asombrado, a leguas se le nota que le gusta cómo me veo.
—te ves realmente hermosa—murmura en mi oído.
—lo sé y tú no te ves tan mal para ser un gruñón—respondo en su oído también.
¿Quién le habrá dicho a este que podía venir?—le pregunto refiriéndome a Alejandro.
—Lo he hecho yo,¿Por qué me miras así? Él te salvó la vida cuando llegaste al hospital¿No?
—¿y lo haces solo por eso?—cuestiono.
—no, la verdad también quise que viniera y viera lo felices que somos
—me gusta tu idea, hoy es día para actuar—digo y sorpresivamente beso su mejilla delante de todos.
La ceremonia comienza, y juramos nuestros supuestos votos de lealtad y por dentro todo esto me parece un chiste, una novela, una peli, una, pero no de amor sino más bien una comedia de esas media infantil.Todos aplauden al nuevo matrimonio y todos piden que la nueva pareja baile, así que lo hacemos y comenzamos a bailar
—bailas muy bien—murmura esté en mi oído.
—y tú también lo haces bien para ser un gruñón. La gente empieza a bailar y Alejandro me roba de los brazos de Sebastián y baila conmigo
—¿Por qué te casas con él?, yo sé que aún me amas
—te equivocas Alejandro, yo por ti no siento nada, ahora amo a Sebastián—al decir esto puedo observar como sus ojos llenos de odio miran a los de Sebastián que también mira con mucha rabia a Ale.
—¿Me devuelve a mi esposa? Le dice.
—por ahora —contesta él.
Y yo rápidamente voy a sus brazos para evitar que se sigan enfrentando. A lo largo de la fiesta he tomado muchas bebidas y esto se empieza a notar.
—¡joder!,Lety, has bebido más de la cuenta—dice y toma el vaso de la bebida.
—¿Tú crees amor?—contesto y no sé ni por qué, pero lo agarro de su chaqueta y lo traigo hacia mí para besarlo apasionadamente y no sé si son los tragos, pero me encanta lo que he sentido besándolo.
Sebastián responde al beso de Lety y nada le da más felicidad que ver la cara de disgusto y celos de Alejandro quien se retira de la fiesta al no poder soportarlo más. La fiesta termina y todos se marchan.
Sebastián:
—esta chica está muy borracha, pero debo admitir que besa muy bien. Los invitados se han ido y debo reconocer que me hizo mucho bien ver la cara de Alejandro cuando nos besamos. La tomo en mis brazos , está muy borracha, me detengo unos segundos a mirarla, es muy hermosa, sus labios son rojos como fresas, se parece mucho a la única persona que un día amé por eso es inevitable que a veces la mire con ternura. Acomodo su pelo negro como el azabache y la llevo a la ducha, me meto junto con ella, no puedo evitar terminar empapado.
—¿Cómo es que traigo esta ropa?—cuestiona ella abriendo sus ojos de forma muy exagerada.
—no sé—digo sonriendo y dejando todo a su imaginación.
—¿Cómo que no sabes? ¡Maldición no recuerdo nada!—dice e intenta levantarse a lo cual jadea por el fuerte dolor de cabeza—creo que me sucede algo—añade ella.
—¿acaso es la primera vez que tomas de más?
—si—responde ella —es mi primera vez, que me emborracho, hasta ahora nunca había tenido un idiota que me sirviera de inspiración para eso. ¡Acaba de decirme quién me duchó y cambió mi ropa!
—fui yo
—¡Maldito! No habrás mirando, ni tocado nada¿verdad?
—y cómo crees que te cambié si no te podía ver, no seas ridícula, eres tan fea que por poco y me provocas Entonces por su cara puedo notar que comienza a recordar todo.
—¡Maldición! Maldición!—repite ella una y otra vez.
—¿ya recuerdas por qué tuve que bañarte? Fue muy asqueroso que regaras vómito por toda la casa. Y agradece que no soy un aprovechado, me tocaste y te hiciera el amor,me dijiste por favor quiero perder mi virginidad.
—¡Mentiras, de eso sí no me acuerdo, son calumnias!—dice ella poniendo la mano en su cabeza, tratando de recordar.
—Sabía que no me creerías, así que te grabé con tu móvil, revisa el vídeo con fecha de anoche —le digo y la dejo sola.
@
Lety:
—abro mi móvil y no puedo creer lo que mis ojos ven, es cierto le pedí a ese idiota que me hiciera el amor. Quisiera que fuera una pesadilla, pero no, es muy real, odio ese momento, me quisiera morir de la vergüenza, no pienso tomar bebida nunca más en mi vida. Ese idiota debe sentirse muy superior ahora que le he suplicado semejante cosa, me las va a pagar, todo esto es su culpa y cómo se atreve a decir que mi cuerpo es feo, quién se ha creído que es.
—¿ya estás lista? Dice él asomándose por la puerta.
—¿lists para qué?
—Para la mejor luna de miel que puede tener una mujer en su vida, te llevaré a conocer el paraíso.