Lety.
—Las personas intentan detenerme, pero yo no pienso con claridad y me dejo llevar por lo que mi instinto dictamina, ser doctora implica salvar, proteger aún corriendo riesgo, así que voy dispuesta a entrar a esa casa en llamas y no dejar morir al tío que tanto ama Caleb. Pero en ese momento él sale por la puerta con el pequeño oso del chico envuelto en sábanas. El niño sonríe y clama de felicidad tomando al muñeco y agradeciendo a Sebastián. Por otro lado, Sebastián palidece y comienza a toser mucho, ha inhalado mucho humo. Me acerco e intento ayudarle, hasiendo todo lo que he aprendido que se hace en estos casos, por suerte no ha sido nada grave.
—¿Acaso te gusto?, ibas a entrar allí por mí—dice burlándose de mí.
—ya se nota que has recuperado el aliento y estás bien, ya comenzaste con tus ideas locas, yo hice lo que cualquier persona hubiera hecho y no lo iba a hacer por ti sino por Caleb que se ve que te quiere mucho. Dale tira y camina que debemos irnos. De regreso a la cabaña el trayecto es silencioso y mis pensamientos me inquietan¿Cómo es posible que una persona como el capaz de robar la vida de alguien inocente pueda arriesgar la suya propia por alguien que no conoce? No entiendo, supongo que padece algún trastorno de personalidad o por lo menos es bipolar. Y mostró empatía al ponerse en el lugar del pequeño y salvar el único recuerdo de su difunto padre. Llegamos y cenamos algo, luego de ducharnos ambos estamos en la habitación cuando siento que él se queja de dolor.
—¿Qué te sucede?—pregunto.
—no es nada—contesta él.
—muy bien, así que no es nada, entonces no tendrás inconveniente en levantar tu camisa —digo y levanto su camisa y tal como yo sospechaba tiene una quemadura importante.
—eso no es nada —afirma él.
— sí lo es—entonces tomo el botiquín de primeros auxilios que he traído y le ordeno—quita tu camisa.
l
—huii qué desesperada estás por verme desnudo— insinúa él.
—yo ya no lo hago caso es un engreído, así que luego de que se ha quitado la camisa comienzo a curar su herida y a colocar una venda y realmente es inevitable observar su físico impresionante—eres muy buen paciente, no te has quejado y sé que duele.
— más duele que te arrebaten las personas que amas y ese dolor ya lo conozco, pero voy a hacer pagar a todo el que tuvo que ver en la muerte de mi madre y mi hermano—dice con la mirada perdida.
—qué raro —pienso —nunca antes había hablado de algo tan personal y tengo curiosidad de saber, pero¿que es eso que estoy oliendo?, ya sabía yo, este se ha dado buenos tragos y se nota que se le ha ido la mano. Ahora intento recostarlo en la cama, pero él me empuja hacía ella y cae encima de mí, sus labios están muy cerca de los míos y mi corazón se desespera por un beso¿En qué estoy pensando? Estás hormonas mías están revueltas, mi ritmo cardíaco aumenta y mi deseo está en su punto cuando él se aparta y me dice
—tonta, pensaste que te besaría
—primero muerta—escupo a un lado y lo dejo al ver que se ha quedado rendido. No sé por qué me ha pasado esto, nunca me había sentido así, obvio no es amor, solo deseo sexual, pues innegable que es muy guapo y hoy ha parecido muy valiente y fuerte, esto no me puede volver a suceder, y no sé quién se cree que es para tratarme así, huii no lo soporto, más vale que este falso matrimonio termine pronto.
&
Lorenzo.
—no sé Sofía, Sebastián no parece un mal hombre, pero siento que nos esconde algo. Y el niño está muy feliz de que se hayan casado—digo conversando con Sofía.
—no te preocupes Loren, tu hermana está bien, a estas horas debe de estar feliz disfrutando su luna de miel.
—pues no sé, es que eso de la bala perdida me parece sospechoso y esa boda tan repentina, a penas conocemos a ese hombre.
—cierto, pero por favor confía en Lety, ella sabe lo que hace.
—fíjate si sabe lo que hace que estuvo a punto de casarse con un hombre que la engañaba diciendo que era su hermana y era su amante, cada vez que pienso en eso me lleno de coraje.
—pues no se llene de coraje y piense en cosa buenas, sabes que no puedes estresarte—responde Sofía y cada que mueve esos hermosos labios para decirme algo mis sentimientos por ella crecen cada vez más, pero sé que es imposible ilusionarme, nadie quiere alguien enfermo y menos yo que no sé si voy a vivir o morir.
Hemos pasado mucho tiempo juntos últimamente y ya siento que no puedo estar lejos.
—qué hacen mis amigos favoritos—entra Caleb dando brincos y saltos—no hablen tanta cosa aburrida y vayamos a jugar béisbol al parque.
&
Sofía
—Sebastián está preocupado por Lety y eso que no sabe nada , supongo que su instinto de hermanos se lo dicta, pero tengo que hacerlo pensar en otra cosa, así que a pesar de que ya es tarde hago caso de la petición de Caleb y nos vamos al parque que queda a la vuelta de la esquina a jugar pelota.
—la hemos pasado genial —dice Lorenzo al chaval al llegar a casa y este está muy cansado así que le doy una ducha y le hago su cuento tras lo cual cae rendido y dejo a María velando su sueño. Al entrar a la habitación donde dormimos Lorenzo y Yo lo veo de espalda y mi corazón late fuerte, creo que me estoy enamorando y no pude ser esto, él me ve cómo su mejor amiga y nada más—¿no te has dormido aún?—pregunto y él no responde y mis nervios se disparan, pues cuando me coloco frente a él puedo observar como mantiene una mano en el pecho e intenta respirar
—¿Qué te ocurre Loren?—pregunto desesperada mientras lo recuerdo y llamo una ambulancia que enseguida nos lleva al hospital y mi corazón se rompe cuando camino allá me dice:
—lo siento, ya me llegó el momento, dile a Lety que la adoro y que sea feliz, siento que me muero Sofi y no quiero hacerlo sin decirte antes que te amo.