Sofía.
—pobre Lety se ha escuchado desconsolada, yo lo estoy también. Tanto tiempo amando en secreto a este hombre y pensando que jamás me vería como otra cosa que no fuera su amiga. Ahora que me ha confesado que me ama se debate entre la vida y la muerte. Si tan solo la vida me permitiera decirle que yo también lo amo. Si el tiempo me dejara demostrarle cuánto lo quiero. Cada segundo de mi vida lo dedicaría a llenar esos espacios vacíos que la vida le ha robado. Cuando te enfrentas a una realidad tan grande como la de que puedes perder lo que más amas empiezas a valorar cien veces más la oportunidad de pasar cada segundo a la orilla de quién amas. Cada tic-tac del reloj parece interminable. Miro al cielo y comienzo a rezar una y otra vez, pido una oportunidad para Lorenzo.Mi móvil suena, es María
—¿cómo va todo por allá?—pregunta ella.
— aún no tenemos noticias, está en el quirófano, espero que todo salga bien. Y Caleb¿Cómo está?
—Está bien, no te preocupes por él hija, en cuanto sepas de el muchacho me avisas.
—Está bien, lo haré. Cuelgo y mi corazón late de prisa al ver acercarse a dos doctores que atienden a Lorenzo.
$Lety.
—Mi corazón pide auxilio, no puedo con semejante dolor, lloro a grito vivo mientras intento colocarme algo de ropa.
—¿Qué pasa Lety?—pregunta Sebastián sintiendo mi llanto.
—¿Qué me pasa preguntas tú? Me pasa que hoy no me has dejado coger mi móvil y mi hermano lleva mucho tiempo en el hospital y yo no sabía nada por culpa de tu estúpida idea de tirar tiros a un maldito árbol, joder,—bufo mientras golpeo su pecho.
—¿Cómo? No es posible, si él estaba bien—niega—vamos Lety.
—¿de camino al hospital hubiese querido tener alas y llegar en un instante. Cada segundo me ha parecido interminable. De repente pasa lo que menos esperábamos, la rueda de el auto se pincha y una vez salimos de él Sebastián pone sus manos en la cabeza haciendo obvio que no sabe cambiarla— ¿acaso nunca te enseñaron a hacer estas cosas?—pregunto lo obvio, claro que no, seguro siempre paga por ello y no se ensucia las manos. El se desespera y yo saco fuerzas desde lo más profundo y comienzo a cambiar la rueda,mi padre era mecánico de autos en un taller y yo aprendí eso de él. Él se queda todavía el rato mirando, parece que en su vida no hubiese visto mujer alguna hacer esto, joder, solo es una rueda. Salimos otra vez a toda prisa y en esto de conducir si he de reconocer que es muy hábil. Llevamos unos minutos después y ese inmenso hospital me hace recordar que allí murieron mis padres cuando lo del accidente. Me parece que estoy parada frente a un gigante y me siento débil e impotente, pero de momento esa mano sujeta la mía y me pasa una energía difícil de describir
,sé que nuestro matrimonio es solo un trato, pero puedo sentir el amor en sus manos, no el amor de esposo, pero sí el amor de un ser humano que se compadece y que al igual que yo deja sus lágrimas caer por la angustia de la situación, supongo que esto le ha revuelto el recuerdo de haber podido un hermano. Entramos cogidos de las manos y no he preguntado a Sofía dónde está Loren
Pero puedo ver a dos doctores conversar.
—la cirugía fue muy riesgosa, su corazón estaba muy débil—le dice un médico al otro.
—es cierto,recuerda informarle a la familia de Lorenzo lo que ha ocurrido y por qué ha pasado esto—responde el otro.
—por favor dígame que ha pasado con Lorenzo, el que llegó con un ataque al corazón—interrumpo.
—¿usted es su familiar?—cuestionan ellos.
—Sí, soy su hermana, por favor dígame qué ha ocurrido, dígame que está bien.
—Lo sentimos señorita, hicimos cuanto estuvo en nuestra mano… El señor Lorenzo falleció.
—Cada palabra que pronuncia es un cuchillo en mi corazón, no aguanto, no soporto esto, no puedo respirar sin mi hermano,no quiero la vida sin él
—Lety, Lety—pronuncia Sebas mientras intenta abrazarme.
—yo no escucho nada más y me desvanezco.
& Sebastián.
—Puedo sentir su dolor y yo la sostengo en mis brazos sabiendo que acaba de perder lo que más amaba en el mundo. Los doctores la acuestan en una camilla y comienzan a medir su presión arterial y su respiración. Yo salgo a tomar algo de aire fresco cuando veo corriendo hacia mí a Sofía, pero es extraño que viene dando saltos de felicidad, como si no supiera.
—todo ha salido bien, Lorenzo vivirá muchos años más, ¿Dónde está Lety?—dice ella saltando sobre mi cuerpo y rodeándome con sus brazos.
—¿Cómo que está bien?—yo estoy realmente muy confundido.
—Acabo de venir de allí, los doctores nos contaron que la operación fue un éxito.
— Entonces le cuento lo que nos han dicho a nosotros y lo que le ha sucedido a Lety. Al final todo fue una confusión y Lorenzo está vivo, muy vivo y feliz. Los doctores piden disculpas, casualmente entró aproximadamente a la sala del quirófano un señor mayor que también se llamaba Lorenzo y había sufrido un ataque al corazón. No me alegro de que ese señor Haya muerto, pero ni puedo evitar sonreír y dar gracias a Dios . Sofía se va a cuidarse Lorenzo y yo me quedo al lado de Lety hasta que despierte.
Le han suministrado medicamentos y está dormida, su presión arterial se disparó cuando le dieron la falsa noticia.
Estoy sentado aquí a su lado y acomodo su cabello, es más hermosa que la luna, sus labios rojos como fresas provocan mucho. No puedo evitar que mi corazón bombee frenéticamente y ahora que acaricio su pelo puedo ver un detalle que no había visto antes. Debajo de ese cerquillo tiene la misma manchita que Rosa, es más sus ojos, sus labios, todo me recordaba a ella, pero esa mancha es única, es ella, ¡es Rosa!. La única a la que he a amado y la que he buscado por tanto tiempo. Mi corazón quiere reventar de la emoción, siento ganas de besar sus labios, pero ella no me ha reconocido y me preguntó¿Por qué se llama ahora Lety? Y cómo es que la tengo aquí frente a mí.