Sebastián.
—Lety por favor no te vayas—digo sosteniendo su brazo—, yo , yo —tartamudeo—yo te amo y no sé vivir sin ti. Me acostumbré a tu olor, a tu pelo, a tu presencia, a como nos cuidas, ya no sé vivir sin ti. Sé que no soy el mejor, pero te prometo que por ti y Caleb hago lo que sea ¡Yo te amoooo!.—suelto mis sentimientos de un solo golpe.
—Yo también te amo Sebastián Guerrero y no me iré sin ti nunca a ninguna parte—dice ella sorpresivamente.
La tomo por la cintura contemplando esa hermosa mirada y mis ojos bajan a sus labios rojos como cereza, ella muerde los suyos mientras sus manos van a mi pecho y nos besamos hasta quedamos sin aliento en un beso que ojalá nunca tenga final. El beso no nos parece suficiente y comenzar a quitar toda la ropa que solo nos estorba. Mis labios recorren todo su cuerpo, sus manos acarician mi espalda y le hago el amor sin parar un instante, no soy un experto con mujeres, pero con ella todo se da perfecto. Entonces una voz interrumpe este magnífico momento.
—¡Sebastián!, ¡Sebastián!—grita casi—
—yo abro mis ojos y descubro mi triste realidad, todo era un sueño, el mejor sueño de mi vida y mi primo Samuel que acaba de llegar hasta el sofá dónde estoy recostado acaba de arruinarme el momento.
—Ummmm, así que mi primo estaba teniendo un sueño húmedo—se burla señalado mi entrepierna.
— Déjate de hablar boberías y siéntate—me hago a un lado—¿Qué te trae por aquí?—pregunto.
—¿no lo Recuerdas?,hoy jugaríamos un partido de fútbol o es que tienes miedo a perder— insinúa lanzando el balón a mis manos.
— Claro que no tengo miedo, vamos.
Hasta ahora nunca había perdido un partido. Estoy muy distraído y no dejo de pensar en ella, en esa mujer que no sale de mis sueños y muero de los deseos de verla.
No sé si fue descubrir quién es ella como nos trata, sobre todo a Caleb o si fue el sueño de hoy, pero quiero luchar por su amor, no voy a perderla otra vez, la vida me está dando una oportunidad.
UF—bramo, mi primo me acaba de pegar con la pelota y yo salgo de mis pensamientos y comienzo a jugar con una motivación que jamás han sentido y vuelvo a recuperar el control del partido. Entonces alguien se acerca a la cancha y aunque lleva gorra y gafas, lo reconozco y voy inmediatamente a verle dejando a Samuel esperar por mí.—Nelson ¿Qué haces aquí?
— quería despedirme antes de irme y darte las gracias de parte mía y de mi familia—dice mientras me abraza.
—No tienes que agradecer nada, ahora cuídate y cuida de tus hijos, recuerda que Humberto no tiene límites.
—No te preocupes, hoy mismo salimos del país y comenzamos una nueva vida.
—Lety.
—Hoy mi mente y corazón están en guerra. Sé que lo correcto es encerrar a Sebastián y alejarlo de nosotros, pero cómo le explicó esto al corazón indomable que late dentro mío.
—Ya estoy listo, tía —dice mi pequeño, precioso,
—te llevaré a un lugar muy bonito.
—¿Mi tío vendrá?
—No, el tío salió hace un rato con el primo Samuel, hoy nos divertiremos solo tú y yo.
Salgo con el niño y tengo muchas sensaciones ala misma vez, miedo, dolor y remordimiento. Después de todo Sebastián pagó los gastos de la operación de mi hermano y nos ha cuidado. Además, podrá ser lo que sea, pero ama a Caleb, me cuesta mucho hacer lo correcto, demonios.
— tía este lugar es muy bonito—dice correteando todo el sitio.
—Lo es mi amor, aquí jugaba de pequeña
—esto último me hace recordar con nostalgia cuando mis padres vivían y éramos una familia feliz. Estamos en un parque muy bonito y distante, hay poca gente, pues es muy apartado.
—¡Mira tía es Sofía!—exclama el pequeño al verla acercarse y es todo parte del plan, necesito tener a Caleb distraído cuando se lleven a Sebastián.
—pequeño—digo poniéndome a su altura —necesito irme por un par de horas. ¿Te quedarías con Sofí?
— sí, pero tengo hambre.
—perfecto, Sofía te llevará a comer los mejores helados del mundo, aquí cerca los venden.
—¡Los mejores!—exclama el pequeño. Yo dejo un beso en su mejilla y sigo mi camino a la comisaría. Tomo un taxi y no logro sacarme de la cabeza esa sonrisa y esa mirada que me hace perder la cordura y es que no sé cómo puede enamorarse alguien del Diablo aunque tenga cuerpo de Dios sigue siendo el diablo, lo que no entiendo es por qué salvó a aquel niño y se arriesgó por solo hacerlo Feliz, por qué da la vida por Caleb, por qué trata como a una madre a su criada, es contradictorio, pero tengo que hacerle justicia a Nelson. Bajo del auto y me sorprende verla a ella frente a comisaría.
—¿Qué haces aquí?, ¿Ha pasado algo en casa?—le pregunto.
—No te preocupes hija, no ha pasado nada, solo vine a hablar contigo.
—Pero, María¿Cómo sabías que estaba aquí?
—Ven hija quiero mostrarte un lugar.
—yo la sigo y un señor nos lleva hacia una casa muy antigua. El silencio reina y entramos allí,es muy bonita, pero todo está bien empolvado.
—aquí vivió Sebastián con su familia—comenta ella y yo no me sorprendo, pues he estado observando fotos suyas con las que parece estar con su madre y su hermano, ella es hermosa. Sigo observando. Pero, ¿Por qué hay tres cunas aquí?—pregunto.
—esta era de la pequeña Sara, la hermanita de Sebastián.
—Una hermana, y ¿Dónde está ella?
—Ella nunca llegó a nacer. El padre de Sebastián es una persona muy cruel. Un día cuando la señora Sarai quiso escapar de sus garras, este la golpeó tan fuerte que perdió a su bb.
—es un hijo de puta el cabrón.
—pues imagina para Sebastián lo que significó vivir una vida así, viendo a su madre sufrir, luego dicen que ella se quitó la vida por esa bb, pero nunca ha habido pruebas y él se ha cargado con odio. Solo tú puedes sacarle de ese pozo y sé que lo amas.
—yo quisiera ayudarle señora, pero todo lo que le pasó no le justifica hacer lo que ha hecho, si usted tan solo supiera de lo que él ha sido capaz.