—Sebastián —me ha dolido cada palabra que mi boca ha pronunciado, me enamoré de esta mujer como nunca me había enamorado de alguien, me ha destrozado por completo, ella solo pensó en dinero desde el principio. Hoy voy a trabajar, pero siento que no tengo fuerzas, no sé vivir sin ella. —Tío ya estoy listo —campeón estás muy guapo, vamos o llegarás tarde —no entiendo a los mayores, quiero ser siempre un niño, anoche te escuché llorando toda la noche ¿Por qué le dijiste que se fuera entonces? —ya crecerás y entenderás algunas cosas, ahora eres muy pequeño —¿Cuándo pasaré el día con ella?, ella prometió que jugaríamos juntos. —estoy seguro de que sí, ella te quiere un chorro, ahora vamos que tu maestra se enoja—dejo a Caleb en la escuela y sigo camino a mi trabajo, Sofía y Alejandro esperan fuera—¿Por qué no han entrado?—les pregunto —es que como has terminado con Lety seguro ya querrás contratar a otros —dice Sofía. —Eso no tiene nada que ver con ustedes, seguirán haciendo sus trabajos, claro mientras tu embarazo avanza, luego cuando se acerque la hora del parto debes descansar más —gracias, señor, aunque no puedo decirle que me siento a gusto trabajando para el que rompió el corazón de mi amiga—dice Sofía. —Sebastián, mi hermana está muy lastimada, te pido y te exijo que no te acerques otra vez a ella ,no dudaré en hacerte pagar si la sigues lastimando, Sofía no me ha querido contar que pasó, pero lo descubriré—reclama Lorenzo poniéndose frente a mí en posición desafiante. —no sigas Lorenzo, necesitamos El trabajo—le señala Sofía en voz baja, pero yo puedo escucharla y cierto pronto tendrán un bebé y necesitan su empleo por eso no pienso culparlos por nada. —no se preocupen, no voy a molestar a Lety y por mí pueden seguir con sus trabajos—digo y entramos a hacer lo planeado para hoy, el día ha sido una tortura, no puedo sacar de mi mente sus ojos, su pelo,su boca, su cuerpo, la extraño, la necesito. No entiendo como pude creer que ella me amaba, solo jugó conmigo mientras seguía con Alejandro. Ahora viene a mi mente la forma en la que se abrazaban mientras se miraban y se sonreían, viene a mi mente el vídeo dónde la besaba ¡Maldita sea!, saco una botella y comienzo a beber Sofía —no me siento muy a gusto trabajando aquí, pero por ahora lo necesitamos, y además me encanta la fotografía, es mi sueño de siempre. Mi parte ya la he hecho hoy, se acerca la hora de ir a casa —mi amor ¿Ya terminaste?—dice Lorenzo acercándose y dándome un beso. —Ya terminé ¿y tú? —ya ¿Cómo está mi pequeña y hermosa bebé?—pregunta besando mi barriga y la pequeña se mueve por primera vez—¿Has oído eso? ¡Se ha movido! —si mi amor lo he sentido, quizás le sepa a las artes marciales igual que su madre, pero ¿Cómo sabes que es una niña? —Lo sé ,estoy seguro de que es una bebé y quiere mucho a su papá, me ha respondido —dice y nos sentimos muy felices en ese maravilloso momento. —Amor espera aquí, iré a ver al jefe para entregarle unos papeles y luego nos iremos. Camino hasta la oficina de Sebastián y lo escucho golpear cosas, habla, pero no entiendo nada, está borracho y llora como un niño —¡maldita la hora que me enamoré de ti Leticia! ¿Por qué me hiciste eso?? Por qué me engañaste de esa manera?—yo entro e intento sostenerlo cuando parece que va a caer, pero no puedo hacer mucha fuerza, estoy embarazada debo cuidar de mi bebé así que busco a Lorenzo y él me ayuda a llevarlo a casa. Allí María lo lleva hasta su cuarto. Loren y yo jugamos un rato con Caleb y luego nos vamos a casa. En mi mente se repiten una y otra vez las palabras de Sebastián¿Por qué me engañaste de esta manera? No entiendo cómo se pudo haber sentido engañado por LETY y ¿Por qué dijo que se enamoró de ella cuando le dice que no la ama? No entiendo, pero aquí tiene que haber un malentendido y pensando en eso Lety llega y no está muy diferente a Sebastián ha tomado unos tragos luego del trabajo y se le ve muy triste. —Amiga el mundo es muy chiquito—dice ella. —¿Por qué dices eso?—cuestiono. —hace un tiempo, cuando Sebastián me regaló el auto, salí a dar un paseo y por poco atropello el perro de un caballero. Ese día me invitó por un café y yo no acepté y hoy me lo he encontrado. —¿Quién es?—pregunto curiosa —es George Harrison, está visitando el hospital, es doctor y profesor y me ha tocado trabajar con él —y ¿Por qué sonríes cuando hablas de él? ¿Acaso te gusta? —no te voy a negar que es muy guapo y todo un galán. Si no estuviera perdidamente enamorada de Sebastián diría que ese hombre es mi tipo, pero para mi maldición no puedo sacar el maldito amor de este hombre de mi corazón, no dejo de pensar en él y me odio por eso. Él no merece que yo lo siga queriendo, pero lo amo y no sé cómo diablos lo voy a sacar de mi mente y mi alma amiga —ella grita y llora como una niña pequeña hasta quedarse dormida. Tapo su cuerpo con una sábana y la dejo ahí dormida, ni siquiera se bañó, vino muy triste y odio verla así. Sé que Sebastián la sigue amando y sé que ella lo ama con todas sus fuerzas y voy a averiguar lo que ha pasado, pues aquí tiene que haber un error, ellos se aman.