Amor con aroma a café

NO PUEDO PERDERTE

ROSE

Estoy frente a la cama de mi pequeña hija y mi corazón late a toda velocidad. No dudé en viajar toda la noche para poder estar frente a ellos, no podía esperar para volver a ver sus rostros y el esfuerzo valió completamente la pena. Ahora, debo pensar en mi próximo paso y tengo miedo de lo que pueda ocurrir, sin embargo me he prometido que no daré un paso atrás y no volveré a perder a lo que más amo por mi cobardía. Tomás me recibió con frialdad, en sus palabras pude sentir su resentimiento por lo ocurrido, pero, estoy dispuesta a  hacerle olvidar todo lo que hemos pasado y a empezar una nueva vida.

-Mami, mami, ya ha regresado-. Mi hija se despierta, me abraza y me besa por todo el rostro. -Julita, venga, abuelo, venga, mi mami está de regreso-. Margarita grita y salta de alegría. -Mami, mami, la extrañé mucho-. -Yo tambien mi amada hija, te he extrañado mucho, pero ya estoy acá, contigo de nuevo-. 

Durante la mañana realizamos una serie de cosas, es sábado y la niña no tiene clases. Caminamos por los sembradíos, preparamos el almuerzo, conversamos con el abuelo y finalmente nos sentamos a la mesa para disfrutar la comida, esperamos a Tomás para comenzar a servir el almuerzo, pero él envió a una de sus trabajadores a informarnos que tenía mucho trabajo y se disculpaba por no llegar a almorzar. Siento una gran decepción, esta claro que la razón es no encontrarse conmigo y tener que compartir la mesa, pero está resuelto, yo volveré a ganarme su confianza, le demostraré que he venido para recuperar lo perdido, para recuperar a mi familia y él es un miembro de ella.

-Mami, debo contarle algo-. Mi pequeña y yo estamos recostadas en una de las hamacas de la casa, contando lo que ha sucedido en nuestras vidas en los últimos días, solamente estoy omitiendo el pronto nacimiento del nuevo bebé, aún no puedo contárselo; ella toma la noticia del rompimiento con John de una manera muy madura, se queda en completo silencio y únicamente añade -lo siento mami. Yo acaricio su cabellera y la beso. 

-Mami-, -Si pequeña, díme-. -Mami, he conocido a Elena, y, creo que papi pronto se casará con ella-. Siento como un balde de agua fria cae sobre mi cabeza y hasta siento un ligero movimiento en mi vientre. -Mami, ¿está usted bien?-. La niña me toma de la mano y yo he perdido la razón de tiempo y lugar por unos segundos. -¿Porque díces eso Margarita?-. -Porque él nunca habia traído a una mujer a esta casa y después que usted se fue, ella vino a visitarnos y luego lo ha hecho muy seguido-. Debo tener mal aspecto, porque la niña se pone de pie y me pide que la espere recostada, que pronto regresará con un vaso de agua para mí. 

-Mami, he traido a Julita-. La niña trae de la mano a Julita y luego se aleja silenciosamente. -Es muy inteligente la sípota ¿verdad?- Julita me observa con mirada interrogante. No puedo contener las lagrimas y las hormonas revueltas a causa del embarazo no están ayudando mucho. -Calma mi niña-. -Julita, tú entiendes lo que está pasando ¿verdad?-. -Mi niña, trato de entenderlo, pero aún no sé toda la verdad, ¿usted tiene algo que decirme?- Le sonrío timidamente, -sí tienes mucho que saber-. 

Le comento todo lo sucedido con John, con mi madre y mi decisión de trasladarme a vivir definitivamente a El Salvador, le comento que mi madre casi me obligó a salir inmediatamente del país y aclaró que ella estaba aún muy joven y sana para hacerse cargo de los negocios de la familia, además que John seguiría siendo su socio; aclaró que eso no significaba que yo no aportaría a los proyectos de mi padre, que seguiría administrando las fincas de la familia y que exportaría el café para continuar con los negocios en Estados Unidos; que nos visitaríamos seguido y que deseaba que yo fuera muy feliz al lado de mi nueva familia.

-Me alegro mucho mi niña, por fin terminan estos años de dolor y tristeza para estar almas-. Sube sus brazos al cielo en señal de agradecimiento. -No creo que para todas estas almas Julita; Tomás ya tomó una decisión y yo la respetaré, venía dispuesta a recuperar su amor y a formar una familia, pero, si él se ha enamorado de Elena y desea formar un hogar con ella, yo no soy nadie para impedírselo; pero ahora sí tendrá que permitir que Margarita viva conmigo, él tendrá que dedicarle también tiempo a su nueva familia y yo tendré la oportunidad de compartir con mi hija por los años que no disfruté de su presencia-. Hablo más para mí misma que para Julita. -Las 3 seremos muy dichosas, tendremos una vida plena.....- -¿las tres?, ¿a que se refiere Rose?-. Abro mis ojos como platos -¿porque menciona a 3 personas?-. -Estoy embarazada- Miro al suelo -¿es de Tomás?-. -Sí, estuve con él en la última visita, el bebé es su hijo y aunque pueda parecer una tontería, pero mi corazón me dice que es una niña-. Julita me abraza. -Dígaselo niña-. -No Julita, porque no quiero que se sienta obligado por el embarazo a volver conmigo-. -Ese es orgullo ¿sabe?-. -No lo se, pero ahora, no quiero que lo sepa-. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.