Amor con aroma a café

LA PRIMERA CITA

Hoy es día sabado y regresaré a la finca, mi papá está muy ocupado con mi tío revisando las cuentas, hoy deben pagar su sueldo a todos los trabajadores y en un rato saldrá hacia la finca.  Tomo mi desayuno de pupusas y café, y, debo decir que nunca en mi vida habia disfrutado tanto el desayuno como ahora. Llego a la finca y todo es alegría, los trabajadores se encuentran vestidos con ropas sencillas pero limpias y parece ser que es un día de fiesta, todos están siguiendo una larga cola en la que al final de la misma se encuentra una mesa y atrás de ella el administrador y mi padre, las personas reciben el dinero y firman un libro que les entregan, se observa que les explican algo, parecer ser la cantidad de arrobas que hicieron durante la quincena y luego dan paso al siguiente trabajador; levanto la vista y observo al gruñón de la cruz de madera, está muy sonriente conversando con una señora de unos 50 años, parecen muy felices y creo que he reconocidoen ella a la señora encargada de preparar el almuerzo que se le brinda a todos los trabajadores. 

Cada día madura mas la idea en mi cabeza que estas fotos deberian de estar en una galeria.  Me retiro a un rincón para tomar algunas fotografías, serán unas hermosas fotografías, algún día podré hacer una exhibición de ellas y mostrar la belleza de este lugar. Lentamente y sin notarlo me voy separando del grupo, el canto de los pájaros y el ruido de las chicharras se hace más intenso, pero para mí es una música maravillosa; cuando siento el aliento de alguien en mi cuello, siento un mal olor como a tabaco y a licor y volteo rápidamente. – ¡Que hermosa la chelita! ¿Y porque tan solita por acá? - Me toma fuertemente de la cintura, trato de soltarme y le grito que  debe dejarme, pero cada vez me apreta más contra su cuerpo, trato de gritar fuerte, pero al parecer me había alejado mucho de la casa comunal y por el alboroto que se había generado por el día de pago, no se lograba escuchar, empecé a asustarme cada vez más y trato de golpearle, cuando de repente, el hombre cae al suelo, golpeando su rostro. Yo estaba en shock, en un momento tuve tantos malos pensamientos sobre lo que me estaba sucediendo, pensé que podía ser secuestrada, violada y torturada, talvez por el hecho de ser hija del dueño de este lugar, y que primero ese hombre iba aprovecharse de mí. Estaba tan conmocionada que tarde un tiempo en voltear y observar de donde había venido la ayuda. Y ahí estaba el gruñón, el último hombre que hubiese querido volver a ver en un momento critico, pero con sinceridad me alegro tanto  que haya llegado; lloro desconsoladamente y él se acerca a mí y de pie no sabía qué hacer, de repente tomo mis labios y con un beso profundo y exigente calla mis lagrimas. siento su olor y para nada había sido una sensación conocida, su olor natural a hierba y a café, entraban por mi nariz, encendiendo mis sentidos. Pongo mis brazos sobre sus hombros y me sumerjo más en su boca como la necesidad de búsqueda de agua o comida para vivir; me siento diferente, estoy sintiendo sensaciones que en mis 20 años había sentido. Me siento fuerte y débil a la vez, protegida, deseada, pero principalmente segura en sus brazos. Me suelta de prisa y dice unas palabras poco entendibles a manera de disculpa y trata de alejarse. Lo tomo del brazo y le digo: - No huyas, gracias por lo que hiciste por mí, y por el beso, yo también sentí lo mismo que sé que tu sientes, no te disculpes por eso.

Me observa, sonrie y añade. -No tengo esposa Rose, como sé que pensó la ultima vez que nos vimos y me gustaria invitarla a salir-.  Aceptó su invitación y quedamos de reunirnos en la iglesia del pueblo a las cuatro de la tarde. Nos retiramos de ese lugar y nos olvidamos de mi victimario.

Regreso emocionada a la casa, Julita me espera como siempre con una sonrisa, le comento que tengo que salir hoy por la tarde y que me gustaria que me acompañara, estoy conciente que mis padres no me dejarán salir sola y tenemos que pensar en una excusa para que yo pueda salir y poder acudir a mi cita. 

Ella no está muy convencida de ayudarme, sin embargo utilizo todos los pretextos posibles, indicando que quiero conocer sus costumbres, el lugar y conocer personas, al final, acepta, y nos acercamos a hablar con mi madre. Julita le indica que hoy hay una fiesta en el pueblo a la que fue invitada y que le gustaria llevarme para que pueda salir de la rutina que hasta ahora llevamos en casa, el lugar que indica está a 4 cuadras de nuestras casa.  La condición para que podamos ir, es que a  las nueve de la noche nos reunamos con uno de los guardias de seguridad de mi padre para que nos escolte hasta casa.

Estamos a la puerta de la iglesia, Julita aún no sabe que tendremos acompañante. No tuve valor para decirle porque podria arrepentirse de ayudarme.

-Hola Julita, hola hermosa Rose- voltemos a ver al hombre guapo que está a nuestras espaldas, vestido de jeans azul, lentes oscuros y camisa roja. Julita  le regala una sonrisa y contesta. -¿Hola cipote, que andas haciendo por áca?-.Vine a secuestrar a dos hermosas cipotas Julita.-  Julita rie con ganas, pero de repente se queda callada y dice.-¿Pero de que cipotas hablas?, aqui solo habemos dos,  y la señorita no creo que te conozca-. Salgo en su ayuda e indico. -Julita, Tomás y yo somos amigos y él nos acompañará el día de hoy.- Ella me observa incrédula, pero camina junto a nosotros.




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