Amor con aroma a café

UNA DULCE VELADA

Dejamos a Julita en su casa y caminamos hacia la mía. En todo el regreso, estuve sumergida en mis pensamientos, sabia que este sentimiento era una locura, pero era inavitable sentirme tan feliz y atraida por ese hombre, era especial, no sabia de su pasado, pero en mi interior tenia claro que era alguien en quien podia confiar. 

Llego el domingo y Julita y yo, estamos listas para ir a misa, sentado a nuestro lado esta mi moreno favorito. Escucha atento lo que el sacerdote indica, pero sus dedos caminan buscando los mios, me siento como una niña malcriada, haciendo una travesura frente a un adulto.  Desde que toma mi mano, dejo de comprender lo que sucede a mi alrededor; ese calor que estaba recibiendo y que entra por mis dedos, me hace encender una llamada que yacia dormida en lo profundo de mi ser. Termina el acto religioso y nos despedimos, ya no tengo otra excusas que dar a mi familia para salir de casa y continuar cerca de él. Espero que pronto llegue el día lunes y volver a mis ya amados cafetales y a mi  querido moreno, que sé que me esperara con una enorme y dulce sonrisa. Durante la tarde estuve aprendiendo a cocinar con Julita me mostró el procedimiento para hacer el "atol de chilate"; (atol hecho de maíz); debo mantener mi mente ocupada, ya que por el momento todos mis pensamientos los ocupan esos ojos negros.

 

Es imposible disimular más este sentimiento. Mi moreno me observa llegar a la finca e inmediatamente me toma del brazo, caminamos hasta lo profundo del cafetal y toma con sus manos mi rostro, me besa apasionamente y yo me dejo llevar por el dulce sabor de su boca. Luego con una sonrisa me indica - Pequeña Rose, buenos dias te de Dios!!! .- Sonrio ante su saludo. Él me indica que es una costumbre en los pueblos de por acá, saludar de este manera. Le contesto de la misma manera, pero agrego un dulce beso a mi saludo mañanero.  Me invita a tomar café con él y me invita a sentarme sobre el suelo, que se encuentra cubierta con hojas secas. Toma su lugar junto a mí y saca de una mochila un viejo termo, dos tazas y azúcar, sirve café y comenzamos a disfrutar de esta sabrosa bebida. Me comenta que éste café es preparado en la finca para consumo de sus trabajadores. Que por las mañanas todos se reunen junto al fuego para compartirlo.

Estuvimos largo rato conversando, me preocupa saber que nuestro encuentro puede afectar sus tareas, pero me indica que ya distribuyó el trabajo con el personal a su cargo y que cada cierto tiempo debe ir y supervisar que todo esté en orden.

Estamos recostados sobre las hojas, Tomás me comenta de su vida, que es el hijo mayor de una madre soltera con 6 hijos.  Sus 5 hermanas ya se encuentran casadas y cuidan de su madre. Que no conoció a su padre y que lo poco que sabe es que nació después que su madre dejara el trabajo de sirvienta en la casa de una finquero adinerado. Luego su madre se unió con otro hombre y nacieron sus hermanas, pero que su padrastro, quien habia sido bueno con él, habia muerto de una extraña fiebre. Luego que habia sido apoyado por un farmaceutico que lo habia inscrito a la escuela y le habia enseñado su trabajo. Cuando mayor habia conocido a una mujer con la quien se unió y engendró a su primogenito, luego el se fue a buscar una mejor vida para él y su familia a Nicaragua, no pudo llevarse a su mujer e hijo porque ella era menor de edad y no pudo cruzar con ellos la frontera, sin embargo habia estado muy pendiente de ellos y les habia enviado dinero desde allá para su manuntención, habia prometido volver despues de dos años; transcurrido un año, habia recibido una carta de un amigo cercano, su hijo habia muerto de desnutrición severa y su mujer se habia mudado con otro hombre. Cuando escuché su historia no pude contener las lagrimas, ese hombre que tenia a mi lado, era un ser fuerte, sencillo, de alma noble y alegre; a pesar de lo dura que habia sido su vida, seguia siendo optimista y amaba la vida. 

No pude contenerme más y lo besé suavemente, el me miró y me dejo profundizar en el beso, acarié su rostro, bese sus ojos y luego bajé hasta su cuello. El tomó mi rostro y me preguntó si estaba segura de lo que hacia. Me acerqué a su oido y dije: -Como nunca lo he estado en mi vida-.

 

Mis amigos lectores: Como dijeramos por acá "es mejor tarde que nunca". Les ofrezco disculpas por no aclarar el concepto de algunas palabras, por ejemplo:

Chelita: Expresión para identificar a una persona de tez blanca. Usualmente utilizan el término para identificar a los americanos o europeos. 

Además hice relación de algunas comidas típicas del país, por lo que los invito a ingresar a las páginas de gastronomia salvadoreña para poder observar las fotografias y si les interesa hasta su recetas. En los próximos días les compartiré algunas fotos de este bello pueblo que tomé cuando estuve de visita hace 2 años; segun me indican no ha cambiado mucho en todos estos años. 

Me gustaria escuchar sus opiniones sobre este libro. Gracias por sus comentarios.

 




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