Tomó mi boca, primero suavemente y luego con ímpetú y deseo, sus manos callosas pero al mismo tiempo excitantes, tocaban mi cuerpo con maestría, me sentía deseada, amada y admirada; yo trataba de copiar cada uno de sus movimientos; miré el cielo y sentí la gloria, la belleza de ese cielo azul y las caricias en mi cuerpo eran embriagantes. Perdí todo sentido de la realidad, me convertí en un animal salvaje, hice lo que jamás hubiese hecho con alguien en mi sano juicio, lo acaricié, besé y disfruté con tanta pasión, tanto como mi cuerpo lo exigía. Olvidé que estaba desnuda, a la intemperie,a mitad de un bosque lleno de café y el cielo azul como techo. Nada era suficiente para nosotros, nuestras manos se movian como con voluntad propia; con nuestros cuerpos ya cansados, me dejé llevar por un sueño agradable y cerré los ojos.
Un suave roce me despertó de un dulce sueño, un mano morena estaba sobre mí, con unos granos de café con los que acariciaba todo mi cuerpo; ¡era tan excitante; nunca en mi vida habia vivido algo tan erótico!. Con voz profunda dijo: -Eres tan dulce y exquisita como estos granos de café.- Le sonreí y me deje llevar por esa nueva sensación que mi cuerpo habia descubierto.
Seguimos juntos hasta el mediodia. Ya no podiamos prologar más nuestra despedida; él debia volver a su trabajo y yo a mi casa. Le prometí que regresaría el siguiente día; ya me encargaría de no fallarle.
LLAMADA TELEFONICA
Recibí la llamada de mi amigo John, me comentó todo lo habia sucedido desde que salimos del país, me dijo cuanto me extrañaba y que le encantaria verme de nuevo. Traté de perusadirlo que no era una buena idea visitarnos, que su vida podia correr riesgo; espero que haya sido lo suficientemente sutil para convencerlo; aunque le tengo cariño, no quisiera que se diera a malas interpretaciones. Me preocupa lo que particularmente una persona pueda pensar...no puedo correr riesgos.
Me siento tan feliz que no puedo dejar de sonreir, siento en mi piel ese aroma tan particular de ese hombre que me quita el sueño y que ha puesto mi cabeza al revés. -Mi niña no juegue con fuego que se puede quemar.- Escucho las palabras de Julita cuando se coloca frente a mí. -Mi niña esa relación no tiene ningún futuro, saldrian lastimados los dos, y no es justo para ninguno, sus padres jamás estarian de acuerdo en esa relación, todo podria acabar muy mal-. No encuentro que responderle, sé que hay una parte de mi que está conciente de eso, pero es dificil tener que aceptarlo.
Me quedo callada, no sé que responder. -Lo amo Julita- Es lo único que puede salir de mi boca. Ella me rodea con sus brazos y besa mi cabeza. -Mi niña: corra ahora que sus pies aún le obeceden-. No comprendí muy bien sus palabras, pero sé cual es el objetivo de este consejo.
Ya amaneció, no he podido dormir lo suficiente. Mi estado de animo ha sido muy cambiante. Primero: Feliz por todo lo sucedido. Segundo: Triste por los problemas que pueda atraer esta relación. Tercero: Decidida a lugar por lo que sentimos contra todos y contra todos; y por ultimo: un miedo profundo a enfrentarme a una realidad diferente.
Sin embargo me levanto y me preparo para enfrentarme a lo que hoy esté destinado para mí.
Editado: 13.03.2019