Amor con aroma a café

FUEGO CRUZADO

TOMÁS

Durante la noche se escuchó mucho revuelo en las calles, deben haber enfrentamientos armados cerca de acá, cada vez se hace más dificil vivir y trabajar en estas circustancias, sin embargo necesitamos trabajar para vivir.

Me levanto como todas las mañanas a las 05:30, la actividad debe comenzar muy temprano en la finca, me preparo café, lo coloco en mi termo, tomo mi mochila y preparo un colón para comprar el pan en la panaderia que está de camino a la finca. Durante el trayecto ha empezado a llover, no es normal que llueva en está epoca, el frio se ha hecho mas fuerte y como ninguno estaba preparado, nos ha sorprendido la lluvia y todos estamos empapados hasta los tuétanos, hoy será un día dificil, pero no tenemos otra opción más que enfrentar la situación.

Me encuentro por el camino a Vilma y mi amigo su hijo el cípote pequeño, él me saluda y yo acaricio su cabeza. Estoy muy molesto con ella por lo que quiso provocar entre Rose y yo, sin embargo, le he prometido a Rose  no hacerle ningún reclamo; la saludo con muy poco ánimo y  me disculpo. David está cerca y comienzo a platicar de trabajo para evitar tener que conversar con Vilma. Ya estamos listos para iniciar labores, comienzo a distribuir el trabajo; la lluvia cesó un poco; llevamos unos 20 minutos de trabajo, cuando se escuchan disparos por todos lados, las personas gritan y se tiran al suelo, el ruido es cada vez mas fuerte y hay mujeres que lloran, se escuchan pasos de botas militares; estoy como el resto de gente tirado sobre las hojas, tratando de evitar una bala perdida, las mujeres lloran, gritan los nombres de sus hijos, quienes estaban cortado en otros surcos de café; el temor es que ellos no hayan logrado tirarse al suelo antes de que empezara el enfrentamiento; cuando logro ver a Vilma que llora, grita el nombre de Julio y trata de levantarse para buscarlo. Me pongo de pie y corro para ayudarle, las balas se escuchan muy cerca de mis oidos, pero logro llegar hasta ella, entre lagrimas me indica el lugar en que Julio se encontraba cortando. Le pido que se tranquilice, que yo iré a buscarlo. Comienzo a correr agachado hacia el lugar que ella me indica y la escena es espeluznante, hay personas heridas que lloran y gritan. El tiroteo no cesa; las personas piden ayuda, quiero quedarme para ayudar, pero también debo encontrar al cipote, cuando logro encontrarlo, está resguardado detrás de una piedra; llora y se abraza las rodillas. Lo abrazo fuertemente y le pido que se tranquilice, pide ver a su madre y le explico que ella está bien, que debemos esperar a que todo se tranquilice para ir en su búsqueda. Sin embargo, escuchamos  gritos de mujeres y Julio entra en pánico, comienza a correr hacia el lado opuesto en el que yo dejé a Vilma; los disparos continuan, pero no puedo dejar solo al muchacho, y comienzo a correr hacia él, lo cubro con mi cuerpo, cuando siento un calor que quema mi piel, luego empiezo a sentirme muy débil, no siento los brazos y las piernas y llega la oscuridad a mis ojos, no salen palabras de mi boca y luego... solamente la oscuridad... 

 

 




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