ROSE
Han pasado varios dias desde lo sucedido, el doctor me ha dicho que es necesario realizar exámenes especiales por mi enfermedad cardiaca, sin embargo, yo estoy totalmente convencida que tanto mi bebé como yo estaremos muy bien. Durante este tiempo he buscado la manera de reunirme con Tomás, sin embargo mi padre ha aumentado los controles de segurida en casa, ni Julita ni yo hemos tenido posibilidades de acercanos a él.
Mi padre no me dirige la palabra y mi madre solo lo hace para regañarme por todo lo sucedido. Estoy conciente de lo grave de la situación, sin embargo mi bebé ha sido una luz en estas tinieblas. Pensar que durante unos meses tendré en mis brazos el fruto de mi amor por Tomás me llena de una inmensa alegria.
He comenzado mis clases de costura con Julita, comenzaré a tejer la ropa de mi bebé; para cuando nazca tendrá un closet lleno de ropa de todos los colores.
El doctor vino el día de hoy a visitarme y me hizo un comentario con relación a la salud de Tomás, me indico que lo habia chequeado en el centro de salud y que su recuperación era muy satisfactoria.
Es fin de semana, mis padres se encuentran en su habitación, el frio ha aumentado y ha comenzado a llover, el guardia de seguridad de la puerta principal están resguardandose del viento y de la lluvia. Tengo un leve presentimiento de que hoy podria ser la oportunidad para salir y reunirme con Tomás.
Me quedo escondida en un rincón, observando cualquier movimiento del guardia que podría aprovechar para salir; el día de hoy solo hay dos personas responsables de nuestra seguridad, ya que mi padre no quiso ir a hacer los encargos que usualmente realiza los fines de semana en la capital y ha enviado a sus 2 guardias de confianza, por lo que hoy solo se encuentran 2 de ellos para nuestro resguardo. Desde hace unos días he observado que él guardia que se encuentra en la puerta, está interesado en la ayudante de Julita, ella se ha acercado a ofrecerle un café y él le sonrie y agradece el gesto. Ella le indica algo que no puedo escuchar y él observa a todos lados, tratando de ver que nadie lo esté observando; camina tras de ella y se alejan hacia el corredor de atrás, no estoy preparada para salir, pero no me importa que pueda mojarme, abro la puerta y salgo corriendo hacia la calle principal.
La lluvia cae sobre mi piel, el frio es cada vez mas intenso, pero mi corazón rebosa de alegria, mi corazón palpita cada vez mas rapido y hasta el bebé siento que se mueve en mi interior. Mi estomago no ha crecido mucho, pero ya pueden notarse los cambios en mi cuerpo a causa del embarazo.
He llegado hasta la habitación que alquila Tomás, la puerta está cerrada, pero estoy segura que se encuentra adentro. Toco la puerta y estoy riendo como una loca, no puedo esperar abrazarlo y hablarle de nuestro bebé.
Escucho ruido en su interior, no puedo esperar a que la puerta se abra.
Editado: 13.03.2019