Amor con aroma a café

ROSE

ROSE

-Mi niña, allá afuera está Vilma, dice que le urge hablar con usted-. Dile que se vaya Julita, no tengo nada que hablar con ella-. -Ya se lo dije niña, pero insiste en que tiene algo que darle-. Dile que se quede en la puerta, que no pretendo dejarla entrar en mi casa, que si quiere hablarme, que esperé ahí.-

Salgo a la puerta y ahí está Vilma, observa mi abultado abdomen y sonriendo maliciosamente.- ¿Al grano, que quieres?. -Vengo a devolverle esto-. Me muestra la cadena de oro que yo regalé a Tomás. - Hemos decidido que lo mejor es devolvérsela-. -¿Porque él no vino a entregarmela personalmente?-. -Creemos que lo mejor es evitar problemas señorita -. -De repente, escucho la voz de John a mi espalda. -¿Esta todo bien Rose?-. John me observa cauteloso. -Si John, la señora ya se iba-. Giro y camino apresuradamente hacia adentro, no he tomado la cadena de manos de Vilma, ya no me importa que decidan hacer con ella, aunque es un regalo de mi abuela, prefiero no tenerla cerca, mi sentimiento hacia ella no está directamente dirigido por un artículo en particular, yo la seguire amando, aunque ya no tenga la cadena en mis manos, además tener eso de nuevo en mis manos me provocaria mucho más dolor. 

John ha entrado a mi habitación. -Perdona Rose mi atrevimiento, pero quise asegurarme que estabas bien, quiero ofrecerte mi ayuda nuevamente, estoy para tí para lo que puedas necesitar-. -Gracias John, lo sé y te lo agradezco, si necesito algo, te lo diré-.

Hoy tengo visita del médico, está muy preocupado por los latidos del corazón del bebé, por lo que iré a la ciudad ha hacerme unos chequeos médicos. 

El doctor ha preferido que me dirija al hospital, por si es necesario algún tipo de seguimiento, lo mejor es estar rodeado de especialistas, John ha ofrecido acompañarme. 

Estoy en sala de espera, John me toma de las manos para transmitirme valor, el besa mi frente y acaricia mi cabello, me siento protegida a su lado, ahora mas que nunca necesito que alguien esté a mi lado para transmitirme seguridad, oro en silencio, pidiendo por la salud de mi bebé.

He entrado a la sala, me atiende una doctora, me indica que es necesario realizar algunos examenes por mis problemas de salud, que escucha  muy leves los latidos del corazón del bebé, sin embargo que me ayudará mucho continuar con el reposo y adecuada alimentación.

Durante unos días regresaremos por los resultados, llego a la salida de la sala y se encuentra John esperandome, me abraza, observa mi preocupación y acaricia la mejilla, cuando escucho una voz conocida, es Tomás, se acerca corriendo, contra las quejas de los pacientes que caminan por el corredor y los regaños de las enfermeras, Vilma corre detrás de él.

Tomás me observa con asombro, -Rose, estás embarazada-. Quedo completamente bloqueada, John me rodea con sus brazos. -¿Alejate de ella, que te sucede? Tomás lo empuja y se acerca a mí. -Rose, ¿dime que está pasando, que haces aquí, porque no me habias dicho que estabas embarazada?. Vilma se acerca y lo toma del brazo. -Tomás debemos regresar, el médico nos espera-. Él suelta la mano de Vilma con brusquedad. -Rose y yo tenemos que hablar, tenemos muchas cosas que explicarnos-. En el rostro de Tomás hay sentimientos indecifrables. John se coloca nuevamente en el medio de los dos.- No voy a permitir que la molestes-. Tomás toma a John de la camisa e inmediatamente es alejado por dos enfermeros que se acercan a separarlos. Me adelanto y digo.- Ahora estoy con él Tomás, como tu estás con Vilma, por favor no vuelvas a acercarte a mí, John y yo formaremos una familia, no quiero volver a verte nunca mas-. Me alejo apresuradamente con John detrás de mí, escucho que Tomás grita, porque no puede seguirme, los enfermeros lo tienen tomado de los brazos. -Yo no estoy con ella, yo te amo a tí. 

 

 




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