Amor con aroma a café

LA LLEGADA ESTÁ PRONTO

ROSE

Durante los últimos días mi barriga ha crecido enormemente, cada día estoy mas cansada y duermo mas de lo normal.  El doctor continua preocupado por mi salud, sin embargo yo trato de tranquilizarlo, diciendole que todo está bien, que me siento muy bien.

John ha tenido que volver a Estados Unidos, ha prometido que volverá para el nacimiento del bebé; él ha sido un estupendo amigo, paciente y comprensivo. Julita ha sido mi ángel guardían, me cuida y proteje. Prepara sabrosas comidas para que el bebé y yo estemos muy alimentados. 

Durante las horas de descanso de Julita cocinamos juntas y tejemos. Mi padre se niega a llevarme a la ciudad para comprar ropa para el bebé, sin embargo Julita se ha dedicado  a conseguir tela e hilo para que juntas confeccionemos la ropa del bebé. Todo lo hemos elaborado en color amarillo y blanco. No sabemos el sexo del bebé, sin embargo ella asegura que será una niña. Yo no entiendo de estas cosas, por lo que únicamente sonrio cuando ella se mantiene firme en su convicción.

Mi madre se mantiene alejada de todo, no se une a nosotras en nuestro trabajo de tejedoras, tampoco pregunta por el estado del bebé, entiendo que no hice las cosas bien, sin embargo me provoca nostalgia que no se preocupe por el estado de su nieto.

Me he levantado a medianoche, siento un dolor extraño en la parte de abajo de mi estómago, la sensación me provoca ir al baño, tengo dolor en la cintura que en cada minuto va en aumento.  El dolor cada vez es mas insoportable y con mucho esfuerzo me levanto de la cama y me acerco a la habitación de mis padres. 

Mi padre abre la puerta y mi madre baja de la cama de prisa, le explico lo que está sucediendo e inmediatamente me ayuda a llegar a la habitación, luego se dirige a la cocina, ya que ninguna de las sirvientas se encuentran en la casa, todas se retiran a sus hogares por la noche, incluyendo a Julita. Solamente se quedan los guardias de seguridad.

Mi padre me observa desde la puerta. Cuando el dolor se intensifica le suplico que envio a alguien por el médico, que el bebé pronto va a nacer.  El se retira y me deja sola, comienzo a orar en silencio.

Mi madre entra a la habitación con ropa limpia, agua caliente, paños limpios y una tijera, me indica que todo ya lo ha esterilizado. Sin embargo le digo que el médico pronto llegará, que mi padre ha enviado por él, mi madre me observa con duda, pero se queda en silencio. De repente empieza a darme ordenes, me indica cada cosa que debo hacer; que yo puedo traer sola al mundo al bebé si el médico no llegara y que debo ser muy fuerte.

El tiempo pasa y el bebé no nace, cada vez me siento mas débil, sin embargo mi mamá me anima a seguir pujando, tomo un paño y lo coloco en mi boca, no quiero gritar pero el dolor insoportable que estoy sintiendo me provoca fuertes gritos, por lo que los callo con el pañuelo en mi boca.

 




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