Amor con aroma a café

EL PRESENTIMIENTO

TOMÁS

Hoy he despertado a medianoche a causa  de una pesadilla, escuchaba que gritaban mi nombre, se escuchaban voces de niños y de una mujer, pero no podia ver sus rostros; como mi madre nos enseñó desde pequeños, hice una oración y traté de dormir nuevamente. Sin embargo eso fue imposible, por tanto me he levantado de madrugada, he preparado un café y he recorrido la finca, necesito sentirme en paz, veo los cafetales, siento el rocio de la mañana y escucho las aves que cantan; la paz aún no llega, pero ahora me siento menos agitado. 

Trato de comprender la razón de mi agitación y terminó aceptando que debe ser por mi próxima visita en 2 días a Ataco, volver a saber o ver a Rose me provoca una serie de sentimientos. Regreso a la casa, mi padre debe haberse levantado y preguntado por mí.

 

ROSE

He despertado y estoy sola en la habitación, tengo un fuerte dolor en todo el cuerpo, me siento muy débil y con mucho sueño. Empiezo a recordar todo lo sucedido y trato de levantarme, el bebé no está a mi lado, debe estar con mi madre o con Julita, necesito conocerlo, siento una gran emoción, por fín veré su rostro por primera vez, él o ella deben estar esperandome, debo alimentarlo también. Mis pechos están cargados de leche y me lleno de emoción al saber que amamantaré a mi hijo por primera vez.

De repente la puerta se abre, mi madre entra a la habitación  y me observa con mirada derrotada, sus ojos están llenos de lagrimas. Le pregunto la razón y se niega a contestar, le pregunto por el bebé y logro ponerme de pie. En ese momento entra mi padre a la habitación. -Padre, donde está mi bebé-. Mi padre baja la mirada y observa a mi madre, ella se coloca a mi lado y trata de abrazarme; yo me alejó de ella. -Padre, madre, les he preguntado por mi bebé, ¿donde está?, -Ha muerto hija-. Fueron las palabras de mi padre, -Tu hijo nació muerto-. No puedo explicar la sensación que recorrió todo mi cuerpo, mi corazón se agitó y deseé dejar de respirar. Ya no tenia sentido hacerlo, mi fuerza y mis motivos para continuar luchando se habian ido. No lloré, no tenia fuerzas ni para hacerlo, me recosté en la cama y dí la espalda a mis padres. -Traiganlo, quiero verlo-.- No podemos hacerlo Rose, tú estuviste dormida durante 1 día, la criatura no podía estar mucho tiempo sin ser sepultada, no sabiamos cuanto tiempo ibas a seguir así y preferimos sepultarlo nosotros.- Sus palabras se sintieron como puñaladas en mi corazón. Fuí tan débil que no pude traer vivo al mundo a mi bebé, tampoco decirle adiós antes de ser sepultado. 

Me encerré en mi misma, creo que estuve un día entero en mi habitación, al irse mis padres, grité y lloré con todas mis fuerzas, me sentia como la mas grande homicida, sentía que habia matado a mi bebé, por no tener el valor y las energías para traerlo bien a este mundo.

Han pasado dos días, ya no me importa que pueda pasar a mi alrededor, mis motivos de alegría se han ido; no quiero ver a nadie, necesito soledad, solo hubiese querido tener a Julita conmigo en el momento de esa terrible noticia pero ella no estaba.

Mi madre me ha insistido que coma, pero no pretendo hacerlo. Le he  preguntado por Julita y me ha dicho que tiene 3 dias de no llegar a nuestra casa, la han ido a buscar a su casa pero nadie la ha visto durante estos dias. 

 

 

 

 

 




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