Amor con aroma a café

PROFUNDO VACIO

ROSE

El vuelo ha salido aproximadamente hace una hora del aeropuerto de San Salvador, voy sentada junto a John, él me lleva tomada de la mano,  dandome fuerzas en este momento tan dificil, sin embargo me siento terriblemente sola, con un vacio profundo en mi interior. La mujer que hace un poco mas de un año vino a este país, llena de curiosidad y de deseos de aventura, simplemente ya no existe.  Siento que he envejecido en mi interior, no tengo deseos de nada más que cerrar los ojos y dejar de respirar y sentir. 

Me he convertido en una mujer vacia y cobarde, quien no pudo luchar por lo que deseaba y no pudo darle vida a su hijo, una cobarde que no pudo enfrentar al hombre que ama y pedirle perdón por tanta mentira.

 

DÍAS DESPUÉS

Llegué a Estados Unidos hace dos meses, la relación con mis padres es cada vez mas distante y no tengo fuerzas para trabajar por mejorar la relación, no quiero reprocharles su conducta durante este tiempo, tengo claro que yo también me equivoqué, sin embargo aún no estoy preparada para perdonarme, pedir perdón y perdonar; todos los días pienso en mi hijo y en Tomás y como pudo haber sido nuestra relación estando los tres juntos, por lo que perdonarme sería un duro trabajo.

Mi padre me ha hablado del inicio de clases en la universidad, no tengo deseos de pensar en mi futuro profesional, sin embargo veo en ello una forma de escape de este lugar, necesito empezar de nuevo y ésta es una puerta para lograrlo.

John ha venido varias veces a verme, es muy reservado y nunca habla de mi bebé y de Tomás, hace unos días me trajo una cámara fotográfica y me invitó a ir de paseo y estrenar la nueva cámara, sin embargo no tengo ánimos para pasear o volver a tomar fotografías; pienso que hubiera disfrutado tomar fotografias a mi bebé, hubieran sido unas hermosas sesiones fotográficas, pienso en ello y mi corazón duele profundamente. Mi vida hubiese sido tan diferente si él no hubiera muerto.

 

TRABAJO SOCIAL

Nunca he sido una mujer muy religiosa pero últimamente he acudido frecuentemente a la iglesia y he conocido a una religiosa muy dulce, a quien le he contado lo sucedido y me ha inspirado para transformar mi dolor y volverlo útil para los mas necesitados, por lo que acudo 3 veces por semana a un horfanato como voluntaria, los primeros días fueron muy dificiles, cuando observaba a los bebés y sus caritas, pensaba en el rostro de mi bebé, al cual no conocí, pero ver sus necesidades me ayudaron a tomar fuerzas y prestarles toda la ayuda que podría darles. 

Las clases en la universidad comenzarán en un mes, extrañaré mucho a los niños del horfanato;  durante la semana son mi única razón para sonreir, ellos recargan de energía mi vida.  

 

 




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