TIEMPO DESPUÉS

ROSE

Han transcurrido 6 años desde que mi vida cambió por completo, todos los días pienso en mi bebé fallecido y en Tomás, con cada día mi enojo y mis celos fueron disminuyendo y ahora solo pienso en él como aquel y hombre con quien fui muy feliz. Espero que él sea un hombre feliz y lleno de paz. Por mi parte, no he logrado alcanzar ninguna de las dos. Siento un enorme vacio en mi interior, como que una parte de mí se fue, sin fecha de retorno.

Durante estos años, mi amistad con John fue fortaleciendose cada día más, hasta el punto en que consideré que mereciamos darnos una oportunidad de conocernos como pareja.  Por lo que hace unos días me pidió matrimonio; acepté su propuesta con la condición que no pondría aún la fecha de la boda, necesito trabajar con mis sentimientos para estar lista para dar el SÍ definitivo; John merece una mujer dispuesta a entregarle su amor y su vida por completo.

Mis visitas a mis padres no son muy frecuentes, durante estos años he intentado estar pendiente de ellos, pero me es muy dificil mantener una conversación larga y profunda. Siempre llegamos a un punto en que ninguno quiere avanzar; sabemos que hay brechas que serán imposibles de cerrar.

He terminado mis estudios  universitarios y pronto cumpliré 27 años, estoy pensando en todas mis posibilidades profesionales; mi padre ultimamente ha estado bastante enfermo y los médicos aún están haciendo pruebas médicas para darnos un diagnóstico; por lo que he aceptado ponerme al frente de los negocios familiares durante el tiempo de recuperación de mi padre. John que también estudió administración de empresas ha aceptado ayudarme con la dirección de la compañia. 

Ya transcurrió un mes desde que mi padre empezó a enfermar y finalmente tuvimos la fatal noticia, mi padre tiene cáncer gástrico y ya se encuentra en un estado muy avanzado. La noticia fue un duro golpe para la familia, por lo que he decidio mudarme a la casa de mis padres para apoyarles en este proceso. 

Mi madre se ha dedicado tiempo completo a los cuidados de mi padre y yo comparto mi tiempo entre el trabajo de la oficina y el tiempo para la familia.

-Gracias por estar con nosotros-. Fueron las palabras de mi padre, una noche que después del trabajo me acerqué a su habitación.  -Duerme padre, aquí estaré contigo-. -Tengo que hablarte de algo importante Rose, necesito hacerlo-, -No padre, hoy no, quiero que continúes durmiendo, mañana hablaremos, cuando ambos hayamos descansado-. Mi padre insistió en que continuáramos la conversación, pero podría observar su cansancio y debilidad, por lo que preferí dejarle descansar.

Me alejo a mi habitación, pensando en las palabras de mi padre, imagino que quiere que hablemos de lo acontecido años atrás, sin embargo no quiero causarle dolor recordando esos momentos dificiles, al final todos cometimos errores, por lo que no es momento para reproches. Me duele saber que pronto nos dejará y no puedo hacer nada más por él, que cuidarle, darle cariño y olvidar todas nuestras diferencias.