¡SABER PERDONAR!

ROSE

Veo el reloj, son las 9:00 A.M., tocan a mi puerta y es la voz de mi madre -Rose, ¿estás bien?, estoy preocupada por tí-. -Sí madre, estoy bien, en un momento estaré contigo-. -Esta bien cariño, aquí esperaré por tí-. 

Tomo una ducha y estoy preparada para salir. Tengo muchas cosas que hacer y decidir; primero debo saber algo más de mí hija y planear su búsqueda. Segundo, conversar con mi padre, deben haber muchas cosas que quiera decirme y he pensado toda la noche que no soy nadie para juzgarlo; que debo ayudarle a descargar su pena.

Mi madre me espera en la cocina, me recibe en silencio y me acerca una taza de café y unas tostadas con mermelada; no tengo hambre, pero si bebo el café, desde que llegué de  El Salvador, no hay día en que no beba café; me hace sentir bien, muy relajada y debo confesar que me hace recordar momentos maravillosos de mi vida. -¿Estas bien cariño?- Mi madre me pregunta con cierto temor. -Estoy bien madre, no te preocupes. Mi papá ¿está despierto?. -Si hija, anoche no durmió muy bien y se despertó temprano-. -Por favor acompañame, quiero hablar con ambos-. Veo como mi madre palidece; debe temer lo peor, sin embargo trato de tranquilizarla.-Tranquila madre, todo estará bien-. 

Llegamos a la habitación de mi padre y él se encuentra despierto; me regala una tímida sonrisa y yo le tomo la mano. -Hija, que bueno que veniste-. -¿Como estás padre?-. -Preocupado cariño, preocupado por tí-. -No te preocupes padre, yo estoy bien, solo necesito que me ayudes a entender ciertas cosas-. El asiente lentamente. 

Hablamos de muchas cosas, lloramos juntos y dijimos todo cuanto sentimos durante tantos años. Mi padre no quiso que escondiera ninguno de mis miedos, mis alegrias y mis resentimientos; queria saber toda la verdad y yo no pude negarme. Estaba muy sereno y su rostro cada vez estaba mas tranquilo. -Hija, busca a tu hija, yo tengo fé que la encontrarás y pídele perdón por mí y sean muy felices-. -Padre, la encontraremos y tú la podrás abrazar y consentir todo lo que quieras-. -No cariño, tu sabes que ya no podré hacerlo, pero hazlo por mí, yo las cuidaré desde donde esté-. Esas palabras me dolieron profundamente, pero callé. Luego, mi madre y yo nos retiramos para dejarlo descansar.

Luego de dejar a mi padre, entré a la biblioteca y empecé mi búsqueda, contraté a un investigador privado, queria que empezara la investigación para que cuando emprendiera mi viaje hacia El Salvador, tuviera información útil, para encontrar rapidamente a mi hija. El investigador me pidió una semana para tener información y sentí que no podría soportar tanto tiempo sin saber nada más de mi hija.

John llegó por la tarde a mi casa, durante este tiempo ha sido además de mi pareja, mi mano derecha en los negocios, me ha ayudado muchísimo en todo este proceso. Le comenté todo lo sucedido y se quedó completamente en silencio, entiendo que es dificil de digerir. -La buscaremos y la traéremos a vivir aquí, ya verás que aparecerá-. Esas fueron sus palabras, sin embargo no lo percibí como muy seguro de lo que estaba diciendo. Quiero creer que es porque aún está impresionado por la noticia.

Mi padre ha tenido varias recaídas y hemos tenido que trasladarlo de emergencias al hospital en varias oportunidades, por lo que el doctor ha decidido que lo mejor será que permanezca hospitalizado. Para mí madre la noticia ha sido tan dificil, que también ha sido necesario que el médico la atienda por problemas nerviosos. Por lo que entre el trabajo y mis padres, he estado sumamente ocupada, hasta el punto que no logro dormir mas de 3 horas díarias. Han transcurrido 2 semanas desde que el investigador comenzó su trabajo, la primera semana el informe indicaba que no habian recibido en ningún horfanato a ninguna niña recien nacida en esas fechas; por lo que la situación se pone mucho más dificil. Comienzo a desesperarme, mis nervios están a punto de colapsar y aunque deseo tomar un avión y salir en búsqueda de mi hija, no puedo dejar a mis padres en esta situación, por lo que no me queda mas que rezar y confiar en que el investigador pronto me traerá buenas noticias.