Cuando abre la puerta de la sala de reuniones, el doctor Lee me hace una seña para que entre primero. Apenas doy un paso dentro, mis ojos se posan en Peter que está sentado con los brazos cruzados y el ceño fruncido. Oh... también lo mandaron a llamar.
—Peter... Doctor Scott —Saludo con un tono más formal caminando hacia uno de los lugares vacíos. Cuando me ve, su expresión cambia por completo y ahora se lo ve preocupado. Probablemente ni siquiera sabía que me iban a citar a mí también.
Su mirada va directo al doctor Lee.
—¿Por qué la llamaste? Te dije que te iba a contar todo —Dice frustrado. Hace un leve chasquido con los labios y apenas termina de hablar el doctor Lee se acerca y le da un golpe suave en la cabeza con la carpeta que tenía en la mano.
—¡Ey! —Exclama Peter sorprendido por aquello yo por el otro lado me llevo las manos a la boca para disimular una risa. El golpe no fue agresivo más bien parecía un regaño paternal, lo cual puedo confirmar por la mirada que le lanza Lee.
—Déjate de lloriquear —Suelta cansado y se sienta frente a Peter, yo me apuro a sentarme a lado del doctor Scott porque no es el único que debe ser regañado aquí. Peter se soba la cabeza y al notar mi presencia me observa de pies a cabeza con preocupación.
No quiero preocuparlo por lo que le sonrío y solo entonces vuelve a enfocarse en el doctor Lee.
—Doctor Scott... estoy feliz de que finalmente salgas con la doctora Baker pero... ¿Cómo se te ocurre andar buscando nidos de amor por el hospital?
—¡No fue así! —Salto enseguida pero el doctor Lee me mira con una ceja levantada y eso basta para que me vuelva a sentar. Peter coloca su mano sobre mi muslo y la aprieta suavemente en un intento por calmarme... pero estoy molesta por la situación, no estábamos haciendo nada malo.
—Tú mejor que nadie sabes que no sería capaz de eso —Suspira recostándose por completo en el respaldo del asiento—. No niego que nos encontramos en la sala de descanso pero no hicimos nada de lo que se nos acusa.
—Pero las fotos...
—Ya te dije que me digas quién las filtró —Interrumpe Peter con brusquedad—. A ver si se atreve a seguir mintiendo frente a mí.
El doctor Lee deja la carpeta sobre la mesa y la abre con calma. Saca una hoja la desliza hacia Peter y le señala una línea con el dedo.
—No te muestro esto para que hagas un lío...
Peter baja la vista, sus ojos recorren la hoja y de pronto su mandíbula se tensa. Eso me da curiosidad por leer la hoja pero él se apresura a hablar.
—Claro... tenía que ser él —Masculla con los dientes apretados.
—¿Quién? —Pregunto inclinándome un poco hacia él de forma inconsciente.
—García...
Volteo la mirada hacia el doctor Lee confundida, no me suena el apellido.
—¿Quién es ese tal García?
Peter voltea en mi dirección y al notar la confusión en mi rostro agarra mi mano.
—Lo siento, no creo que lo conozcas por el apellido pero es el doctor a cargo del residente Torres —Responde Peter sus dedos van hasta mi muñeca—. El mismo que te agarró del brazo ese día.
Maldición, lo recuerdo... fue cuando me regaño por meterme en un caso que no me correspondía.
—Fue un intento de represalia —Agrega Lee—. Lo investigué esta mañana apenas las imágenes llegaron a mí, por el ángulo parece que estaban... haciendo otra cosa.
—No puede sacarnos fotos así como si nada —Digo furiosa—. ¿Es siquiera legal?
—¿Qué se va a hacer con él? —La voz de Peter es neutra, pensaba que tal vez su primera reacción al saber de quien se trataba sería ir tras de él pero por el contrario ahora que sabe el nombre parece más tranquilo.
—Ya fue citado por dirección —Responde Lee cruzando los brazos—, y como es la segunda vez que tengo que intervenir por una falta suya probablemente se quede sin supervisar residentes por un largo tiempo.
Peter se inclina hacia adelante con el rostro serio.
—Gracias, doctor.
—No me lo agradezcas a mí... Agradécele a la doctora Baker —Dice señalándome con la cabeza—. Fue su intervención la que dejó en evidencia su falta de criterio clínico.
Mis ojos se abren con sorpresa.
—¿Esto tiene que ver con el paciente del casco? —El doctor Lee asiente.
—Desde ese momento quedó en la mira —Cierra la carpeta—, este hospital tal vez no sea de los más populares pero cuidamos a nuestro personal.
Peter continua hablando con el doctor mientras por debajo de la mesa entrelaza sus dedos con los míos, estoy más tranquila ahora que sé a que se debían todas esas miradas al llegar. Lo que no entiendo es lo que me dijo Morgan ¿Amantes? El doctor Scott está soltero, yo también... en todo caso ese no sería el punto del chismerío.
El doctor Lee se levanta llamando mi atención.
—Pueden irse y les recomiendo que la próxima vez, si quieren besarse en el hospital, lo hagan al menos con las luces apagadas y las cámaras fuera de rango.
—¡No vamos a besarnos más aquí! —Chillo escandalizada mientras Peter se ríe bajo.
—No prometo nada —Susurra él. Salimos juntos de la sala pero lo detengo para hablar de lo que me sigue molestando.
—Hay un rumor circulando de que somos amantes...
—¿Amantes?
Asiento, un poco paranoica miro mi alrededor por si alguien está por allí y bajo la voz.
—¿Por qué creerían que somos amantes? ¿Piensan que estás casado?
Su mirada cambia y se rasca la nuca. Ladeo la cabeza y lo observo de forma sospechosa.
—¡Oh! —Lo señalo—. ¿Qué es esa mirada? ¿Me ocultas algo?
—Bueno... cuando llegue por primera vez el hospital se puso como loco...
—Siempre está así ¿A qué te refieres?
—Varias mujeres se presentaron fingiendo alguna urgencia —Mis ojos se abren con sorpresa— En ese entonces mi madre me dijo que ese truco se lo sabía y que lo mejor que podía hacer era fingir estar casado...
Una risa incrédula se me escapa.
—Entonces... ¿El Hospital entero piensa qué estás casado?