Amor de Emergencia.

Capítulo 32.

Estoy parada en medio del departamento de Peter con los brazos cruzados y una ceja en alto, esperando que aparezca. No es que no me guste estar aquí pero estoy aquí por una razón muy clara "Necesito respuestas" salió disparado tan rápido que solo me pude preguntar que mosca le pico en todo mi turno.

—¡Peter! —Grito desde la sala mientras me saco la bata y la cuelgo en el respaldo del sofá—. ¡Apúrate! —Digo como si fuera una niña que está esperando alguna sorpresa.

—¡Ya voy! —Responde desde el pasillo.

Lo escucho revolver algo en el dormitorio y luego aparece despeinado y con una sonrisa que me da ganas de besarlo pero niego con la cabeza ya que necesito concentrarme.

—¿Listo para la gran revelación? —Pregunta y la forma en la que lo hace con un tonito fanfarrón me hace arquear una ceja.

—Estoy más que lista.

Se ríe, mete la mano en el bolsillo de su chaqueta y me extiende una pequeña caja de terciopelo azul. Me quedo paralizada.

Mis ojos van de la caja a su rostro y de su rostro a la caja como si no pudiera procesarlo.

—No, no, no... —Se apura a decir levantando las manos al ver mi expresión—. No es una propuesta de matrimonio —Veo que su sonrisa se esfuma y su rostro se torna preocupado—. No te asustes.

—¿Y entonces..? —Pregunto sin atreverme todavía a abrirla.

—Ábrela —Dice con una sonrisa más suave.

Lo hago con cuidado y cuando la caja se abre veo dos anillos plateados simples pero hermosos. Me quedo mirándolos en silencio porque no se como esto no puede ser lo que estoy pensando, digo, son dos anillos.

—Son anillos de promesa —Explica él—. No te estoy pidiendo matrimonio... No quiero que sientas presión ni que pienses que esto es una forma rara de apurarte.

Levanto la vista y sus ojos están fijos en los míos.

—Sé que el tiempo que llevamos conociéndonos es corto y que esta es tu primera relación... —Hace una pausa y baja la voz—. No quiero asustarte Adhara solo... quería que supieras que para mí esto es serio y es una promesa a futuro. La verdad tenía planeado comprar los anillos despues pero como la situación se dio pensé que era mejor hacerlo ahora.

Guardo silencio un par de segundos que no son para torturarlo por hacerme esperar todo el día sino más bien debido al maldito nudo en la garganta. Cierro la caja de anillo y levanto la mirada hasta donde esta él.

—Peter... —Susurro acariciando la caja con el pulgar—. ¿Quieres saber lo que pienso?

Él asiente expectante, creo que hasta su cuerpo luce tenso y cualquier rastro de humor que había en él se esfumo.

—Yo sí quiero casarme contigo..

La sorpresa se dibuja en su rostro tan genuina que casi me río.

—Sé que puede sonar impulsivo —Continúo diciendo—, pero yo ya estaba enamorada de ti desde mucho antes de que esto empezara... No creo que el matrimonio sea algo aterrador... si es contigo —Agrego bajando la mirada un segundo antes de volver a mirarlo con una sonrisa tímida—. Así que si estos anillos no son de compromiso... ya es hora de que vayas a comprar los otros.

Y ahí sí lo pierdo.

Suelta una risa baja pero a la vez parece soltar todo el aire que estaba conteniendo y me envuelve en un abrazo que me levanta del piso. Suelto un gritito mientras me agarro de su cuello, besa todo mi rostro y luego vuelve a abrazarme.

—¿Estás segura? —Pregunta contra mi cuello.

—Nunca estuve tan segura de algo en mi vida.

***

Es increíble como el tiempo pasa tan rápido, han pasado dos meses desde que Peter me dio el anillo de promesa. Desde ese día lo empecé a usarlo en la mano derecha y aunque no debía dejármelo puesto en el hospital lo hacia en ocasiones donde iba a pedirle archivos a la enfermeras... luego de esos los rumores que se extendieron por los pasillos ya cambiaron de rumbo como que llevaba puesto el anillo a juego que el Doctor Scott tenía recientemente lo cual dio fin a los malos cuchicheos de nosotros.

Suspiro por decima vez hoy es mi último día en UCI.

Estoy sentada en la sala de descanso con un café a medio terminar y la vista perdida en la esquina de la habitación, jugueteo con mi anillo de forma inconsciente mientras trato de descifrar el sentimiento que me genera saber que es mi ultimo día aquí. No sé si decir que es tristeza... fueron tres meses de caos, tranquilidad y aprendizaje... hasta creo que estar lejos de Peter me hizo darme cuenta de lo mucho que he madurado en comparación cuando llegue por primera vez al hospital Todson.

—¿Estás lista para dejar este infierno glorioso? —La voz de Morgan me saca del trance.

Levanto la vista y lo veo apoyado en el marco de la puerta con una sonrisa ladeada.

—No estoy segura —Confieso—. Aprendí a moverme aquí, a pensar rápido y no dejar que el miedo me paralice...

—Creo que ambos aprendimos mucho.

Sonrío con suavidad creo que entre los dos quien tuvo un cambio más notable aquí fue él, recordar lo pesado que fue al principio es un dolor en la espalda baja pero ahora charlar con él se siente diferente, aquel hombre que se creía saber todo y ser el ser más importante del hospital habían quedado en el pasado. Morgan camina hacia la cafetera y se sirve un poco.

—Te va a ir bien donde sea que te manden —Dice removiendo el contenido con una cucharita metálica.

—Eso es un cumplido viniendo de ti ¿eh?

—No suelo darlos gratis —Responde y se da vuelta para mirarme—. No me sorprende que Peter te eligiera..

Su tono es tranquilo sin doble intención... al menos no una clara pero algo en su mirada me hace desviar los ojos como si no supiera qué responder.

—Yo también lo hubiera hecho —Agrega apenas más bajo.

Quiero decir algo para romper la tensión pero en ese mismo momento suena la alarma de la sala 4 y ambos reaccionamos al instante.

—¡El niño de postoperatorio! —Dice Morgan y salimos corriendo.

La escena al entrar es puro caos, el monitor marcando saturación inestable, la enfermera tratando de canalizar y el el niño convulsionando.



#131 en Novela romántica
#39 en Otros
#23 en Humor

En el texto hay: doctora, emergencias

Editado: 05.08.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.