La estrella no queda derecha.
No importa cuántas veces ella la gire, ni cuan delicadamente intente acomodarla... siempre termina inclinada hacia la izquierda como si estuviese a punto de caer. Parece cansada cosa que me recuerda a mi luego de una guardia larga.
—¿Estás segura de que está quedando bien? —Pregunta Lily desde arriba—. Creo que no está derecha.
Ladeo un poco la cabeza para observar el ángulo y en efecto está mal. El árbol en sí está precioso, los adornos que trajo Lily van con el ambiente así que no me puedo quejar con ella pero la estrella...
—No está derecha —Respondo con sinceridad—. Algo está mal ¿Puedes subir un escalón más para acomodarla?
Lily gira la cabeza y me fulmina con la mirada. Junto los labios resignada porque sé que no va a ceder.
—Bien —Digo sacándome la bata y dejándola a un costado—. Bajá y lo intentaré yo.
Ella suspira con exageración mientras se queja por mi perfeccionismo. Este año decidimos darle un toque más navideño a la sala de emergencias, el año pasado fue un caos, fue extremadamente exhausto y aunque era una fecha festiva no lo parecía para nada.
Peter me ayudó a elegir un árbol decente. No necesitábamos uno en casa ya que la mayor parte del tiempo la pasamos en el hospital, así que compramos uno y lo trajimos temprano por la mañana antes de que comenzara nuestro turno.
Ahora Lily apareció con una caja llena de decoraciones y contra todo pronóstico el resultado es decente.
—Sube con cuidado—Advierte sosteniendo la escalera de un lado—. Esta vieja y no es de fiar.
—Tranquila —Respondo mientras subo los escalones con la mirada fija en la punta del árbol—. Le dije a Peter que no hacía falta que fuera tan alta…
—Hablando del Doctor Scott... ¿Dónde se metió?
—No lo sé...
Supuestamente debía venir a ayudarnos durante su hora de almuerzo pero no apareció. Tal vez lo retuvieron en algún procedimiento...
Estiro el brazo un poco más con la estrella entre los dedos.
Un poco más... ¡Bien!
—¡Mira Lily quedo... —Entonces lo siento, la escalera se mueve, siendo mucho más especifica se desliza.
—¡Adhara! —Grita Lily tratando de sostener la escalera pero ya es muy tarde siento como el mundo se inclina y caigo.
O eso creo porque en lugar de golpear el suelo alguien me rodea la cintura con fuerza. El impacto no lo recibo yo sino la persona que me atrapo quien termina impactando con la escalera que caía conmigo.
Mi respiración se corta.
—¿Estás bien? —La voz llega demasiado cerca de mi oído.
Parpadeo desorientada con el corazón golpeándome en el pecho... Esa voz es de peter, abro los ojos y me sostiene con ambos brazos, uno firme alrededor de mi espalda y el otro tenso sosteniendo la escalera.
—¡Peter! —Me entra el pánico e intento bajar pero el parece preocupado por mi y observa todo mi rostro buscando algun rasguño.
—¡Dios mío! —Lily con fuerza acomoda la escalera en su lugar y la mano de Peter llama mi atención—. Yo sabía que esa escalera…
Peter no me suelta de inmediato, me acomoda con cuidado hasta que mis pies tocan el suelo y recién entonces se aparta un poco.
Su muñeca.
La sostiene contra su pecho y aunque intenta disimular el gesto lo delata.
—Peter —Mi voz tiembla y mis ojos no tardan en empañarse—. Te lastimaste...
—No fue nada —Responde rápido al ver que estoy a punto de chillar.
No le creo.
Le tomo la mano sin pensarlo, apenas rozo su muñeca su cuerpo se tensa y alzo la vista.
—Te duele —Afirmo.
—Probablemente un esguince —Suspira, derrotado.
—¿Probablemente? —Repito mirándolo fijo.
Lily carraspea llamando nuestra atención.
—Voy a… eh… vuelvo en un rato —Dice escapando de la situación.
Peter intenta mover la muñeca con cuidado y hace una mueca.
—Reposo —Digo sin dudar.
—Adhara…
—Reposo —Repito mandando a volar las ganas de llorar para entrar en modo doctora—. También una placa... y nada de guardias hasta que te recuperes.
Me observa en silencio unos segundos hay algo casi divertido en su mirada.
—¿Me estás dando órdenes, pasante dos?
—Te estoy cuidando... —Respondo, ignorando el apodo que solía usar conmigo cuando era mi superior—, porque es mi culpa.
Su sonrisa desaparece y con la mano libre levanta mi barbilla aunque evado su mirada.
—No lo es.
—Lo es.
No le permito decir nada nada más y lo llevo conmigo para un mejor chequeo. Luego el diagnostico confirma lo evidente, es un esguince leve, no es grave pero si lo suficiente como para justificar el reposo por el resto del turno.
Lo observo de reojo mientras lo acompaño a una habitación vacía, sé que no es nada grave pero la culpa de que se haya lastimado por mi me carcome viva, lo ayudo a sentarse y no contenta voy por agua por si tiene sed, el me observa sin decir nada.
Tal vez si estoy exagerando... tomo su mano y vuelvo a acomodar su venda.
—Adhara...
—Solo quédate quieto —Obedece sin quejarse y eso me enternece—. Perdón —Murmuro mientras ajusto la venda—. Si yo no hubiera insistido con la estrella…
—Si no hubieras insistido, igual me habría metido en problemas por no estar ayudando —Responde y en efecto tiene razón—. se me mezclaron las cosas y tarde en llegar, lo siento.
—Me siento culpable.
—Lo sé —El tono de su voz hace que levante la mirada sintiendo ganas de llorar. Me está mirando con una suavidad que me desarma—, pero no deberías, estoy perfecto.
Asiento y trato de eliminar cualquier sentimiento de culpa. Es mejor que me centre en cuidarlo un rato... por alguna razón nadie me llama en la sala de emergencias por lo que me quedo junto a Peter a vigilarlo porque sé que si no estoy aquí él saldrá e ira a trabajar.
—Adhara —Dice aguantando la risa—. Creo que puedo agarrar el vaso solo.
—No —Respondo sin mirarlo—. Yo puedo hacerlo por ti.
—Podría intentarlo —Su tono de voz no es sincero por lo que arrugo el ceño.