Amor de Hada

Capítulo 13: Clases de Ingles

—¿Por qué las clases se dan en diferentes aulas? —cuestioné mientras caminábamos por el pasillo. 

—Las clases, digamos, extras como: Ingles, dibujo y tecnología tiene un aula diferente que las materias básicas como lo son: Matemática, lengua, historia, geografía, etc. La institución creyó que así habría una mejor organización.

—Entiendo —susurré.

—¿En dónde habías dejado tu mochila? —preguntó confundido.

—En el aula de historia. 

Apresuró su paso y se detuvo frente a la puerta correspondiente. Toco tres veces y espero a que el profesor abriera. 

—Luciano,  ¿cómo puedo ayudarte? —me miró disimuladamente. 

—Mi hermana se olvido la mochila ¿podrían devolverla? 

—Claro, pasa señorita Cooper y tómala, está al final del salón. 

Miré a Luciano esperando aprobación. 

—Vamos, entro contigo. 

Al entrar al aula todos me miraron sorprendidos y luego a Lu. 

Caminé avergonzada hasta el fondo y me apresuré a tomar mi bolso. 

—Fíjate si tienes todo —susurró

—Si — miré dentro —está todo. 

Él colocó su brazo sobre mi hombro y me guió hasta afuera. 

—Vamos, que llegas tarde a clases de inglés —apresuró el paso. 

Luego de dar un par devueltas por los pasillos llegamos.

—Hola —susurré al entrar. 

—Tarde señorita..

—Mia Cooper —respondí nerviosa. 

—¿Así que Cooper? Siéntate al lado de tu hermano. 

Luciano me saludó desde afuera y se fué.

—Hola hermanito —sonreí al sentarme. 

—No me hables Mia. 

Lo miré molesta y me voltee. 

—¿Qué te sucedió en el rostro?

—Me pegaron —le resté importancia. 

—¿¡Como que te pegaron!? —Gritó y se incorporó. 

Lo tomé del brazo y tire para que se sentara. 

—Señorita Cooper, ya que vino con tanta energía traduzcanos el párrafo tres de la pagina 58 del libro de texto. 

—Fue-

—Si —lo interrumpí a Erik

Tomé aquel libro y comencé a traducir el párrafo en voz alta.

—Ahora lea la página 13, quiero ver su pronunciación —agregó la profesora cuando terminé de traducir. 

—Esta bien —susurré. 

Busqué la página solicitada y comencé a leer. 

—¡Estoy sorprendida! —sonrió —Ninguno de los Cooper tiene tan excelente pronunciación. 

—Gracias, me ah enseñado Luciano —aclaré.

Todos en el aula me miraron asombrados, ¿tan extraño era mencionar ese nombre?

El timbre de cambió de clase sonó. 

—¿Qué tenemos ahora? —pregunté a Erik

—Matemáticas —respondió mientras recogía los libros. 

—¡Genial! —comencé a juntar mis cosas.

—Si no me dices quien te golpeo —suspiro —golpeare a cada persona que se te acerque.

Solté una carcajada —¿No era que aquí no eras mi hermano? ¿Qué no te hablara?

—Esto es diferente Mia, no puedo dejarte sabiendo que alguien te golpeo. 

—Yo puedo defenderme sola, gracias —hable con sarcasmo

—Mia, si no me dices —hizo silencio

—Si no te digo ¿qué?

—Le diré a papá que te golpearon

—Para cuando salga de aquí este golpe —lo señalé —ya no estará —sonreí. 

—¿Cómo? —habló confundido. 

—Tu sabes, bien sabes—.miré sus labios — Que no soy normal. Además ya se encargó Luciano de ese problema —sonreí

Él tapo con sus manos su boca y se fue. 

—¡Espérame! que si no me pierdo —salí corriendo detrás de él. 

Hoy también descubrí que molestar a Erik es de lo más divertido que hay.

Llegamos al aula correspondiente y tomé nuevamente asiento al lado de Mariano.

—¿Te encuentras bien? —me preguntó y tomó mi rostro para inspeccionarlo. 

 —No la toques —Erik apartó la mano de Mariano. 

—¿Qué te pasa? —le grité —Él me toca si quiere y si yo lo dejo —aclaré. 

Tomé la mano de Mariano y la acomodé sobre mi mejilla. 

—Tienes la mano tan fría que me calma el ardor. —le saqué la lengua a Erik 

Se fue molesto y se dejó caer sobre el asiento. 

—Buenos días clase —El profesor de Matemáticas entró. 




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