Capítulo 16: Leo

—¡Ya dime! —ordené molesta. 

—Soy Leo, ese es mi nombre real y, además soy tu hermano.

—Ya se que eres mi hermano, tenemos digamos, el mismo padre. 

—Tu hermano de verdad Misha

No pude emitir palabra alguna, ¿mi hermano de verdad? tenia un hermano de sangre, pero él parece no tener ningún tipo de poder mágico ¿cómo es posible?

—¿Qué? —solo eso pude decir. 

—Si, soy tu hermano de sangre. Eso me hace un hada al igual que ti, solo que para los hombres es diferente. 

—¿A qué te refieres?

—Nosotros no tenemos magia, los hombres nacemos sin ningún tipo de habilidad mágica, pero nacemos con la virtud de la fuerza. Los hombres nacemos para proteger a nuestra gente, nacemos para la guerra. 

Asentí, en alguna parte de mi sabía que eso tenia mucho sentido.

Él sonrió y me abrazó. 

Me sentí extraña, el era mi hermano, Leo..

Tenia que averiguar, con ayuda de ese libro, más sobre él. 

—Entonces, eres mi hermano —susurré. 

—¡Si! —habló con felicidad.

—Puedes decirme, ¿quien es la persona que busca asesinarme?

—No puedo decirte, eso tienes que descubrirlo por ti misma junto con el libro y el collar. 

—Entonces ¿por qué buscan asesinarme?

—Por el collar, el libro y tu magia. 

—¿El collar y el libro no poseen mis recuerdos? ¿Para qué les serviría?

—Tanto el collar como aquel libro tiene mucho más que solo eso. Solo tienes que aprender a utilizarlos correctamente. 

—¿Y como pueden hacerse con mi magia?

—Hay un conjuro, podría llamarse, es un conjuro de absorción mágica. 

Paresia ser que tenia que enterarme de las cosas por mi propios medios, por alguna razón.

—¿Qué hay de nuestro padre y Sebastian? Nuestro padre adoptivo. 

—Sebastian es tu compañero, pero en esta vida nació mucho después que tu, creo que tuvo algunas complicaciones y nuestro padre adoptivo es un fiel sirviente de tu madre, el cree que ninguno de nosotros sabe la verdad y el es muy exigente con Erick, por ejemplo, por que el es tu caballero y cree que es un caso perdido. Él no tiene mucha paciencia, imagínate treinta vidas y cuatro niños que el tiene que buscar y criar, no debe ser nada fácil para él. 

—Tienes razón, aunque hay muchas cosas que no me cuadran en todo esto, pero creo que es mejor entenderlo por mi cuenta. 

—Cuando papá te trajo aquí creí que se había confundido, no sabias nada, ni me miraste como de costumbre, creí que otra vez era una equivocación y que estabas en otro orfanato. Ya nos ha pasado, pero como siempre eres la primera en recordar siempre lograbas hallarnos.

—Creo que es demasiado contenido para un solo día, hoy pasaron demasiadas cosas —suspiré

*Toc* *Toc*

—¿Si? —pregunté desde dentro del cuarto. 

—Mia,  la cena está lista —era Erick, sonaba extraño.

—Ya voy 

Con Luciano esperamos a que bajara para que no sospechara nada, ni tener que aguantar su mala cara. Erick no estaba listo para saber la verdad todavía, él estaba algo cerrado con este tema. 

♥