Amor de Hada

Capítulo 21: Cuidaré de ti

Miré a Jashlen confundida ¿por qué lo trataba así?

—Ya que sabes sobre mi solo me curaré —coloqué mis manos en mis heridas de las piernas y las sané. 

—No podrás sanar todas Misha —él habló con tristeza. 

—¿Por qué no? —pregunté mientras curaba mis codos. 

—La herida del cuello fue causada por un ser mágico, y no puedes curarlas como lo harías con una herida causada por un humano o el suelo —señaló donde hace poco estaban mis raspones.

Coloqué mi mano al rededor de mi cuello y suspiré nerviosa.

—¡No dejare que te pase nada! —afirmó.

—Confío en ti —confirmé sin pensarlo. 

Realmente confiaba mucho en él, por alguna extraña razón quería que esté cerca mio y protegerlo.

—Lo se —sonrió y me ayudó a bajar de la camilla.

Me acerqué al espejo y vi los moretones en mi cuello, clara mente se veía la marca de aquella mano que intento dejarme sin vida.

Comencé a llorar asustada

¿Cómo voy a cubrir esto? ¿qué voy a decirle a Erick? y ¿a papá?

—Tranquila —Jashlem colocó sus manos en mis hombros en un intento por calmarme —puedes decir que te lastime con una soga, que estaba algo borracho y me pongo violento —me sonrío. 

—¿¡Pero qué dices!? —lo miré molesta —¡No voy a culparte! 

—Nadie podrá lastimarme, déjame ser tu escudo. 

Volví a verme en el espejo ¿es qué tenia otra opción? 

—Vamos, tienes que ir a tu casa. No puedes quedarte aquí así —sonrío —además, no creo que estés tranquila con lo que pasó hoy. 

—Si, quiero ir a casa —casi sonó como una suplica. 

—Yo te llevaré — tomó mis manos — Y también te ayudaré a enamorar a Erick —habló con picardía.

—No —hice que me soltara —No vamos a lastimar a nadie, ellos están enamorados.

—No lastimaremos a nadie y apenas te darás cuenta 

—¿A qué te refieres? 

—Ya lo sabrás —rió —Iré a buscar tu mochila 

—Voy contigo, no quiero quedarme sola —lo interrumpí. 

Él se quitó su cubre cuello y me lo colocó. 

—No queremos que nadie pregunte nada, si no se ve no hay por qué mentir — me acomodó el cubre cuello para que no se lograra ver nada.

Tiene razón, si puedo taparlo nadie me preguntará nada.

Frente al aula entró y tomó mi mochila.

—Vamos.

Al terminar de decir eso Erick salio.

—¿Quién eres? ¿A dónde van?

—No deberías salir del aula sin permiso —Jashlen habló.

—No me estás respondiendo. 

—Vamos —tiré de la mano de Jashlen

Lo que menos quería era que Erick se de cuenta de mi lesión. 

Él me miró molesto y dirigió su mirada a mi cuello.

—¿Qué haces con eso? Si te sentías mal podrías habérmelo dicho —intentó acercarse a mi.

Jashlen se puso en medio dejando que me escondiese detrás de él.

—La estoy llevando a casa, si sabes que no se siente bien no busques problemas.

Erick hizo silencio, intentó verme y se fue molesto. 

Solté el aire que había retenido por los nervios.

—¡Gracias! 

—Siempre cuidaré de ti —él le restó importancia.

Se sentían tan raras sus palabras, quise creer que era por que me veía como su reina, pero en el fondo algo me decía que era algo mas que eso.

 

 




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