60.

Piyi: Anto, mi amor, aquí estoy...
Antonela: ¿ya me trajiste a mi hija?

Piyi: no, pero con Estef y los muchachos, pensamos que la responsable de todo es Paola y...

Antonela: a mí no me importa quién lo hizo y porqué, lo único que quiero es que me devuelvan a mi hija, yo no tengo nada con nadie y ni mis hijas ni yo, tenemos que pagar por problemas ajenos, así que no me importa lo que tengas que hacer, pero no quiero que regreses hasta que encuentres a mi hija.

Piyi: y así será mi amor, Te prometo que te voy a regresar a nuestra hija y no me importa si para hacerlo, tengo que dar mi vida.

Antonela: ¡pues hazlo! no quiero pasar ni un segundo más sin mi hija, entiende que es una bebé y corre peligro.

Piyi: Ya lo sé amor, Ya lo sé, te prometo que te regresaré a Ori, ahorita vuelvo, te amo.

Estefanía: adiós.

Piyi: te lo encargo mucho.

Estefanía: Claro que sí, no te preocupes.

Piyi: gracias.

Estefanía: Anto tranquila, Todo va a estar bien.

Antonela: tú lo dices fácil porque tú estás tranquila que tus hijas están con su papá y están bien, pero yo no, yo no sé en dónde, con quién Y qué le estén haciendo a Oriana.

Estefanía: ya no te tortures con eso, Jesús y sus amigos, ya la están buscando, Ya verás que muy pronto la van a encontrar.

Antonela: lo haré cuando tenga a mi hija conmigo.

••••••••••

Al otro día.

El Dorado Sinaloa, México.

Estela: ¿y esas maletas? ¿a dónde te vas?

Estefanía: me voy de la casa.

Estela: ¿qué? tú no aprendes más, hoy te juntas Con Rodrigo y mañana te vas a volver a pelear, como siempre.

Estefanía: no mamá, no me voy con Rodrigo.

Estela: ¿entonces?

Estefanía: me mudo a un departamento que mi papá me regaló.

Estela: ¿qué?

Estefanía: Sí, yo al contrario de mis hermanas, acepté el departamento que mi papá me quería regalar.

Estela: ¡cómo se te ocurre aceptar eso Estefanía! ¡ese ti...

- ¡Estela! ¡Ni se te ocurra ponerle una mano encima a Estefanía!

Estela:: ¿¡tú qué estás haciendo aquí!?

Mauricio: vine a ayudar a mi hija con la mudanza, Te lo repito, Ni se te ocurra ponerle una mano encima a Estefanía, ella es mayor de edad y está en todo su derecho de aceptar o no.

Estela: tú lo único que quieres es comprar a todo mundo con dinero, pensando que así vas a borrar todo el sufrimiento que provocaste.

Mauricio: no, yo no quiero comprar a nadie, porque sé que lo que pasó, no se puede borrar, pero quiero construir una buena relación con mis hijas y si para hacerlo, las tengo que ayudar de esta manera, lo voy a hacer, aunque a ti y a tu familia no les guste.

Estela: pues allá tú sí le quieres creer a este y aceptarle todas las cosas que te quiere dar, pero yo no estoy de acuerdo.

Mauricio: ojalá algún día dejes ese maldito rencor a un lado, te des cuenta que eso no te va a llevar a nada Y entiendas que es un bien para Estef y las niñas, en este caso.
van a tener un espacio para ellas solas y más lugar que aquí, Ya perdiste a dos de tus hijas, no te arriesgues a perder a las otras dos que te quedan.
Vámonos hija.

Estefanía: Adiós ma, Te quiero mucho.

Mauricio: vamos...

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Mauricio: Hola.

Todos: Hola.

Antonela: Qué estás haciendo aquí.

Perris: ¿y usted quién es?

Antonela: mi papá.

Todos: ¿qué?

Mauricio: Así es, Mauricio Acosta, mucho gusto.

Todos: igualmente.

Mauricio: hija, ya me enteré lo que pasó con una de tus hijas y quiero decirte que cuentas con todo mi apoyo ¿ya hicieron la denuncia?

Piyi: Sí, nosotros ya nos estamos encargando de todo, no se preocupe, es mejor que no se meta, Pero de igual manera Muchas gracias.

Antonela: no me respondiste lo que te pregunté.

Mauricio: estoy ayudando a tu hermana con la mudanza.

Daiana: ¿te vas a mudar a Culiacán?

Estefanía: Sí, yo acepté el departamento Que papá me quería regalar, mis hijas y yo, necesitamos un lugar propio para vivir.

Antonela: pues, si esa es tu decisión, Está bien.
Pues yo los dejo, me voy a mi cuarto, adiós...

Daiana: esta Sí desde ayer.

Piyi: Sí, de hecho Anoche ni durmió.

Mauricio: ¿y dicen que ya hicieron la denuncia?

Piyi: Sí, de hecho nosotros mismos hicimos una búsqueda, pero nada.

Mauricio: ¿y ahora qué?

Piyi: pues... espérame, voy a contestar esta llamada... dijo cuando una llamada de un número desconocido entraba a su teléfono.
¿bueno?...

Paola: Hola hola mi amor...

Piyi: ¿tú? qué quieres...

Paola: avisarte que tengo a tu hija, bueno, nuestra hija...

Piyi: ¿qué?...

Paola: sí, la tengo aquí conmigo y te estamos esperando...

Piyi: ¡hija de...

Perris: chsss, síguele la corriente, habló en voz baja.

Piyi: está bien, qué quieres a cambio de que me la devuelvas...

Paola: te voy a pasar una dirección a la que quiero que vayas tú solo, para que nos podamos reencontrar y formemos la familia que siempre debimos ser...

Piyi: está bien, pero Ni se te ocurra hacerle algo a Oriana...

Paola: No, no te preocupes que va a estar bien, cómo ha estado todo este tiempo, pero apúrate Y recuerda, ven tú solo...

Piyi: Sí sí ya entendí, adiós...

llamada finalizada.

Romina: Qué mujer más loca.

Piyi: sí, está Demente, pero voy a hacer todo lo que me pide con tal de que me regrese mi hija.

Nini: vamos, porque nosotros te vamos a ayudar.

Perris: sí.

Piyi: está bien, pero hay que planear algo bien.

Perris: está bien, vamos... en un rato volvemos.

Romina: está bien, Se cuidan.

Nini: Sí sí, adiós...

Gaby y Romina: adiós...

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