Amor de Manicomio

CAPITULO CINCO

Llegó el día viernes, hice lo mismo que los anteriores días, este día iba diferente llevaba un conjunto negro suelto, con unos zapatos blancos, llevaba una coleta en el cabello y mi maquillaje era neutro, ese día no fui a mi consultorio, sino que fuí a una sala, allí organice las sillas en forma de mesa redonda y yo estaría integrada con ellos, también traje conmigo juegos de mesa, para distraerlos un poco, se veía que estar encerrados sin ver algo o disfrutar de lo que pasa del exterior es aburrido, ya que ellos cumplían con una rutina, levantarse, desayunar, asistir a consultas, luego estarse en la habitación, almorzar, otra vez para la habitación, comer, y luego acostarse para dormir, eso era aburridor, así que sería la única persona en mostrarles un objetivo para luchar por mejorar.

A los minutos llegaron mis pacientes, deje que se sentarán en dónde quisieran,, los saludé y me saludaron, había una señora que me hacía recordar a mi abuela, ella estaba ahí porque sus hijos la hicieron pasar por loca, me da tristeza ver ese tipo de personas, que luego de todo el esfuerzo que han hecho sus padres le paguen así, siempre me alegraba de verla, cuando gire ví a mi terremoto el que iba a poner mi mundo de cabeza

Bueno, empecé con la charla, ellos me preguntaban que pasaba en el exterior, yo les dije lo que ocurría y también les di un periódico a cada uno, para que leyeran, luego de muchas preguntas, les dije que si tenían algo que los ha perturbado, les pregunté si lo querían compartir con el resto presente o solo conmigo, unos contaron los que les ocurría,otros simplemente se quedaron callados incluyendo a Antonio, otros decidieron acercarse a mi y contarme,yo les daba mis consejos y ellos escuchaban, después les di los juegos de mesa, para que jugarán y eso fue así

Mientras que ellos jugaban me di la vuelta y me senté enfrente de la ventana observando el atardecer, eso me traía paz, cuando de pronto sentí una voz en mi oído, << tan hermosa que te vez así de tranquila, quisiera saber si eres asi cuando hiciéramos el amor>> me dí la vuelta, sabía que era Antonio, le di una cachetada, lo observé por un momento, nadie pareció notarse de lo ocurrido y eso me tranquilizaba, salí como pude, fui a la cafetería y me tomé un café frío, tenía una obsesión con ese café, regrese a la sala, algunos me preguntaron que si me había pasado algo, les dije que tenía que tomarme un analgésico por el dolor de cabeza, sí, mentí, Antonio sabía lo que dije, el me regaló unas sonrisas de esas que matan y yo solo lo fulmine con la mirada,cuando llegue al escritorio, me encontré con un pedazo de papel en el que decía

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