Si alguien le hubiera dicho a Draven que casarse con Siena iba a ser el peor error de su vida, seguro que lo habría mandado a la mierda sin pensarlo dos veces. En ese momento, él ni siquiera quería casarse, y en el fondo sabía que no amaba a Siena de verdad, que algo no encajaba. Pero la vida da vueltas raras, ¿no?
...